Ojos negros

767 53 0
                                    

Un día normal en la aldea de Sooga todos felices como era normal en un restaurante en específico en la habitación de una joven mujer de 18 años despertaba de su sueño para un nuevo día.

Su nombre Pucca una joven amable y querida por la aldea siempre ayudando a quien lo necesite pero siendo también una mujer trabajadora al ayudar a sus tíos Dumpling, Linguini y Ho a repartir su famosa comida los fideos Yang-yang en el pueblo.

Haciendo su rutina del día se levantó para alistarse, colocándose su vestido de siempre con sus pantalones negros y sus zapatos igual negros, peinando su cabello con dos chonguitos de cada lado de su cabeza. Dirigiéndose a la cocina para saludar a sus tíos y a su amigo Dada quien trabajaba igual en el restaurante.

Tomando sus pedidos empezando así su rutina de todos los días repartiendo con éxito los fideos encargados por la gente del pueblo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Mientras tanto en el bosque de bambú en una cabaña habitada por un joven de 20 años su nombre Garu quien se encontraba meditando en su patio sin ninguna compañía nada más que la de su fiel gato Mio.

Pero de repente se vio una sombra rodeando a este quien no le importo en lo más minimo que sucedía, está sombra se siguió acercando cada vez más para luego atacarlo pero no logro hacerle nada ya que este lo esquivó para después darle una patada en la espalda haceindolo chocar con la tierra dejandolo así en derrota.

El joven tirado en el suelo es Abyo mejor amigo de Garu y el único que sabe dónde se encuentra está cabaña ya que por ciertas circunstancias nadie debería saber de el, Abyo que se encontraba en el suelo se levantó sin dudar sacando así sacando sus nunchakus para luego atacar a Garu que se encontraba con su katana y guardia arriba, empezando una pelea ambos ningas sin retroceder.

Después de un tiempo se declaró como ganador Garu quien con orgullo ase encontraba sin ningún rasguño o suciedad en su ropa, Abyo aceptando la derrota se sentó en el suelo respirando agitadamente observando como su amigo se encontraba sin ningún cansancio, ningún rasguño o suciedad en su ropa.

Cómo es posible que no estes ni siquiera agitado – finalmente hablo Abyo – prácticas demaciado aún con tu condición – finalizó –.

Este solo lo miro fijamente sin decir nada para después sentarse en la sombra de un árbol teniendo su katana en la mano observando el reflejo de si mismo en el metal.

Abyo sin más que decir se acercó a él y se sentó a su lado sabía que aunque era de nacimiento la condición de su amigo este no lo juzgo para nada sin embargo el pensamiento era diferente para Garu, no le agradaba mucho su condición después de todo estaba obligado a esconderse en los bosque sin ningún contacto humano, pero todo cambio cuando conoció a Abyo quien poco a poco le ha hecho cambiar su opinión respecto a su condición pero no siendo aún aceptado del todo.

Levantándose del suelo Garu guardo su katana para después mirar a su amigo ofreciéndole su mano para que se levantará del suelo, Abyo sin dudar la tomo agradeciéndole en el proceso por la ayuda se despidió de él para dirigirse al pueblo donde vivía con toda la calma del mundo

Garu y Mio lo observaron como se alejaba lentamente y sin preocupaciones, cuando lo perdieron de vista se dirigieron a la cabaña para descansar.

Dándose un baño y vistiendose salió de si casa con la katana dirigiéndose a los inicios del pueblo de Sooga pero sin entrar a el, observando como la gente iba pasando feliz y tranquilamente para cuando iba a regresar al bosque un olor le llego de repente, dilatando un poco sus ojos y temblando por lo exquisito que olía dando un esfuerzo para no salir a buscar quien lo provocaba.

Apresurando su paso se dirigió rápidamente a los inicios del bosque cuando sintió un impulso de voltear al pueblo de nuevo, realizando esta acción observo como una joven más pequeña que el se dirigía a entregar un paquete a el policía del pueblo.

Sintiendo el aroma más fuerte proviniendo de ella la observo detenidamente, cabello azabache agarrados por dos chonguitos a cada lado con una mirada fina, con unos hermosos ojos negros y mirada dulce con una sonrisa en sus labios, observando también el vestido y pantalon que usaba detallando delicadamente su figura.

Nego con la cabeza dándose cuenta que se acercaba más a ella se detuvo para luego salir corriendo de ahí observando nuevamente esos hermosos ojos negros y ese delicioso aroma que desprendía.

Alma GemelaWhere stories live. Discover now