Golpe del destino...

8. Charlas reveladoras, parte 2...

    " Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada produce una dulce muerte."

                                                                 Leonardo da Vinci.

      Juliana llegó al hospital lo más rápido que pudo, justo antes de salir del Corporativo le había puesto un mensaje a su padre diciéndole que doña Julia quería verla y que parecía que era urgente, la respuesta de Mario fue que la vería allá, independientemente de lo que estuviera sucediendo él quería estar presente.

- Hola Max! Dime qué sucede. ¿Qué pasa con doña Julia?

- July, las cosas hoy no han estado tan bien como quisiéramos. Antes de que la veas quiero hablar contigo un momento, - le dijo Max con una cara no tan buena – en realidad es la Dra. Sáenz quien tiene que explicarte como está todo. Sígueme!

- Max me estás preocupando! Esto no me está gustando nada.

- Juliana cálmate! Lo que menos necesitamos es que te alteres. – le ordenó. Doctora Sáenz aquí está ya la Srta. Valdés. – ya reunidos con le doctora.

- Buenas doctora! Dígame por favor que es lo que está pasando.

- Buenas Juliana! No voy a andar con rodeos, lo que está pasando es que el tratamiento no ha estado funcionando tal y como queríamos en doña Julia. Desde un principio sabíamos que iba a ser algo muy difícil dada la situación de la señora, lamentablemente el que hayamos detectado el cáncer en un estado bastante avanzado complicaba más las cosas. – empezó a decir la especialista.

- Pero doctora, ella ha estado mejorando. Las veces que he venido a verla ella se ve bien, obviamente pasa por lo normal de los efectos de la quimio como la caída de cabello, las náuseas, la perdida de apetito, todas esas cosas. Cuando yo le pregunto cómo se siente, ella me contesta que bien, que cree estar mejorando.

- Juliana, una cosa es lo que diga el paciente, que te quiera hacer creer algo que no es cierto y otra es lo que en verdad sucede. Han sido más los días malos que los buenos, ella ante ti se ha mostrado fuerte como si todo marchara bien y no es así, el cáncer ya había empezado a invadir otras partes de su cuerpo y sumando su diabetes que no fue tratada debidamente desde mucho tiempo atrás ha complicado más las cosas. ¿Cómo ha logrado mantenerse firme durante los meses anteriores? No sé, hay cosas que la ciencia no puede explicar.

- Eso quiere decir que ella se va a morir? -preguntó Juliana bastante afectada.

- Eso quiere decir que seguiremos dando batalla hasta donde sea posible, pero que no te puedo prometer nada. Mi recomendación ha sido mantenerla en reposo, aunque hay quienes no respetan mis indicaciones, - miró a Max quien guardaba silencio- hoy pidió que la dejara ver a su nieta y no me pareció prudente, de igual manera lo hizo. Sé que también quiere hablar contigo, no creo que sea correcto por ahora, pero la verdad es que lo que menos necesitamos es que se altere si le negamos eso y creo que tú también necesitas hablar con ella, así que adelante, cualquier cosa ya sabes donde encontrarme. – con esto la doctora se retiró.

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  Juliana inmediatamente se dirigió a ver a doña Julia, sentía tantas cosas, entre ellas miedo, otra vez miedo. Ya en la habitación tomó una silla y se sentó junto a la cama en donde la anciana se encontraba acostada, concentrada viendo hacia la ventana.

- ¡Hola niña bonita! ¿Cómo estás hoy? Gracias por venir tan pronto. – volvió su mirada hacia ella.

- Hola casi tocaya! Yo estoy bastante preocupada y triste porque alguien por aquí me ha estado ocultando cosas. No le voy a preguntar como se siente usted porque me va a contestar algo que no es cierto. – sentenció Juliana.