archivo 12-b: el caso de t. rabbit.

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸

Sus botas de combate se hicieron sonar por todo el pasillo de aquel edificio, algunas oficinas estaban hechas un desastre debido a la gran explosión que hizo hace unos instantes al lanzar una bomba, caminaba a paso lento , haciendo desesperar más a su presa, el sonido de sus botas era cada vez más ruidoso, en una mano traía solo un arma, la cual cargo minutos antes de llegar a la última oficina.

Se adentro a esta misma y comenzó a silbar Twisted Nerve. El hombre de cabello de castaño sentía temblar de miedo, pues realmente estaba asustado, T. Rabbit lo quería matar ¿Cómo rayos no iba a tener miedo? 

—Agh... Amigo, será mejor que dejes de esconderte —escupió Rabbit.— De todos modos te encontraré y te mataré.

Ningún ruido se escuchó por la oficina, el de piel pálida guardó silencio, cerró los ojos y escuchó con claridad.

El sonido de las sirenas de la policía se escuchaba cada vez más cerca, era un ruido molesto para él, posiblemente la CIA venía de pegadizos y con ellos traían a los nuevos aprendices. 

T. Rabbit se divertía siempre con los aprendices de la CIA porque todos eran unos niñatos que se creían muy valientes, pero en realidad eran unas niñitas gritonas al momento de tenerlo enfrente de él.

No los culpaba, la CIA reclutaba a pura basura, según él.

Durante este año, se había topado con al rededor de tres grupos de nuevos reclutas, buscando atraparlo y encerrarlo, pero al parecer nadie les dijo a esos niños que no sería como jugar a las atrapadas.

Un pequeño sonido se escuchó justo abajo del escritorio, sonrió ladino de la manera más arrogante y dijo: —Oh amigo, me gustaría quedarme más tiempo contigo, pero mis pequeños amigos de la CIA me están esperando. Dejaré que Fox se encarga de ti.

Una vez que dijo eso, un castaño de ojos azules entró por la puerta de aquella oficina, o lo que quedaba de ella.

—Regreso en un momento, me encargaré de la CIA, tú encárgate de nuestro pequeño amiguito .—Murmuró y el menor asintió, sonrió ampliamente y dejó que el T. Rabbit se fuera para comenzar a divertirse con aquel hombre.

« • ❁ • »

Las manos de BeomGyu sudaban, al igual que su frente, cuando anunciaron que T. Rabbit había atacado el edificio Street K de Corea, toda la CIA se preparó, inclusive él y TaeHyun.

Tenía miedo, eso era muy evidente, su amigo de cabellos negros lo miró directamente y puso una mano encima de su hombro y le sonrió tratando de calmarlo. No lo iba a negar, TaeHyun también sentía miedo.

Por dios, estaban a tan solo dos minutos de enfrentar al terrorista más grande. Imposible no tener miedo.

T. Rabbit era muy buscado, lo que BeomGyu no podía entender era como la CIA no había obtenido ni siquiera una foto de él, ni de algún ángulo. Solo tenían una descripción física y solo los grandes agentes policíacos que ya habían tenido encuentros con él sabían como era.

Pero solo unos cuantos vivían para contarlo.

—¡Bien chicos! ¿Están listos? Esperemos a que salga, si no lo hace, BeomGyu y TaeHyun entrarán por él.

El rubio tragó en seco, realmente quería huir de ahí, tenía ganas de salir corriendo lo más rápido posible, no le importaba si lo despedían o si se burlaban de él, solo quería pertenecer con vida.

Aún quería seguir vivo, para poder —posiblemente— tener un reencuentro con SooBin. Realmente lo deseaba.

—¿Todos listos? ¡Bien! —gritó Felix a los policías. El mayor de todos giró su rostro hacia el capitán de la CIA y este habló por el megáfono.