Resiliencia.

Capítulo 6

Esperamos en un camino de piedra delante de la entrada del castillo a que entre el carruaje del Rey. De echo entra con gran estrépito. Trompetas, música y ambiente ceremonial a pesar de haber pasado únicamente unos días fuera. Unos días por cierto que he pasado recorriendo el ala más grande del castillo, aún me falta el otro lado del puente. A este lado hay una enorme piscina (más bien parece, por su forma, un estanque hecho de piedra y cemento), una enorme biblioteca, una sala llena de sofás y sitios donde reposar mientras ves una película sobre un fondo y un proyector, cosa extraña teniendo en cuenta la forma de vida en este mundo, otra sala es un centro de lectura, una habitación con trofeos, otra con instrumentos y la más enorme de todas; una gran sala de baile, cuando digo gran quiero decir casi más grande que una pista de fútbol. Es impresionante. Más impactante es el hecho de que, poniendo en pretexto que yo vengo de otro mundo, el proyector es de mi mundo, la piscina no necesita mantenimiento y huele a cloro y las grandes y hermosas lamparas tienen vombillas LED. VOMBILLAS LED.

La única explicación posible es que haya una forma de traer esas cosas aquí desde mi mundo y si eso es posible entonces yo podría volver a casa. Eso sí, tengo que encontrar a la chica que aparece en mis sueños. Para lo primero, si estoy en lo cierto, tengo que ser afín al rey y cada vez me repujna más al ver como trabajan casi sin descanso los Mellis. Luego está el tema de mi guardia, tengo dos guardias en la puerta de mi habitación todo el tiempo, de hecho he memorizado los momentos de cambio de guardia donde tardan unos 20 minutos. 20 mimutos sin protección que pueden serme útiles en... No se, en algún momento.

Resbalo un momento debido a los tacones que Luan me ha pedido que me ponga, Catriel me agarra del brazo antes de caer cosa que agradezco. No suelta ningún improperio lo cual me sorprende pero me alivia. Llevamos todos el mismo color de vestuario salvo Bea, no entiendo el por qué ya que es la ropa que me han pedido que me ponga y como llegaba tarde al recibimiento no he preguntado. Todos vamos de color azul pálido. Yo llevo un vestido simple con escote en corazón y pegado hasta la cintura, recorrido con pedrería celeste y azul bebe. Los chicos llevan un traje mas o menos parecido, el de Leroy es diferente únicamente por que no lleva la chaqueta y va en camisa abotonada con botones plateados. Yo diría que realmente es plata. Emma lleva un vestido mas corto, por encima de los tobillos con varias telas finas que salen de su cintura, escote pronunciado en pico y hombreras con mangas largas. Por otro lado, y es lo que me extraña, Bea lleva un hermoso vestido adornado con flores, algunas como no, no las conozco y la tela es rosa palo. Es de tirantes finos con escote también en corazón y un maquillaje muy sutil. Los ojos rosa claro con los labios brillantes con un gloss blanco. Y las mejillas muy rosadas. El pelo está recogido en un moño con mechones sueltos adornado con las flores de tela de araña y un collar suelto en forma de flor, muy sutil. Está hermosa.

Miro a mi lado a Jorge que parece sonreír a Beatriz, una sonrisa algo graciosa y no termino de comprender que ocurre. Catriel a mi lado carraspea.

-Atenta a la carroza-me dice, es la primera vez que me habla más o menos bien desde que me dio la fiebre-dentro, con el rey hay un joven, un pretendiente para Beatriz.

-Por eso Jorge no para de mirarla - digo tratando de pegarme a Catriel para que Jorge no me oiga.

-No eres tan tonta al final.

-Bueno, gracias, es lo menos malo que me has dicho desde que llegué.

-De nada.

No todo podía estar bien, obviamente me iba a comer mis palabras.
Sin embargo no se equivocaba, cuando el rey sale justo tras él aparece un joven más mayor que yo, pelo negro y vestido con un traje algo peculiar, parece hecho de hojas secas y teñido de amarillo. Tiene mil y un emblemas en el pecho y una capa corta marrón a la espalda. Cuando se acerca sonríe y espero a hacer contacto visual cuando nos presentan por mano del rey. Si quiera trato de parecer cortes, sonrió un momento nada más pues toda su atención está en Beatriz.