👑Una joven👑

336 14 5
                                    

En la actualidad, los cuatro reinos se encuentran en paz, luego de una cruel guerra, Hayao, el Rey del Norte fue el héroe que logro poner fin a la sangrienta guerra fría, pero él era un Rey con esposa pero sin hijos, ya que fue obligado a casarse con aquella mujer y el deseo de esa mujer era ser hermosa siempre, así que entre sus planes no estaba tener hijos o hijas, por lo que no tenía a nadie que sucediera al trono, claro eso cambio cuando la conoció a ella...

-Saldré un momento, no quiero que me sigan, necesito estar solo- Fueron sus palabras, al ir al jardín, observaba aquellas hermosas y delicadas  rosas que adornaban el lugar, el perfume de las rosas era exquisito, sin embargo un poco más al fondo escuchó a una doncella cantar, su voz era como la de un ángel caído del cielo, al dirigir sus pasos al lugar observó a aquella mujer, cabello negro y hermosa figura, se encontraba regando las rosas mientras entonaba una hermosa canción.

-Disculpa- le dijo el Rey y ella se giró, su rostro parecía el de una muñeca, maravillado quedó el rey ante la presencia de aquella mujer quien rápidamente se inclinó al notar de quién se trataba.

-Su alteza, me disculpo, nadie me avisó que saldría de paseo- Aquel Rey se acercó y levantó el mentón de aquella chica -¿Cuál es tu nombre?- le preguntó -Yo... Me llamo Elisa- Dijo algo tímida, el Rey sonrió -No te había visto por este lugar ¿Acaso eres nueva?- Preguntó con curiosidad, ya que en su vida había visto una mujer tan hermosa.

-Así es, su alteza, yo vengo del reino del Sur, fui enviada a este lugar porque varias de las hermosas rosas que adornan el palacio estaban muriendo... Así que decidieron buscar en los demás reinos alguien con alguna habilidad con las flores para poder traerlas a la vida de nuevo- Dijo mientras suspiraba, ella había Sido obligada a ir a ese palacio, pero claro, esto no lo iba a decir.

El tiempo comenzó a pasar después de ese encuentro y el Rey frecuentaba a escondidas a aquella hermosa dama, quien poco a poco empezó a tener sentimientos por el Rey, fue así como su amor fue consumado, pero lo que había sucedido aquella noche tendría consecuencias....

-¿Dónde está Elisa?- Preguntó el Rey cuando salió a dar su paseo y no la encontró.

-Disculpe su alteza, ella se marchó y le dejó esto- Le dijo uno de los jardineros y le entregó una carta...

Esto desconcertó al Rey inmediatamente así que fue a sus aposentos a leer la carta que su amada le había dejado, ella se había marchado pues estaba embarazada... Elisa esperaba una hija suya y se había ido, claro esto no pasó por alto al Rey así que inmediatamente mandó a personas de su confianza que la buscarán por donde fuera...

El tiempo comenzaba a pasar y los meses transcurrían en aquel palacio, pero hasta ahora no había recibido ninguna noticia de su amada, cada noche leía aquella carta en escondidas de su reina, extrañando cada día a su hermosa Elisa, la mujer que él amaba con todo su corazón.

Fue así que pasó un año, el Rey se encontraba en su despacho cuando alguien ingresó.

-Las encontramos- Dijo aquel hombre y el Rey salió a toda prisa de aquel palacio, claro que esto no pasó por desapercibido por la reina, quien ya había notado un extraño comportamiento en su marido...

Los días comenzaron a pasar y cuando por fin llegó a aquella cabaña oculta entre las fronteras de su reino y el reino del Sur, las vio en la lejanía, a su amada cargando en brazos a su bebé...

-¿Encontraron algo?- Dijo la reina mientras una joven de cabello rubio largo le alcanzaba una carta, al leerla el semblante de la reina cambio totalmente, era inaudito... Su marido le había sido infiel y aunque ella no lo amaba, una infidelidad por parte de ese hombre no lo pasaría por alto, ella haría todo por averiguar quién era aquella mujer.

Los años comenzaron a pasar, el Rey no sabía que la reina había descubierto su infidelidad, pues hasta ahora no había hecho absolutamente nada, claro, hasta ese día, cuando su hermosa hija cumpliría 17 años...

-Saldré a una reunión- Dijo el Rey a la reina mientras esta era arreglada por sus sirvientes -¿Reunión? No tienes nada agendado, querido- Le dijo y este simplemente ignoró sus palabras para marcharse, una sonrisa se dibujó en el rostro de la reina mientras se aplicaba un labial color rojo y observaba su reflejo en aquel delicado espejo...

-¿Qué es esto?- Dijo el Rey totalmente afectado por la escena... Su amada Elisa estaba en el suelo llena de sangre pues su frágil cuerpo había sido traspasado por flechas... Al parecer unos ladrones habían ingresado a aquel lugar, o eso aparentaba la escena -¿DONDE ESTÁ MI HIJA?- Se alteró aún más al no ver a la joven en aquel lugar, los guardias que lo habían acompañado empezaron a buscar mientras el se arrodillaba y abrazaba a su amada... Un grito de dolor ahogó su garganta mientras el cielo se tornaba de un color gris...

-¡La encontramos!- Escucho decir a sus hombres después de un largo rato... Él coloco con cuidado el cuerpo de su amada en el suelo y luego colocó su elegante capa sobre ella, dirigió sus pasos rápidamente a dónde se encontraban los guardias....

-Está herida... Pero logró escapar...- La hermosa hija del rey había sido herida en el brazo y el abdomen, pero por alguna razón había logrado escapar, el rey decidió llevarse a su hija a otro lugar, con un amigo que tenía desde hace muchos años, quien era doctor ..

-Por favor, Fausto, haz algo- Le dijo mientras aquel hombre asentía y su esposa quien era enfermera llevaba a la joven para poder salvarla...

Cada segundo que pasaba se sentía una eternidad, luego de varias horas, aquel hombre salió -Ella se encuentra bien, en unas horas despertará de la anestesia, así que no se preocupe su alteza-

El rey pudo dar un suspiro de alivio después de escuchar aquellas palabras, luego de hablar un rato con los guardias quienes habían regresado de investigar la escena -Mi señor, le puedo asegurar que no fue un robo, más bien... Parece una escena perfectamente montada, creo que más bien deseaban eliminar a la señora Elisa-

-¿Que quieres decir con eso Mikihisa?- Le preguntó el Rey

-Mi señor, he visto muchas escenas de robos en todo este tiempo, realmente la escena parece demasiado perfecta para dejarlo pasar como un simple robo, además la forma en la que hirieron a la señora Elisa fue demasiado terrible...- Suspiró y el Rey empezó a pensar ¿Quien sería capaz de cometer semejante crimen atroz?

-De lo que estoy seguro... Es que su hija iba a correr el mismo destino... Pero- Le entregó una rama color verdoso en su mano que al ser tocado por el Rey desapareció como por arte de magia -La señora Elisa protegió la vida de su hija a costa de la suya, por lo que si las personas que idearon el ataque de enteran, seguramente vendran por ella-

Esto preocupo demasiado al Rey, tenía que encontrar una solución rápida a lo que le habían dicho, no podía permitir que su hija pasara por el mismo destino de su madre...

Mientras tanto en aquel castillo una risa escabrosa se dejaba escuchar por aquellos pasillos y aquella reina sostenía una copa de vino tinto mientras observaba a la lejanía y continuaba riéndose -Espero que te haya gustado mi regalo, mi querido esposo-

Continuará

👑Mi Guardaespaldas👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora