1.- Suerte de mago

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Un cuento de Prince Manor

*tiene lugar después de la segunda tarea en Return to Prince Manor*

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13 de marzo de 1994:

– ¡Cafall! ¡Cafall! – Harry llamó, buscando a su caprichoso cachorro de sabueso. El cachorro se le había escapado, cazando algo. Harry silbó, pero temía que el perro no lo oyera si estaba cruzando el terreno. Comenzó a caminar hacia el Lago Negro. A Cafall a menudo le gusta jugar allí, y algunas veces Duncan salía a la superficie y arrojaba trozos de coral y madera flotante recogidos del océano para que el perro los persiguiera.

Pero a medida que se acercaba al lago, pudo ver que la costa estaba vacía de cualquier sabueso o estudiante. Apretando más su túnica, continuó buscando, dirigiéndose a la cabaña de Hagrid, suponiendo que tal vez Cafall se había ido a jugar con Fang. El sabueso disfrutó jugando con el cachorro.

Había llegado al medio del césped cuando escuchó algo que sonó como una pelea, específicamente una pelea de espadas. Desconcertado, miró a su alrededor, pero no vio nada que se pareciera a caballeros con armadura o guerreros fae. Sin embargo, escuchó el claro choque de una espada contra la carne en algún lugar cercano.

Caminó unos pasos, escuchó, y luego miró hacia abajo. En el suelo, a unos pasos de sus pies, había una pequeña persona pelirroja vestida completamente de verde, empuñando una espada del tamaño de una aguja de tejer. El guerrero vestido de verde se defendía de una gran rata del tamaño de un perro pequeño, apuñalándola repetidamente con la espada.

Pero la rata no estaba corriendo. Enseñó sus grandes dientes amarillos y gruñó, arremetiendo contra el diminuto guerrero, que medía unos siete o diez centímetros de altura. El guerrero pelirrojo fue rápido, pero también lo fue la rata.

Desde el punto de vista de Harry, parecía que al pequeño guerrero le iban a cortar la cabeza. Sacó su varita y cantó un agudo hechizo punzante. El hechizo golpeó a la rata en su trasero y chilló y corrió, al ver al gigante flotando sobre ella.

Harry se arrodilló en la hierba, que notó que era de un verde inusualmente vibrante.

– Hola. ¿Estás bien? Pensé por un minuto que estabas perdido – El guerrero vestido de verde lo miró y agitó la espada de aguja a modo de advertencia.

– Muchas gracias, mortal. Esa gran rata escorbuto casi me muerde la oreja – Una mano empujó hacia atrás la pequeña gorra verde puntiaguda para revelar una gran oreja puntiaguda.

Harry miró a la pequeña criatura, notando que estaba vestido con una chaqueta verde ajustada con botones dorados y un pantalón más oscuro, con botas negras y un pequeño cinturón con una hebilla dorada. El pelo largo de un brillante color rojo dorado le caía hasta la cintura.

– Sin embargo, parece como si estuvieras dando una buena pelea – Observó.

– Sí, bueno, lo estaba intentando. Aunque era una bestia sedienta de sangre. ¿Podría saber tu nombre, muchacho? –

– Harry Snape –

– Ah. Eres el joven mago pariente de la Reina de las Hadas. ¡Es un placer conocerte, muchacho! – Se quitó el sombrero de la cabeza y se inclinó con gracia.

– Lo mismo aquí. Uh... perdón por preguntar pero... ¿eres un duende? –

—Sí, eso soy yo. Me llamo Brighid O'Meara. Pero puedes llamarme Bridie –

– ¿Bridie? – Repitió Harry. – ¡Pero eso es un-oh! – Se contuvo justo a tiempo antes de cometer un gran error. Había tomado al duende por un hombre pequeño, no una niña, por su vestido y porque los duendes siempre eran hombres en los cuentos antiguos. Él se sonrojó. – Bien conocida, Lady O'Meara – Extendió la mano con la palma hacia afuera.

Wizard's LuckWhere stories live. Discover now