Cap. 2

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Harry había corrido por varios pasillos evitando a las personas que iban hacia el gran comedor, no entendía por que Ron no confiaba en él, no le había engañado ninguna vez y siempre tenía problemas con él. Término llorando en una aula en desuso escondido en el fondo tras muchos escritorios, cuando escucho que alguien abrió la puerta se quedo muy callado para que quien fuera se marchara, pero los pasos se acercaron a su posición y no tuvo de otra que encarar a quien fuera. Vaya sorpresa que se llevo.

—¿Ma...Malfoy? ¿que haces aquí?— y él que esperaba que fuera Ron y no Malfoy.

—¿Potter? ¿Potter porque estas llorando?— respondió con otra pregunta cómo si no le hubiera escuchado.

—¿Acaso te importa a ti?— lo dijo con veneno en cada palabra mientras trataba de limpiarse las lágrimas que no querían dejar de brotar de sus ojos —mejor responde Malfoy ¿que carajos haces aquí?—

El rubio lo ignoro mientras rodeaba el escritorio y se colocaba frente a él.

—Claro que me importa, por eso te seguí hasta aquí Potter, así que responde de una maldita vez ¿Por qué estás llorando?—

Harry no sabía que responder, era estúpido viéndolo desde el punto de vista que era la segunda vez que desconfiaba de él y no le dejaba explicar nada, ni le creía lo que él dijera. Meditandolo no tenía sentido alguno.

—Nada importante o que te importe Malfoy— se limpio los restos de las lágrimas —vete quiero estar solo— no quería, pero tampoco quería estar con su enemigo jurado a solas.

—No Potter, no me iré así que más te vale hablar de una maldita vez que me estoy impacientando— el rubio tampoco daba el brazo a torcer.

—Pelee con Ron otra vez, ahora ya lárgate— Harry no quería hablar de eso con él, pero parecía que el hurón tampoco aceptaba un "no" por respuesta.

—¿Otra vez?— el rubio se sentó y Harry hizo lo mismo luego de un rato de sólo observarlo.

—Malfoy, ¿que es lo que quieres?—

—Yo nada mas hablar contigo, ¿es tan malo que este aquí?—

—L...lo es porqué, tú me has tratado muy mal—

—¿Yo? No, yo trate mal a la comadreja y tú la defendías por eso te he dicho una que otra cosa hiriente, pero siempre he querido que seas mi amigo, algo que ya no será— lo ultimo lo dijo muy bajito y viendo hacia sus pies.

—¿Aún quieres ser mi amigo?— Harry siente que necesita a un amigo uno con quien hablar de todo lo que siente sin temer que se enoje con él o que lo vaya a dejar sólo.

—No Potter, ya no quiero ser tu amigo, pase 3 años tratando de serlo pero en este año descubrí que no quiero ser tú amigo—

—Oh, entiendo— la decepción era lo que más pintaba en su tono de voz cosa que no paso desapercibida para el rubio.

—¿Decepcionado, Potter?—

—No voy a mentir, si quiero mas amigos, solo tengo a Neville, Mione y los hermanos Creevey— de repente la pared tenía algo muy interesante ya que Harry no apartaba la vista del lugar —pero comprendo que no quieres ser mi amigo, yo te rechace cuando me lo pediste en el tren y luego te ignore durante la selección y...—

Ya no pudo terminar el rubio lo calló con un beso, uno que fue corto pero cargado de sentimientos de parte del rubio.

—Cállate Potter, que no me dejas hablar—

—¿E...eso fue un beso?—

—Vaya que inteligente, como si nunca hubieras besado a alguien—

—S...solo en la mejilla— su rostro estaba muy rojo —por la señora Weasley y Mione— escondió su rostro en sus manos, y Draco pudo observar como el menor tenía las orejas rojas —nunca en los labios—

Una Vida De Muchas MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora