Esencias Mágicas

26.Deidades Olvidadas

En el Siglo VII, existía una inmensa ciudad, que en la actualidad es menos que ruinas, en la época medieval se le conocía como La ciudad del cambio.

Las iglesias y algunos políticos eran politeístas, ya que creían en más de un dios, los hacían llamar: Sapientia, Silva, Lux, Ignis, Glacies , y Aqua. Junto con el idealismo se creó la magia de una forma espiritual, se sabía que sólo la gente que entregara su alma, mente y corazón a las deidades podía disponer de ciertas ventajas o bendiciones.

Los peregrinos y aventureros seguían a la diosa Silva, esta les ayudaba en términos de la naturaleza, podían hacer que la cosecha prosperase, revivir plantas marchitas, reconstruir árboles y comunicarse con el árbol ancestral, ya que ese era el único medio por el cual se podía establecer un contacto con la diosa Silva.

Los pescadores y marineros servían y adoraban a la diosa Aqua y Glacies, ellas brindaban la oportunidad de que las olas, el océano, ríos y cascadas estuvieran a su favor, dejándolos navegar con suma tranquilidad y seguridad en zonas árticas y tropicales, no importaba si afrontasen una gran tormenta eléctrica devastadora, las diosas les protegían.

Los viejos sabios, bibliotecarios, sacerdotes, maestros, mentores y algunos políticos veneraban a la diosa Sapientia, gracias a ella obtenían la facilidad de retener conocimiento, no funcionaba tan fácil como leer un artículo y listo, tenías que comprenderlo, tener hambre por saber, y sobre todo, hambre por enseñar y educar, las personas que eran de Sapientia disponían de ese derecho y esa obligación.

Por último, la diosa Ignis y Lux aún que no tan seguidas como las demás, tenían el respeto de todos, y eran recordadas e indispensables para la prosperidad de la ciudad, sin Lux, la gente dejaría de tener bondad en su corazón, la oscuridad intentaría reclamar lo que le pertenece, y de esa forma cosas malas podrían suceder. Ignis fue muy respetada, casos de emergencia de siniestros terrestres salvaguardaba la vida en la ciudad o fuera de ella.

Con el pasar de los siglos la gente fue documentando los beneficios de todas las deidades, varios filósofos y científicos intentaron recibir las bendiciones de más de una diosa, pero simplemente no tenían éxito, fue cuando conforme el tiempo avanzó la gente estuvo olvidando a las diosas, debido a que la gente quería todos los beneficios, pero fue ahí donde se desató por primera vez el caos en la ciudad, la oscuridad corrompió a los hombres, fue creada una nueva facción, los Tenebris, seguidores de la oscuridad, ellos no tenían una deidad o dios al cual seguir, solo se dedicaban a usar las habilidades de alguna diosa para su propia conveniencia, esa época fue llamada Tenebris Tempora o tiempos oscuros, los Tenebris comenzaron a usar energía que se manifestaba a partir de su odio y avaricia, que llegaba a dejar muy gravemente herida a la gente.

Los políticos y la iglesia decidieron defender su ciudad pero realmente no sabían lo que significaba combatir o llevar una guerra, de modo que fueron abatidos. Sin embargo, un día un joven encaró al líder de los Tenebris, lo rodearon, y lanzaron sin pensar sus ataques, pero fue ahí donde la magia blanca apareció por primera vez, el joven no le temía a nada, él confió plenamente en Lux y fue así como pudo ganar y someter a los Tenebris, demostrando una impecable convicción.

Tiempo después, los Tenebris intentarían retomar la guerra, pero los seguidores de Lux nunca se doblegaron, se les reconoció a los Luxianos como los cazadores de Tenebris y defensores de la ciudad.

Cuando la vida del joven llegaba a su fin se encomendó a la voluntad de su diosa, por lo que reconoció la importancia de tener un protector absoluto, después de su generación, los Tenebris seguían con hambre de poder y ansias de reclamar la ciudad, pero siempre había una persona que les encaraba, entonces Lux creó una prueba que le brindaría la magia para combatir el mal, y los Luxianos le dieron el nombre de Fata Obumbratio, que con el pasar de los siglos se terminaría llamando Shadow's Destiny, debido a que marcaba la pauta para la oscuridad y dictaría su condena.

Cabe mencionar que los humanos vivieron bajo estas reglas durante más de diez siglos. En el siglo XVIII, las personas tenían en su memoria a las diosas en forma de leyenda, los seguidores olvidaron sus deidades y se cambiaron los nombres de: Darkfrost para Glacies, Bloodfire para Ignis, Starlight para Lux, Aquamoon para aqua, Seedwood para Silva, Wishdoom para Sapientia y en esta época se descubrieron a los Magicsy que rescataron las culturas antiguas dando inicio a los cimientos de la magia en forma de energía y manifestaciones físicas.

Fue cuando un alquimista recibió un mensaje de una fuente desconocida, le contó entre sueños que existía un ritual que prometía adquirir conocimiento absoluto, poder utilizar ampliamente las bendiciones de unas deidades muy antiguas que partían desde los elementos hasta los desastres naturales, le dijo que aquella persona que lo lograse sería el legítimo lux carrier, el portador de la luz, que sería poderoso, el hombre fue engañado por completo, dando inicio a una invasión de entes oscuros que no eran más que los espíritus en pena de los Tenebris del Tenebris tempora donde apareció por primera vez un lux carrier. Entes que en un inicio eran humanos y no pensaron en otra cosa más que encomendar su odio, sed de mas, furia y codicia a la oscuridad, obteniendo un grande y peligroso poder.

Ese ritual era un análisis al corazón de la persona, era muy semejante al fata ombombratio, pero no era el ritual de los Luxianos. No hacía más que averiguar si el poder que había en su interior era útil o no para los Tenebris y de ser así, usar la oscuridad dentro de sí para apoderarse de su cuerpo en contra de su voluntad, y de esta manera reencarnar. El líder de los Tenebris, Daster, dejó su lado humano para crear un lugar donde pudieran estar, algo semejante a otra dimensión, para todos los seguidores caídos en batalla, que poco a poco fueron corrompiéndose hasta adoptar la forma de un demonio no físico, logrando engañar al primer humano con  este método: Morten Levoua.