Capítulo 12

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Frankenstein: dame un omelete de nariz bubónica de alce con pasta de cucaracha y jalea de ratón -le dijo al zombie que lo atendía en el bufet-.

Naruto había estado con el por curiosidad, tenía pensado comer algo, pero al ver lo que servían mejor pasaba de esa opción.

Tanto el como los demás, estaban vestidos con ropas para la piscina. Y ahora quería encontrar a Mavis y olvidarse un poco de la comida.

Chef (Quasimodo): ¡bonjur, monsieur Drácula!. ¿Le puedo hacer un omelete? -le pregunto, era un chef, cocinar era lo que hacía-.

Drácula: no, no tengo apetito -estaba parado lejos de la piscina y observando que todo estuviera en orden-.

La rata que tenía Quasimodo en el sombrero, estaba empezando a olfatear el aire otra vez. Esta se puso en la punta de la nariz de su dueño para informarle sobre el descubrimiento.

Quasimodo: ¿qué? Esmeralda, ¿lo oliste otra vez? -le preguntó, estaba más seguro que algo no estaba en orden y más al estar Drácula a cargo-.

Este se había asustado por escuchar la conversación y más al escuchar que era un humano.

Drácula: ¡tengo hambre! -le dijo estirando los brazos para que le pusiera atención y de paso mandar a su rata lejos de él con un golpe- su olfato complica todo -pensó preocupado-.

Está calla en el cabello de Eunice, que parecía no haberlo notado. Ella estaba en una mesa con Naruto, Mavis y Griffin.

Lo curiosa era que cierta chica vampiro, no despeja a la mirada de cierto chico zorro. Aunque este no se daba cuenta.

Eunice: ay, Naruto, ¿has ido al Taj Mahal? -debido a ser un monstruo, no podía ir a los lugares que le llamaran la atención, pero Naruto le había contado que estuvo en varios lugares del mundo-.

Naruto: si, estuve un tiempo en India y decidí que explorar ese lugar, creo que ha logrado especial notoriedad por el carácter romántico de su inspiración -le dijo a la novia de Frankenstein- quizás lo hubiera disfrutado más con una chica -su mirada automáticamente se fue a Mavis, vio que lo seguía viendo con una sonrisa- si, con una chica especial -ya estaba pensando en otro regalo para la cumplañera-.

Mavis: yo quisiera ir allá -dijo en voz alta y sin despegar la mirada en Naruto, quien sonrió por escuchar eso, tal vez en otro cumpleaños le darían una visita al lugar-.

Drácula: ¿sabes que?, dame 50 omelettes -le estaba pidiendo esa cantidad para que estuviera ocupado y no profundizara en el olor a humano- empieza en este instante -lo lanzó a él monstruo que estaba de atrás de la barra de bufet-.

Quasimodo: ¡ya lo oíste!, ¡hazlo! -empezo a golpearlo para que se empezará de inmediato, a pesar de que se lo había exigido a él-.

En la mesa de Naruto ya se habían sumado más monstruos para escuchar lo que decía.

Mavis: ¿como lidiaste con las multitudes? -saberlo le serviría para el futuro. Estaba dispuesta a darles una segunda oportunidad. Además, la compañía de Naruto sería algo bueno-.

Naruto: recuerda Mavis, "no todos son malos", hay personas que ni siquiera le importa estar en presencia de alguien como yo -su mirada recorrió la mesa y los monstruos- o alguien como ustedes, siempre habrá alguien para darles una oportunidad -les dijo con confianza-.

Drácula se había movido a la mesa y escuchaba la conversación. Precia estar en una misión secreta, porque pareciera que no quería que lo descubrieran.

Wayne: tal vez la idea siga presente, hay que darle tiempo -apesar de que se oía como algo bueno y lo era, necesitaban más confianza para exponerse de la nada- pero suena cool, ya sabes, viajar a eso sitios y eso.

Drácula: - apareciendo de la nada- si, eso es cool -dijo sin importarle y para esquivar el tema- mira, mi amorcito -en sus manos tenía un plato de comida para su hija- te traje un pan con "queso berreón".

El pan había gritado, para parecía a nadie importarle, sólo a Naruto que lo vio de forma rara.

Mavis: ¡Santa rabia!, ¡gracias, papá! -de un rápido movimiento se puso enfrente de Naruto- ¡prueba el "queso barreón"!.

Naruto: -viendo la cara que puso el Conde- ¿sabes Mavis? -ella lo escuchaba y también el queso, por alguna extraña razón- porque no mejor lo disfrutas tu, estoy seguro que Drac lo hizo para que tu lo disfrutarás. - le dijo con una sonrisa, si él tuviera una hija, disfrutaría mucho ver la cara de felicidad que pondría al comer algo que él hizo-.

Mavis vio la cara de su padre, tenía una pequeña sonrisa por las palabras del humano. Además, desde niña disfruto de su comida, provar lo que había hecho no estaría mal.

Mavis: - de una sola mordida se comió lo que tenía en la mano- gracias, papá, estuvo delicioso -le dijo con una sonrisa-.

Drácula: de nada, murciélaguito -le dijo con la misma sonrisa que ella-.

Fin.
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Chau.🖖

Naruto en Hotel TransylvaniaWhere stories live. Discover now