Notas

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Había regresado de su segunda cita.

TaeYong era enserio un ángel, al menos con él.

Habían ido a un museo juntos y a pesar de lo ruidoso que había sido el mayor, DoYoung lo encontró adorable.

Se notaba que no sabía nada de arte y aún así se hacía el sabelotodo para impresionarlo.

Sin duda fue una mejor cita que la anterior.

Había llegado a su casa, esta vez sin ningún JungWoo chismoso al que contarle como le fue la cita.

Cada día JungWoo pasaba menos tiempo con él y eso le molestaba.

Siempre habían sido ellos dos. JungWoo y DoYoung. Zeus y Dodo. El perro y el conejo. La uña y la mugre. A dónde quiera que iba uno, ahí estaba el otro.

Era parte de crecer, lo sabía, pero no estaba listo para separarse de su mejor amigo.

Le gustaba estar a su lado y recibir las quejas y los pucheros que el menor hacía cada que se equivocaba en algo ó las bromas pesadas que solía hacerle cada día.

Esperaba que Lucas no los separara a propósito, porque si no iba a repartir unos buenos golpes de conejo.

(...)

–Hyung, cómpreme algo de comer, tengo hambre. –JungWoo apareció frente a él de la nada mientras iba camino a la cafetería, juntando sus manos en forma de súplica.

–Tú, mocoso, no me has hablado un día entero y ahora apareces pidiendo comida. –se hizo el indignado y se volteó para saludar a otros compañeros de su clase.

En cuanto terminó de saludarlos y regresó a su camino para la cafetería, Woo volvió a molestarlo.

–Pero sabe que es porque estuve ocupado con mi mamá horneando pasteles para que vendiera. Por favor no se enoje. –hizo más pucheros, mientras que el mayor, resignado, tomaba su mano para entrar por fin a la cafetería y formarse en la fila.

–Seguro que estuviste mensajeando con Lucas.

–Eso no es cierto, ayer enserio no pude responder mensajes.

–Te voy a creer esta vez, Woo. –dijo con cierta duda en la afirmación del chico.

–¡Es enserio, hyung! Incluso me metieron a un grupo de crush culture, porque RenJun les dijo que tenía un pequeño crush con alguien.

—¿Qué es eso de "crush culture"? —preguntó con curiosidad el mayor.

—Es algo que no entendería, hyung —respondió el pequeño Woo.

Cuando les tocó su turno, ambos pidieron lo que querían y se fueron a sentar a la misma mesa de siempre.

Como llevaban tanto tiempo estando juntos en la escuela, habían hecho de esa mesa su lugar seguro, y todos los alumnos lo respetaban como si fuera de su propiedad.

Y eso no tenía que ver con que DoYoung irradiara una vibra oscura cada que alguien se acercaba, no, era porque todos son muy amables en ese lugar.

Cuando iban a dar su primer mordisco, alguien se sentó junto a ellos en la mesa.

Las personas que estaban cerca sostuvieron el aliento, mientras que otras comenzaban a formar teorías para hacer chismes y difundirlos.

Lucas se sentó frente a JungWoo, mientras DoYoung tomaba protectoramente la mano de Woo.

–Hey, bonito, ¿cómo has estado? –preguntó Lucas, tomando un poco de la bandeja de comida de el coreano menor.

DoYoung miró esto con indignación, pues JungWoo nunca dejaba que nadie tomara de su comida más que él, pero ahora estaba ahí, dejando que el chino comiera de ella.

JungWoo debería empezar a despedirse de las comidas gratis.

–H-hola, Lucas. –el menor balbuceó.

–No te hagas el tímido, Woo. –el coreano mayor dijo mientras ponía sus ojos en blanco.

La sola presencia del chino comenzaba a molestarlo, y eso que ni siquiera le había dirigido la palabra.

–Tú debes ser DoYoung, el perro guardián de Woo. –mencionó con burla. –Es un gusto.

–Hyung, no debería decirle así, Dodo me ha protegido muchas veces de otras personas. –dijo tímidamente.

–Entonces debería agradecerle por haberte cuidado mientras no estaba. –extendió su mano para estrecharlas, pero al ver que no era correspondida la dejó caer. –Gracias por cuidar a Woo, pero no tienes de qué preocuparte, yo lo cuidaré a partir de ahora.

Los dos coreanos tuvieron reacciones totalmente diferentes.

El coreano más alto comenzó a balbucear mientras su cara se ponía totalmente roja, su corazón empezó a latir de manera rápida y se puso a pensar en lo lindo que eso había soñado en boca del extranjero.

El coreano más bajo, por su parte, se puso rojo de la furia y empezó a idear un plan para acabar con el chino.

–No es de tu... –antes de que pudiera decir algo, Zeus lo interrumpió.

–No te tienes que preocupar, Lucas hyung, yo puedo cuidarme solo.

–Lo siento Woo, pero eres muy delicado como para dejar que te cuides solo. –observó la hora en su reloj y se levantó de la mesa. –Debo irme, pero antes debo entregarte esto.

Le dio un papel a JungWoo y corrió devuelta a la mesa en la que se encontraba el equipo esperándolo.

La forma en la que todos lo recibieron no le agrado a Do, pero antes de que dijera algo, Woo lo agarró del brazo y lo movió de un lado a otro.

–¡Dice que soy muy lindo!

"No me pude resistir a acercarme a ti al verte tan lindo ahí, como si fueras la cosa más bella que pudo haber sido creada"

Las palabras eran lindas, pero algo no cuadraba para DoYoung, quien se quedó viendo el papel, analizando. Cuando quiso voltear a la mesa del equipo, Lucas estaba viéndolo mientras hacía una señal de saludo.

Sabía que nada bueno venía después de esto.

Neo Culture CrushWhere stories live. Discover now