━━━ⵢ Ψ🔮✧ 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃
↳ ❪ terminada ❫
𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 ━━━━━ Infratierra se ve absorbido por el hechizo de la Reina Malvada,
conocida como Regina. La guerra contra la Reina Roja ha terminado,
pero ahora queda otra batalla, recuperar s...
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CAPÍTULO SEIS | UN CUENTO DE HADAS Y RECUERDOS
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📍 Storybrooke.
Christine no había estado de acuerdo en atacar a Jefferson de aquella forma, ni siquiera había sido parte del plan de Emma distraer a Jefferson, porque realmente aquella pequeña conversación había resultado completamente sincera. Sin embargo, Emma la había llevado consigo para ir por Mary Margaret y desatarla nuevamente, tenían que salir de la casa con rapidez, no solo por Jefferson, sino porque también Mary Margaret debía volver a su celda antes de que Regina se diera cuenta que ya no estaba. Emma desataba a Mary Margaret por arriba mientras que Christine desataba sus piernas, pero en medio de aquello Jefferson entró corriendo tirando a Emma al suelo junto con Christine. El arma de Jefferson había quedado en la alfombra, pero él no permitió que Emma la tomara. Y solo cuando la apartó y tomó su arma nuevamente junto al sombrero, Christine se incorporó del suelo mirando la escena, pero sobre todo, mirando en dirección al cuello de Jefferson. La marca rojiza en su piel marcaba perfectamente un corte que parecía atravesar todo el diámetro de su cuello.
──¿No te impresiona? ──la sorpresa en el rostro de Christine la paralizó un momento y no le dio tiempo a reaccionar cuando Mary Margaret atacó a Jefferson por la espalda para luego empujarlo y hacerlo caer por la ventana de la casa hacía el jardín. Para cuando se acercaron a mirar, solo estaba el sombrero.
──No pudo haber ido lejos ──no había rastro de Jefferson por ningún lado y Christine no quería admitirlo pero estaba preocupada──. Esto... esto estuvo mal.
──¿De qué hablas, Christine?
──Es un hombre complicado que... lo perdió todo ──Emma y Mary Margaret la miraban confundidas. Suspirando, entendió que debía pretender que no había creído una palabra de Jefferson──. Tal vez... tal vez tienen razón. Todo lo que dijo es una locura.
La campana de la ciudad comenzó a sonar, era momento de regresar. Mary Margaret fue la primer parada, por suerte habían llegado antes que Regina a la estación de policía. Aunque Emma había insistido en llevarla a su casa o a la pastelería, Christine se había negado cortésmente, prefería caminar al trabajo y al menos así, tendría tiempo de pensar en todo lo que había pasado. Así que apenas detuvo el auto en la estación, Christine bajó del mismo y con una sonrisa se despidió antes de alejarse caminando mientras los rayos de sol comenzaban a salir en el pueblo. Por muy extraño que sonara todo lo que Jefferson había dicho, Christine sabía cuando alguien mentía y le había alcanzado con verlo a los ojos para saber que no estaba mintiendo. Había visto su tristeza dentro de toda la sinceridad con la que hablaba y lo último que no podía sacar de su mente era aquella marca en su cuello.
