Ilusión

1.8K 143 139
                                    

Te atrapa sin que te des cuenta

Me vendó ojos, piernas, brazos y boca, dejándome aparentemente inmóvil. No podía levantar sospechas, así que llevaría esto hasta la última instancia. Me cargó en sus hombros y por suerte mi mochila no se cayó. De un solo movimiento se posicionó arriba del árbol y empezó a correr entre las ramas. Aunque yo no pudiera ver trataba de memorizar los sonidos y olores del lugar para así trazar un camino mental. Sentía cómo abandonábamos la aldea y nos adentrábamos aún más al bosque. Los sonidos de animales y el viento me indicaban que íbamos a un lugar bastante escondido. Y por ahora, lo único que se me venía a la mente era la casa del hombre que conocí.

Finalmente detuvo su andar, y posteriormente identifique el sonido de una ventana deslizándose. Evidentemente íbamos a entrar al lugar, pero algo estaba raro, no se escuchaban otras voces. Me aventó y me asegure de caer con el hombro para el pergamino no se dañara. Por suerte una superficie blanda evitó que me lastimara... ¿blanda? ¡estaba en una cama! Dejé atrás el pensamiento de que fuera un sirviente de aquel hombre, de seguro era un pervertido. Sus pasos se aproximaron y cuando estaba lo suficientemente cerca escuché el roce de un kunai. Ahora sí, estaba lista para atacar.

-Siempre siendo una molestia. Que no se te ocurra golpearme, solo te quitaré las vendas-

Esa voz... no, no era posible. Tal vez...pero si estuviera en un genjutsu ya lo habría notado. Además tendría que ser alguien que me conociera bastante bien para jugarme este tipo de bromas. Pero la simple posibilidad ya me ponía demasiado nerviosa. Y si fuera él ¿qué hacía aquí? ¿qué quería? ¿me estaba siguiendo?, era demasiada información que procesar en cuestión de segundos.

El filo del kunai rozó mis mejillas sin causar daño, desasiéndose de las vendas de mi cara y mis pensamientos Abrí los ojos tratando de vislumbrar todo desde la obscuridad, la única fuente de luz era esa pequeña ventana. Parecía una habitación bastante austera, sin ningún tipo de decoración o mueble. En medio de ella se distinguía una silueta masculina, y no cualquiera, sino una bastante familiar.

-¿No piensas desatarme?- trataba de enfocar mi vista en sus facciones para asegurarme que era real.

-Primero explícame qué haces aquí- se veía furioso pero mantenía un tono de voz bajo

-Lo que haga o deje de hacer no te importa Uchiha ¿o piensas volver a secuestrarme?-

-Deja de hacerte la inocente Sakura, eres tú la que está en mis territorios-

-¡Yo vine aquí por una misión!-

-Mierda, baja la voz que aquí tampoco es seguro-

-Entonces déjame ir-

-¿Sabes cuántos hombres hay buscándote al rededor? armaste todo un escándalo allá a fuera. A todo esto ¿en dónde está Naruto? ¿y el descolorido que se hace llamar mi remplazo?-

-Ellos no vinieron, ya te dije que no todo es por ti-

-¡Entonces dime porque estás aquí!-

-Primero desátame- dudó unos segundo, pero finalmente se acercó a mi

-Solo los brazos, las piernas serán ya que termines de hablar- se sentó a lado de mío

Nuestra dolorosa historia Where stories live. Discover now