El dolor de un maestro.

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Sokka había pensado que todo iba bien, las mujeres de la aldea estaban tranquilas, Gran Gran y el tío de Zuko se fueron a hablar sobre algo, de seguro de cosas de personas mayores, su hermana estaba molesta pero creyó que era por que no dejo que Aang participara en el encuentro, hasta que le grito esas palabras.

Entonces Sokka entendió, su hermana lo odiaba, odiaba  a los Maestros Fuego y por eso lo odiaba a el, nunca le había dolido algo tanto como ahora, cuando su madre murió estaba muy cerca, cuando su padre y los otros hombres lo dejaron no se acerco, pero saber que su única hermanita lo odiaba, eso si dolió, dolió mas de lo que pensaba que lo haría, y entonces corrió.

Por primera vez en su vida no tenia un plan, había pensado que viviría en paz en el polo Sur, ignorados por la Nación del Fuego, esperar a que su padre regresara en 5 años, esperar a que le diera la jefatura, luego de volverse jefe casarse y tal vez tener hijos, viviría escondiendo su fuego y las cosas serian tranquilas y normales, pero ahora todo estaba arruinado.

Katara se enfado con el y lo odiaba, su fuego control se mostro frente a toda la aldea y no sabia por que se intereso tanto en la historia de ese chico Maestro Fuego que resulto ser un príncipe. Corrió, tratando de escapar de lo que pasaba y llego al almacén, Aang estaba allí cuando entro, el único que no sabia que ocurrió,  que seguiría tratándolo como el Sokka de siempre así que no se molesto en buscar otro escondite y se sentó junto al joven maestro.

Habían estado sentados en silencio unos minutos cuando Aang finalmente hablo.

-Entonces.......¿Que te trae a este hermoso almacén?- Pregunto inocentemente el joven maestro aire al preocupado "no maestro" por lo que Sokka decidió responder, de todas formas el niño de 12 años no tenia nada contra los maestros fuego, ya que según el no sabia nada de la guerra.

-Creo que Katara me odia, hice fuego control y ella odia a los maestros fuego, debí seguir escondiéndome durante mas tiempo, o mejor nunca mostrar ningún control, continuar como un no maestro- Dijo Sokka enterrando su rostro en sus manos, hasta que sintió una pequeña mano tocando su hombro.

-No tienes que preocuparte por eso, estoy seguro de que aun te quiere y si no te ama aun con tu control, entonces no tienes por que tomártelo en serio, solo las personas egoístas o crueles odiarían a alguien por algo fuera de su control -Dijo el joven maestro aire tranquilamente, logrando que Sokka al menos dejara de llorar- Además, tengo que encontrar a alguien y estoy seguro de que me ayudaría tener un maestro fuego a mi lado.

Cuando Aang termino Sokka lo observaba fijamente y sus ojos se encontraron, Aang retrocedió un momento y jadeo, mirando fijamente los ojos del maestro fuego mientras ponía incomodo al otro.

- ¡Por Agni!, Sokka ¿Por que no me dijiste que los espíritus te dieron un regalo?

-¿Que quieres decir Aang?, nunca me dieron nada así, solo he tratado de pedir a los espíritus una vez que la Noche Negra se acercaba -Le explico Sokka, recordando como el sol paso de estar casi oculto a verse en lo alto de los cielos.

Aang miraba a soca contarle lo que paso, parecía que la tribu agua se había alejado de los espíritus en los últimos 100 años, ya que Sokka parecía no tener idea de por que le decía que los espíritus le dieron un regalo.

- Sokka, cuando les pediste a los espíritus que te ayudaran a que el sol continuara en lo alto un poco mas de tiempo ellos te dieron un regalo, tus ojos muestran eso, son los ojos de un dragón, solo se que algunos los tenían hace 100 años, pero por lo que escuche era la familia real, les decían Sangre de Dragón.

Explico Aang pacientemente, sabiendo que las noticias de algo así podían causar mucho daño, le conto lentamente la historia, sobre cuando los primeros maestros elementales fueron los animales, los bisontes del cielo controlaban el aire, las serpientes marinas controlaban el agua, los tejones topo controlaban la tierra y los dragones el fuego.

Ellos fueron los primeros, luego les dieron ese conocimiento a los leones tortuga, que cuidaban a los humanos que construían sus casas sobre sus caparazones, y ello se convirtieron en sus guardianes, la única familia de humanos que era Sangre de dragón había recibido su control de los mismos, por eso se decía que eran Sangre de dragón, y como su fuego era mas fuerte que ningún otro se volvieron familia real.

Aang solo sabia que el único otro ser capas de volver a alguien mas Sangre de dragón era el propio Agni, pero no había sucedido hasta entonces.


El Dragón del Sur.Where stories live. Discover now