Capítulo 6 [editado]

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En la casa Aoi.

–Hola, Valt. –la única chica de los hermanos Aoi saluda a su hermano. –

–¿Cómo te fue en la escuela? –Toko pregunta. –

–Bien, ¿adivinen quién llegó a estudiar a la escuela? –para sorpresa de los gemelos, Valt sigue con la plática. –

–¿Quién? –Nika pregunta, intrigada. –

–Aiga. –responde el mayor con emoción y felicidad. –

–¿quién? –preguntaron los gemelos al unísono. En su vida habían escuchado ese nombre. –

–Aiga... O claro, cuando el se fue apenas tenían 3 años, tal vez no lo recuerdan. Bueno, Aiga era mi amigo en primaria pero se tuvo que mudar... Un momento, ¿y mamá?

–Esta en su cuarto durmiendo. –la peli-rosa responde. –

–Ya veo. Oigan, mañana voy a salir.

–Oye Valt, ¿si nos vas a ayudar a estudiar? –Toko pregunta. –

–Lo olvidaba, el martes vamos a ir a casa de un compañero, también quiere que le ayude a estudiar, dijo que no había problema en que ustedes fueran.

–¿Cómo se llama?

–Koryu Drum, creo que algunos le dicen Dante.

–Valt~ –la niña llama la atención del peli-azul. –

–¿Qué pasa?

–¿Nos sacas a dar una vuelta? –termina Toko la petición de su gemela. –

–¿Ya comieron?

–Aun no.

–Bien, los llevaré a comer, pero primero le haré algo de comer a mamá, ustedes escriban  una nota para ella, le dicen que fuimos a pasear.

–Bueno. –responden al unisono los gemelos. –

Y así como se los ordenó los gemelos escribieron una nota, Valt le dejó hecha una comida ligera y los tres salieron y fueron a la plaza, estuvieron dando vueltas para encontrar un local que les gustara a los gemelos, pero claro, parece que Valt le debe algo a la vida, pues después de comer en un pequeño local, se encontraron a Shu y Fubuki.

–Que sorpresa verlo por aquí, Presidente. –saludó Shu con un toque de burla. –

–Hola, Valt.

–Toko, Nika, vayan a dar una vuelta, orita los alcanzó. –Valt no devolvió el saludo y miro a sus hermanos. –

–Está bien. Vamos, Toko. –Nika tomó la muñeca de su gemelo. –

–Bueno. –los gemelos empezaron a caminar y Valt los seguía con la mirada. –

–¿Ellos son Toko y Nika? –Shu pregunta la obvio. –

–No te interesa. –brama Valt. –

–Ya me perdí, ¿de que hablan? –Fubuki pregunta al no encontrar sentido en las palabras del albino y el peli-azul. –

–De nada, Sumie, y tu, Kurenai, he sido paciente, pero ya me estoy hartando de ti. –Aoi suelta con desden, mirando los rubis ojos de Shu. –

–¿Y qué harás al respecto? –Shu intentó sonar superior, pero por dentro ya se arrepentía de la forma en la que le habló. –

–Si no te vas a hacer responsable de las consecuencias no me provoques. –lo dijo con una mirada que reflejaba superioridad, manteniendo un semblante firme y serio. –

Antes de que pudieran  seguir matándose con la mirada y lanzarse amenazas mutuamente volvieron los gemelos Aoi a interrumpir la "matanza"

–Valt, ¿Me prestas dinero? –es lo primero que suelta Toko. –

–Nos. –corrigió la niña. –

–¿Para qué? –el semblante de Valt  cambio drásticamente con la llegada de los gemelos, paso de ser una mirada asesina a un rostro tranquilo que mostraba un poco de confusión por la petición de su hermano. –

–Queremos unos dulces. –explicó la Nika. –

–¿Cuáles son mis opciones?  –Valt miro a sus hermanos, haciéndose el difícil. –

–Puedes decir que sí y darnos el dinero o...

