Cap. 5.- Problemática convivencia (⅔)

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El día de hoy me levanté temprano para empezar a trabajar, Golian me atendió de mala gana y me dio un papel y una bolsa con monedas y me dijo que fuera a comprar al gremio de artesanos los materiales de la hoja y que los trajera aquí, después regreso a dormir de seguro esperando a que me tardaré en traerlo todo, pero ya lo sorprenderé.

El gremio de artesanos se encontraba en una zona media entre la zona pobre y la media, y era muy distinto al gremio de aventureros, de en frente parecía una ferretería, pero de atrás se veía una gran nave de la cual salían chimeneas y ruidos de trabajos pesados.

Quien me atendió era de seguro la persona más gorda y musculosa del mundo, que por un momento pensé que le iría bien en el sumo.

Le expliqué lo que ocupaba y para que, tomo el pago, reviso los productos y la cantidad (ladrillos y cemento) y me llevo a un almacén un poco apartado. Decía que desde hace tiempo que ya tenían los materiales para la iglesia pero que nadie había venido por ellos, al parecer la reconstrucción de la iglesia lleva 2 meses de retraso.

Los ladrillos estaban sobre tarimas y en total eran 10, aparte eran 13 costales de cemento. Descubrí que podía meter los ladrillos y la tarima en el inventario y solo ocuparía un espacio. Saque la ropa, la rama y mi dinero y los metí en la mochila para meter todos en el inventario. De inmediato sentí el golpe de gravedad por el peso extra, casi pierdo el equilibrio, pero esto no es nada comparado a la piedra-tumba del hombre con cuernos.

Fui corriendo a la iglesia y dejé todo, tome las tarimas y las regrese al gremio, lo bueno es que nadie se dio cuenta que las había tomado, regrese a la iglesia y si, Golian se sorprendió que traje todo en menos de una hora.

Ya después saco una espátula, una pala, una tabla negra y un cristal azul. La tabla negra al ponerla en horizontal se mantiene nivelada sin importar cuánto intentes ladearla, me la pasé jugando con esta hasta que Golian me regañó diciendo que podía romperla, y el cristal al ponerle un poco de magia saca un chorro de agua, de inmediato le agarré el truco y me puse a beber como loco, y también Golian me regañó.

Golian usando magia deshizo el escombro del cemento hasta dejarlo como una arena fina y después lo mesclo con agua y el nuevo cemento, fuimos poniendo los bloques de poco en poco pero, ¡Golian es demasiado lento! Sé que está viejo pero esto es demasiado, y cuando yo quería acelerar el paso de inmediato me frenaba, aparte que cada cierto tiempo le echaba más agua al cemento y lo revolvía un largo rato, supuestamente como el agua es conseguida con magia está se deshace y tenemos que hacer esto para no dejar inservible el cemento, al principio no le creí pero después vi que la primera línea que pusimos ya se había secado, por cierto, me cambie la ropa a una de las que compré ayer.

Ya cuando dieron las 3, o al menos eso creo ya que no tengo reloj, el cemento se acabó y Golian dijo que ya habíamos terminado por hoy, yo no le quise discutir así que me fui pero ya avanzado un tramo me di cuenta de algo, ¡Ese maldito, ni ayer ni hoy, me ha dado algo de comer en la mañana!

Me calme para después ir a un puesto donde vendían brochetas de carne de un animal llamado high-rabbit, yo no le di muchas vueltas y me lo comí y tengo que admitir que su carne es bastante sabrosa. Ya estaba a punto de comprar la tercer brocheta cuando vi a alguien conocido pasar.

[Kevin] ¡Oye niña, ven!

La niña pelirroja me vio y después se acercó a mí.

[Kevin] ¿Cómo te llamas? Ayer no pude preguntar tu nombre.

[Lila] Lila, señor.

[Kevin] Oiga, deme dos para llevar por favor.

El encargado me envolvió dos brochetas en papel y me las dio.

La felicidad a basé del inventarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora