Los bebés son considerados una bendición por mayoría de las personas... un regalo, un rayito de luz que viene a alegrar tus días y quitarte las horas de sueño.
Pero... ¿y si vienen por montón?
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┄┄────┄─❲˚༷🍼➮Cap. 4❳ ⁝ ⊹ ⁝ ✧ ⋆ . ˚⠀⠀⠀⠀⠀ ˚✦
Cuidados.
Las chicas podían cuidarse por su cuenta en varias ocasiones. Pero eso no quitaba que las personas a su alrededor las sobreprotegieran, en algunas ocasiones demasiado.
La pareja estaba durmiendo plácidamente en aquella casa de madera.
Walter se hallaba despertando en la punta de la cama, encima de las piernas del farfano. Aquel movimiento no muy brusco interrumpió el sueño del peli-negro,
Farfa una vez conciente, se dió cuenta que la posición en la que habían dormido la antes luego de un día ocupado era completamente diferente a la de ahora. La rubia estaba apoyando su mejilla izquierda contra el pecho del contrario abrazándolo, además sus piernas estaban cruzadas entre ellas.
A pesar de tanto tiempo seguía acelerando el corazón las muestras de afecto muy empalagosas de la chica, le avergonzaban de una forma descomunal, mucho más en público.
Pero ahora no estaban en público, ahora solo eran ellos dos.
Y el bebé de 10 semanas que portaba la oji-gris en su vientre.
Le molestaba el hecho de que la chica deba tener tantas dificultades con el embarazo a diferencia de las otras chicas, más vomitos, náuseas, mal humor, cansancio, ¡Hasta se había desmayado ayer en la noche!
Ese día irían con el Dr. Nitrus para ver cómo iba todo con respecto al embarazo, además de buscar una solución, mejor dicho «calmante» que haga más llevadera toda la experiencia de formar una nueva vida.
Logró divisar como unos mechones largos dorados tapaban la cara de la chica, por lo que se dispuso a sacarlos cuidadosamente y-
-¡Eh!-exclamó Conter entrando por la puerta de una patada.
La inesperada aparición del híbrido le dió un susto de muerte al farfano, ocacionando que sobresalté de su lado de la cama quedando en el borde, haciéndole imposible mantener el equilibrio y cayendo al sólido piso.
-¡Puto, alejate de ella!-Atacó con una almohada al farfano-¡Está embarazada! ¿¡Piensas embarazarla doble o qué mierda!?
-¿¡Qué mierda!? ¿¡Cómo mierda entraste!? ¡Si mi casa es de las más seguras de acá!-se cubría el peli-negro de los «golpes» que le daba el peli-blanco.
-Y bueno, con esos muros de vidrio que tienes, son bastante fáciles de romper, ¿sabías?
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-¿Estás lista para ir verlo?
-Ni siquiera me siento lista para tener un bebé aún, menos para verlo.
