Incognito #3

La Locura Dentro de la Oscuridad (3)

Alberu se sentó en cuanto tomó aliento.

Pudo ver a alguien mirándolo.

"...¿Cage?"

"Sí, soy yo, su alteza".

Jack y Cage lo miraban con miradas nerviosas desde el otro lado del sofá en el que Alberu había estado acostado.

Alberu miró lentamente a su alrededor.

"...Esto me está volviendo loco."

Jack y Cage se estremecieron después de escuchar las primeras palabras que dijo después de despertarse, pero Alberu no tuvo tiempo de concentrarse en ellas.

Se había despertado mientras peleaba.

Había estado mordiendo monstruos en el cuerpo de un monstruo llamado Tigre Oscuro hasta que abrió los ojos solo para encontrarse de repente aquí.

La luz del sol entraba por la entrada de la tienda.

La luz del sol era roja.

Cage comenzó a hablar en silencio.

"Ya es de noche, su alteza".

"¿Ya es tan tarde?"

Alberu pensó por un momento y murmuró para sí mismo.

"... ¿Dos veces más rápido? ¿O son tres?"

"¿Disculpe?"

"No es nada."

Sacudió la cabeza ante la pregunta de Cage. Alberu notó entonces la curiosidad detrás de los ojos de los dos sacerdotes mientras lo miraban.

Estoy seguro de que quieren saber cómo les va a Cale y Choi Han.

Alberu miró hacia su estómago.

El dispositivo de comunicación de video mitad negro mitad blanco estaba allí.

Abrió la boca para hablar.

"¿No ha pasado nada más mientras dormía?"

"Si su Alteza. Ni siquiera hubo una llamada a la línea de emergencia porque preparó todo antes de quedarse dormido".

"Eso es un alivio".

Cage y Jack observaron atentamente al Alberu que respondía con calma.

Estaba tranquilo, pero su cuerpo estaba cubierto de sudor.

Por eso Cage se había preguntado si debería despertarlo antes de la hora discutida.

No lo hicieron porque parecía pacífico, salvo por el hecho de que estaba sudando mucho.

"...Su Alteza. El contenido del trato..."

"Espera".

Abrió su mano hacia Cage para evitar que ella hablara.

Los dos sacerdotes no lo sabían porque estaban de espaldas a él, pero había una pequeña cantidad de puesta de sol roja entrando desde la entrada de la tienda.

Era obvio lo que eso significaba.

"Por favor, entra, Raon-nim".

No podía ver a Raon, pero la trampilla de entrada se levantó un poco más.

"Miaaaaaau".

"¡Miaau!"

Primero entraron dos gatitos y luego la entrada de la tienda se cerró herméticamente antes de que el joven Dragón negro se revelara.

"¡Príncipe Heredero!"

"Sí, Raon-nim".

Raon, On y Hong.