Solo soy una taza.

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Una taza pintoresca posada en la vitrina,

Una taza que es imperturbable de porcelana,

Una taza exhibida alcance de todo el mundo.


Una taza que cayo en manos curiosas,

Una taza que cayo por una mano incapaz,

 Una taza que cayo al piso duro sin contemplación.


Miles de trozos formo una taza de porcelana,

No, ya no hay, no hay una taza original,

Su dueño se iba a despojarse de los trozos.


Un sabio extranjero lo detuvo su acción,

Él haría el uso del conocimientos milenarios,

El famoso arreglo con oro y pegamento.


Le tomo mucho tiempo recoger cada pieza,

Por minúscula que fuera debía recrear la taza,

Adquirió una nueva apariencia la taza única.


Mayor valor tiene ahora para su dueño,

Quien mostró gratitud al extranjero japonés,

Pero la taza es celestial gracias a él.


¿Quieres anhelar ser esta taza?

Vendo Palabras DoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora