Capítulo XX

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 A la mañana siguiente baje a toda velocidad de mi habitación ya que se me había hecho horriblemente tarde, chicos nunca lean a las diez de la noche y mucho menos cuando empezaste el libro y  la historia te atrapó de verdad. Estando apunto de abrir la puerta principal Erza me llama desde la sala.

-¡Jin!-.

-¡Ahora no puedo!, se me hizo tarde y no alcanzare a llegar si me entre tengo mas- le grite de vuelta.

-Pues no vayas, lo que tengo que hablar contigo es muy importante- me regresa el grito.

Bueno si tanto insiste, cerré la puerta que ya había abierto y me dirigí a la sala, solo al entrar vi a mi hermano sentado en el sofá mientras bebía de una tasa y sostenía el periódico en una mano. ¿Quien lee el periódico en pleno siglo XlX?

-Sientate, porfavor- dijo mientras señalaba el sofá frente a él.

¿Esto será un interrogatorio?¿Querrá saber que es lo que leo? Dios por favor que no sea eso, sino estaré condenada.

Obedientemente me senté frente a él, al fin y al cabo no voy a ir a clases, que no se note que internamente estoy contenta por favor.

-¿Que es eso importante que querías decirme?- pregunté mientras me recordaba en mi cómodo asiento.

-Papá vendrá esta noche a cenar- menciono mientras doblaba el periódico y lo colocaba en la mesita de noche que había frente a nosotros.

Lo miré sorprendida y algo frustrada, solo pensar en mi progenitor me da agotamiento y más porque cuando el aparece no está solo, siempre viene acompañado de su amada esposa y su adorada hijastra.

Ante tales noticias esta claro porque Erza me dijo que faltara a clase, con el humor del que estaría les hubiera echo pasar un mal rato a todos. Suspirando solo aciento a su comentario.

-Si no te agrada la idea le puedo decir que no- me miro con ojos tristes y una sonrisa corta.

Que más quisiera yo huir de esto, pero eso solo me convertirá en una cobarde, y no señores JIN CUEVAS MONTIEL no es ninguna cobarde. Es hora de que me ponga mis pantalones de niña grande y comience a enfrentar a todos los monstruos que alguna vez me atormentaron. Y el primero será mi padre.

-No, deja que venga y diga lo que tenga que decir, de cualquier forma después de unas palabras se marchará como lo hace siempre- me encojo de hombros.

-¿Estas completamente segura? No quiero que te vuelvas a enfermar- me dijo preocupado.

¿En dónde en el mundo encontrare a otro hermano como Erza? Es el mejor del mundo y tuve la dicha de nacer siendo su hermana.

-Claro no hay problema- le sonreí mientras me paraba lentamente- pero yo no limpiare- dije mientras salía corriendo a encerrarme de nuevo en mi cueva.

Aunque mi vida no sea la mejor de todas sin duda alguna no la cambiaría ni por la biblioteca de la Bestia, bueno tampoco exageremos no la cambiaría ni por mis tres libros favoritos.

Con un sentimiento de frustración y agotamiento me recoste en mi cama. Increíblemente solo con la noticia de que Ricardo vendrá esta tarde, se esfumó toda la energía que tenía. Que de por si no era mucha.




DEFINITIVAMENTE CLICHÉWhere stories live. Discover now