–Ir directamente a la tienda y comprar los dulces. –finaliza Toko. –

Valt suspiro a manera de derrota y con cansancio. Si, este es el mismo chico que segundos atrás pudo haber cometido un asesinato muy, pero que muuuy violento contra su compañero y ese mismo chico ahora se rendía ante las peticiones de sus hermanos de 14 años. Que ironía ¿no?

–Elijo la segunda. Adiós, Sumie. Kurenai, quedas advertido. –y se empezó a alejar de ahí con sus hermanos. –Bien, no compren muchos dulces, me voy a quedar pobre. –dijo con una sonrisa.

–El es raro, con nosotros es muy serio y frío, pero con Aiga y sus hermanos no lo es. –murmuró el de ojos carmín viendo como los hermanos Aoi se alejaban. –

–Pero conmigo no es tán taaaan frío como contigo. –le recordó su amigo. –

–Acabo de recordar que tengo algo que hacer, nos vemos el domingo, adiós, Fubuki. –Shu se despide de su amigo y se aleja a paso apresurado mientras su amigo rubio se despedía de el. –

Cada quien se fue en distintas direcciones, pero lo que no sabía Fubuki es que su mejor amigo no tenía absolutamente nada que hacer, solo que quería seguir a Valt, pero claro, Shu nunca en su vida había espiado a nadie, y por ser su primera vez Valt lo descubrió, pero para que sus hermanos no descubrieran su faceta violenta sólo dijo que iría al baño, en ese momento se alejó y Shu lo perdió de vista, pero segundos después pudo sentir un aura extraña y pesada cerca, por lo que decidió voltear.

Grave error.

Al momento de girar, sus ojos carmesís se encontraron con unos ojos castaños, los cuales le pusieron los pelos de punta, Kurenai podría jurar que vio su vida pasar frente a él.

–¿Por qué nos sigues? –Aoi se acercó un poco al albino. No fueron más de dos pasos, pero eso bastó para que Shu sintiera el verdadero terror. –

–Estoy en mi derecho de transitar libremente en la vía pública. –y ahí va de nuevo, diciendo lo primero que se le viene a la mente. –

–No me haré responsable de lo que te pueda pasar. –dió otro paso. –

–¿Tus hermanos saben de las cortadas en tus brazos? –intentó desviar el tema. El oji-carmín pudo apreciar como las pupilas chocolate de Valt se dilataban. –

–No es tu asunto. –intentó bloquear aquella pregunta. Hacer como si nunca la hubiera hecho. –

El albino desvío sus ojos rojos hacia la mano de Valt, la cual estaba un poco roja e hinchada y no era difícil deducir el por qué de ese estado

–Eso pasó por pagarle a la pared el  otro día ¿no es así?

El peli-azul no captó al momento que quería decir Shu, pero después fijo su vista en su mano y al instante recordó lo del golpe y entendió.

–¿Y qué con eso? –devolvió su mirada al albino. Como si le valiera madres se salud! Estaba loco! –

–¿Por qué eres así? –preguntó sin pensarlo y cuando se dio cuenta de las palabras que salieron de su boca se arrepintió. –

–¿Por qué te importa? –esa era una muy buena pregunta, la cual rondaba la cabeza de Valt ¿por qué a este extraño le importaba lo que hacía o lo que no hacía? –Solo te venía decir que no te me acerques, a no ser que sean asuntos laborales. Creeme que si te me vuelves a acercar o decirme una estupidez como "quiero ser tu amigo" no me hare responsable de lo que te pase. –dicho esto se fue con sus hermanos a los cuales saludo con una sonrisa, dejando a Shu temblando por la advertencia que le hizo. –

Pasadas unas horas los Aoi se retiraron ahí. Los hermanos Aoi llegaron a casa e hicieron sus labores, todo era, hasta cierto punto, "normal".

EL SUICIDA QUE SE ENAMORO. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt