[EPISODIO 22]

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La noche había caído y con ellos las personas se preparaban para dormir y hacer que su cuerpo descansara en la comodidad de las sabanas y la suavidad del colchón.

Pero para un grupito de compañeros la noche seria larga.

Kageyama junto con Tsukishima idearon un plan para poder sacar a Hinata del lugar donde lo tenia aquel hombre, iban junto con Tanaka y Nishinoya, y Yamaguchi los ayudaría desde la base sin ponerlo en riesgo como condición del rubio.

Todos los que iban a ir a esa "misión: rescatar a la naranjita" ya estaban listos, equipados de cabeza a pies.

"¿Me escuchan bien?" se escuchaba por los audífonos de cada uno la voz del pecoso.

"Si, todos te escuchamos Yamaguchi" respondió Kageyama bajando las escaleras con los demás casi de puntitas para no ser "cachados".

"Bien, no hay nadie en los pasillos pueden seguir seguros."

Todos se miraron y asintieron con la cabeza como afirmación. Cada uno se movía sigilosamente sin hacer ruido, hasta parecía que no respiraban. Pero por un momento Nishinoya tropezó con sus propios pies, pero choco con un estante que tenia un florero de cerámica.

Los ojos de todos se abrieron como platos y los cerraron fuertemente esperando el sonido que los delataría.

Pero nunca llego ese ruido. Kageyama abría un ojos para después abrir ambos y encontrar a Nishinoya en una posición, de que si no lo ayudaban en ese instante ahora is estaban muertos. El azabache ayudo al pequeño a dejar el florero en el mismo lugar sin hacer otro tipo de ruido para así continuar, Yamaguchi que estaba en el cuarto del rubio suspiro de alivio al ver que se salvaron de esa.

Los 4 chicos continuaron hasta la puerta principal para salir, tan cerca pero tan lejos a la vez, una luz se encendió de pronto y todos pararon de hacer cualquier movimiento.

Escucharon pasos de las escaleras que apenas bajaron y rápidamente se fueron a esconder. Al menos Tsukishima y Kageyama se escondieron detrás de los sillones y Nishinoya detrás de un pilar demasiado ancho para tapar su cuerpo, pero Tanaka...Tanaka ya era otro asunto.

- ¿Tanaka? ¿Eres tú? ¿Qué haces despierto a esta hora y...porque te escondes detrás de la cortina? -Para la buena suerte de Tanaka se trataba de Ennoshita...sabía que la había cagado.

-Enno...cariño, ¿qué haces despierto tu a esta hora? Deberías de estar durmiendo -el rapado no salía de su "escondite", solo asomaba la cabeza.

-Me desperté hace unos minutos y no te note en la cama, pesaba que estabas con Nishinoya pero ninguno se encontraba en su habitación, entonces pensé que Noya se encontraba con Asahi y...aquí te encontré -explicaba el chico acercándose mas al rapado mientras que a este la sangre se le iba a los pies.

-Ah...ya veo cariño, pero no te preocupes, estaré contigo en un momento -dijo Tanaka aun sin salir de su escondite.

-Bueno...vamos juntos

"Ryu idiota" pensaba Noya dándose una facepalm.

-Eh no, quiero decir si, pero...me das un segundo

- ¿Para qué? ¿Me estas ocultando algo Tanaka?

- ¿Yo? Como crees amor, solo ve a la cama y yo llego en un segundo.

-Sal de ahí Tanaka y vamos juntos, no tienes nada que ocultar, ¿cierto?

Tanaka trago grueso. Las manos de Kageyama empezaban a sudar, Tsukishima empezaba a idear un plan que no implicaba al rapado y Noya solo rezaba para que dejara de insistir y se fuera.

-Kageyama, Tsukishima, Nishinoya...salgan donde quieran que estén.

A todos la sangre se les fue y como si fueran ladrones salieron con las manos arriba formando una columna dejándose expuestos, Yamaguchi quien seguía en el cuarto, estaba que pegaba chillidos al ver como los chicos eran descubiertos por el mayor.

- ¿A dónde creen que van? Lo digo por la ropa que traen...

- ¿Cómo sabias que estábamos aquí junto con Ryu? -le devolvió la pregunta Noya que seguía sin bajar las manos.

-Lo supuse, la verdad nunca pensé que estaban los cuatro juntos.

Los cuatro querían que la tierra los tragara por idiotas.

-Por favor no le diga nada a Daichi-san ni a Suga-san por favor -pedía Kageyama a Ennoshita quien lo miraba curioso.

- ¿Por qué? ¿Por qué iban a salir?

-Íbamos a rescatar a Hinata -respondió Tanaka quien recibió un codazo en su costado por parte de su amigo enano.

-Chicos...

-No...el sigue vivo, lo sabemos.

-Pero...todos lo vimos chicos.

-Ennoshita-san, por favor...déjenme ir por el -Kageyama bajo sus manos e hizo una reverencia un tanto exagerada frente a Ennoshita quien se puso nervioso de inmediato.

-Kageyama levántate -ayudo al azabache a ponerse derecho, su mirada viajo al rostro de Tobio encontrado unas pequeñas lagrimas saliendo de sus ojos. Suspiro -Si están seguros...pueden ir, pero por favor cuídense.

-Gracias Ennoshita-san, nos cuidaremos no se preocupe. -todos hicieron una reverencia y salieron disparados a la puerta principal para ir a una de las camionetas de la cochera.

-Tanaka -el rapado paro de correr y solo giro su cuerpo para ver a Enno en el marco de la puerta -Cuídate por favor.

Ennoshita tenia miedo, ese hombre al que se enfrentaba era muy fuerte, aun para los chicos, tenía miedo por todos, pero siempre expresaba más por Tanaka.

Este volvió de sus pasos y llego con su pareja, le acaricio levemente sus mejillas limpiándole lagrimas traicioneras. Acerco sus labios poco a poco hasta conseguir un roce delicado pero lleno de sentimiento. Deseaba quedarse así por más tiempo, pero quería traer a su amigo de regreso ya.

-Te aseguro que lo hare, no te preocupes, volveré.

Con un ultimo abrazo de despidieron para que al fin los cuatro salieron de los terreno del karasuno y se fueran directo a por su amigo.

[...]

Por otro lado, Hinata se despertó de un brinco de la cama. La cabeza le daba vueltas y los ojos le pesaban y la respiración la tenía agitada. El presentimiento de algo malo no le dejaba en paz. Sentía que esta pasando justo ahora, pero no sabía lo que era.

Se dirigió un momento a la ventana mirando tras el cristal. Todo se veía tan calmado que no parecía que nada malo estuviera pasando en las calles. Volvió a la pequeña cama que pusieron pasa el e intento volver a dormir, sin éxito.

Deseaba que Kageyama estuviera con el y que lo despertara de la pesadilla, que lo descubriera besando su pancita hinchada como todas las mañanas mientras se hacia el dormido. Deseaba que todo esto fuera una pesadilla. La presión en su pecho no se iba.

"Kageyama... ¿Dónde estás? Por favor no vengas...es peligroso, quiero ir yo contigo."

Sus ojos se cerraban, pero su pecho aun dolía.

[...]

Sugawara, quien se encontraba atado en una silla, poco a poco recobraba la conciencia.

Su cabeza dolía a horrores, sus ojos apenas se mantenían abiertos y su garganta se encontraba seca. No sabía cuánto tiempo se mantuvo amarrado ni cuánto tiempo inconsciente. Solo recordaba a ver visto por última vez le jardín.

-Veo que ya despertaste – dijo una voz que de inmediato adivino quien era.

- ¿Me puedes soltar y dejarme irme por favor? – aun en ocasiones como esta no dejaba de ser amable, pero sonando sarcástico.

-Puedo notar que te encuentras seco de tu garganta...déjame ayudarte un poco dulzura... -Suga no vio venir nada hasta que el golpe contra una mesa lo despertó del trance y el miedo volvía a recorrer su cuerpo.

"HIDDEN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora