III

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Sam

Al despertar vi a mi hermoso vampiro observarme. Él es lo más bello que haya visto.

Sam: Buenos días amor

Carlishe: Buen día Sam- me decepcionó que hubiera dicho mi nombre y más con la neutralidad que utilizó, pensé que iban a ser las cosas diferentes después de lo que paso, pero me equivoque, mejor me cambio y me voy. Ya son como la siete de la mañana y no demora en llegar Billy a ver a Jacob.

Sam: Me podrías prestar ropa, es que anoche rompiste la mía- le dije de una forma vergonzosa, el simple hecho de usar su ropa me daba vergüenza y a la vez calidez, por lo menos tendría algo de él.

Carlishe: Al lado de la cama, está la ropa, quedatela si quieres. Voy a ver como va Jacob- en serio no tenía nada más que decir, creó que anoche me tome todo a la ligera pero no me arrepiento de haberlo hecho. Como puede ser tan frío conmigo, es mi imprimación él no lo sabe y tampoco lo puede saber, sin embargo al parecer no le importo como yo llegue a pensar, de sólo pensar eso se me desgarraba el alma y mi lobo aullaba por el rechazo.

Sam: Ok- fue lo único que respondi, cogí la ropa y mi celular, gracias a Dios estaba intacto después de lo de anoche ni siquiera me acordaba dónde lo había dejado. Me vestí e iba a salir. Cuando entró Billy.

Billy: Buen día Sam, gracias por cuidar a mi muchacho. Ya puedes ir a descansar, yo me quedó con él

Sam: Bueno, no hay de qué. Jacob es de la manada por lo que siempre vamos a estar para él, no tienes nada que agradecer Billy. Gracias por atender a Jacob Doctor Cullen. Hasta luego.- me despedí y salí de esa habitación, no aguantaba tanta tensión. Corrí a un arbusto, me desnude y me transforme en lobo, gracias a mi hocico recogí la ropa que me prestó Carlishe y corrí. Descargando todo lo que llevaba encima, con el único propósito de volver a mi casa.

Edward

No quiero saber nada de ese perro que está en el consultorio  de Carlishe, desde el momento que llegaron los chuchos o lobos como se llamen, se generó mucha tensión. En mi ser interior crecía un odio al saber que ese lobo enfermo era Jacob, él lobo imbécil que quería separarme de Bella. Por mi que se muriera. No es como si me importará o me afectará en algo. Al saber que Carlishe lo estaba cuidando decidí pasar el tiempo menos posible en la casa, e iba muy seguido a visitar a Bella. Pero el segundo día Bella decidió pasar a la casa. Por lo que no me pude escapar de está tortura, me caía tan mal ese lobo por el simple hecho de que me quiera separar de Bella y ni siquiera lo conocía. Bella para mi es mi todo, ella es el sol y yo soy un planeta que gira a su alrededor, me vida sin ella no tendría sentido.

Bella: Edward me acompañas a llevarle comida a Jacob, Carlishe dijo que está despertando y necesita alimentarse- al principio iba a negarme, pero imaginarme a ese imbécil con Bella me enfurecía, por lo que decidí acompañarla y dejarle en claro que no lograría separarme de Bella.

Edward: Claro que sí amor, vamos- nos dirigimos al consultorio de Carlishe, al entrar vimos a Carlishe que hablaba con un señor mayor, supongo el papá del perro. Hablando de él, se encontraba en la camilla y hasta ahora estaba despertando la bella durmiente.

Cuando el se dio cuenta de nuestra presencia, intente leer sus pensamientos esperé un buen momento y nada. Al parecer era como Bella y eso me dio mucha frustración, no podía conocer sus intenciones con Bella.

Jacob: Bella en dónde estoy y que fue lo que pasó- preguntó el perro, lo primero que vi  fue a su padre abrazándolo, diciéndole que lo abría preocupado mucho y Jacob le respondía que no era su intención. Siendo mi padre el que aclarara sus dudas mientras Jacob comía el desayuno que le trajo Bella.

Carlishe: Estás en mi casa porque te desmayaste, tu manada te trajo aquí y pues fue producto de una mala alimentación, depresión entre otras que supongo ya conoces. Mi nombre es Carlishe Cullen y él es mi hijo Edward Cullen- dijo señalándome a mi.

Jacob: De acuerdo, gracias por atenderme. Ya me puedo ir?-que perro tan fastidioso

Jacob

Lo primero que vi al despertar fue a Bella quien me saludo y me tendió un rico desayuno que no dude e devorar, a un chico, luego mire a mi papá y a un señor. Mi Papá me abrazó y me dijo que lo había preocupado mucho, yo le dije que no era mi intención. Me vinieron muchas preguntas ¿En dónde estaba? ¿ Quiénes son ellos? ¿ Qué fue lo que pasó?. Le pregunte a Bella pero mis dudas fueron resueltas por el señor cuyo nombre es Carlishe Cullen y el chico cara pálida Edward Cullen quién es su hijo, de inmediato supe que eran vampiros o fríos como nosotros los conocemos por su olor, y su piel Al saber su nombre sentí el odio por estar con Bella, decidí detallarlo, lo mire directamente, lo cuál me arrepentí inmediatamente. No puede ser, esto no me puede estar pasando a mí. Simplemente es perfecto, Bella se quedó corta al describir a semejante belleza. Sus ojos dorados y su cabello. Su cara tan pálida y ese cuerpo. Nunca había conocido una criatura tan perfecta como él. Todo el odio que sentía hacía él se esfumó, así como el supuesto amor que sentía por Bella a medida que cada lazo me unía a él como su alma gemela. Definitivamente él es mi imprimación y que suerte tan mala la mía, tenía que ser un asqueroso vampiro. Tenía que salir de aquí, no soportó su mirada de odio y tampoco las muestras de afectó que se expresan. Lo que si se es que había descubierto tres cosas: la primera el amor que sentía por Bella se transformó a nada, ya no sentía absolutamente nada por ella, la segunda una parte de mí odiaba y me repudiaba a mi mismo por mi imprimación, y la tercera estaba irrevocablemente enamorado de Edward Cullen, amaba a mi enemigo por naturaleza y sería todo lo que él quisiera desde su amigo hasta su amante. Necesitaba salir de aquí. Necesitó pensar. Cada lobo descubría su imprimación de una manera diferente ya sea por su olor, el más mínimo contacto físico, la voz, o al detallar físicamente a una persona como me pasó a mí.

Carlishe: Aún no te puedes ir, necesitó hacerte unos análisis - maldita sea mi suerte, me tendré que quedar.

Jacob: De acuerdo, me podrían dejar sólo necesitó descansar- era la excusa perfecta para que todos se fueran y así lo hicieron, aunque Bella y papá insistieron en quedarse les dije que no. Eso si les aseguré que estaba bien y al fin estaba sólo con mis pensamientos. Necesitaba pensar y pensar muy bien que iba hacer ahora si aceptar a mi imprimación o continuar con mi vida normal aunque eso fuera imposible, de todas formas si podía seguir con mi vida pero al encontrar mi imprimación y no tenerla sentiría un vacío tremendo en mi pecho y nunca pero nunca me volvería a sentir completo, hasta podría llegar a deprimirme o morir.

♥✨


Twilight ( Gay )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora