50 Sombras de Michaelis (Sebastian y tú) +18

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–Cariño, deja de estar tan alicaída.

La voz melosa de tu madre te saca de tus pensamientos, forzándote a apartar la vista de la ventanilla y dejar de auto compadecerte por encontrarte en tal situación. Aguantas un suspiro de agotamiento y vuelves a insistir, por enésima vez en las últimas tres horas, en que no estás triste, ni alicaída, ni amargada, como se empeñan en afirmar tus padres.

–No has abierto la boca desde que entramos en el carruaje– interviene tu padre, sentado frente a ti. En cualquier otra ocasión te hubieras reído de lo estrecho que le quedaba su traje elegante, debido a los «quilitos» que había ganado desde la última vez que se lo puso. Pero no estás de humor para risas.

–No tengo nada que decir– contestas, tajante, así como te permite tu corsé, el cual tu madre ha hecho que te apretaras excesivamente para la ocasión.

Sientes la mano de tu madre posarse sobre tu regazo. Intenta mantener contacto visual pero se lo niegas rotundamente, queriendo aparentar que tus zapatos (los cuales no puedes ver por culpa del enorme vestido rojo) te parecen mucho más interesantes.

–Dinos qué te preocupa, por favor– insiste tu madre.

Ahora sí, suspiras. Han sido ellos quienes han querido saberlo.

–Es solo que no entiendo por qué tenemos que ir– dices, más para tu padre que para tu madre, puesto que es él quien ha organizado todo el embrollo­–. No conocemos a ese conde de nada, ni siquiera le hemos visto en los bailes de sociedad. ¿Por qué vamos a cenar a su casa?

Tu padre sonríe y suelta una risita. Está claro que una niña de 17 años como tú no puede entenderlo.

–Cielo, el conde Phantomhive pertenece al pequeño círculo de la nobleza que goza de más cariño por parte de la reina. Nunca está de mal hacer buenas migas con esa clase de gente. Además, ha sido él quien nos ha invitado y sería una descortesía negarnos ¿no crees?

No contestas. Sabes perfectamente que la razón por la que tu padre aceptó la invitación fue por el mero hecho de poder presumir de ello. Le daban igual la reina y sus amigos, no eran ellos los que compraban sus insulsos cigarrillos importados de las américas.

No entiendes por qué alguien tan ilustre como el conde Phantomhive quiere cenar con tu familia. Tu padre es tan solo un nuevo rico, nada de importancia. Al menos en apariencia. Porque no es con el tabaco con lo que se ha enriquecido.

–Procura no mostrarte tan desganada ante el conde– sonríe tu madre. E aquí sus verdaderas intenciones.

–Mamá, ya oíste lo que dijo la abuela– por fin entiendes a qué venía tanto interés con apretarte más el corsé–:  el conde está comprometido. Y desde hace años, además.

–Bueno– no sabes si la sonrisa pícara de tu madre te divierte o te asusta–, siempre tiene tiempo de cambiar de opinión. Al fin y al cabo, si no se ha casado todavía es porque no las tiene todas consigo.

«¿De verdad es tan malo no estar comprometida a los 17 años que mi madre quiere que me empareje con un desconocido que sí lo está?» piensas, mientras te llevas discretamente tu mano derecha al pecho. La falta de aire te cansa hasta al pensar. Estúpido corsé.

El silencio se apodera de nuevo de la situación. Ya solo se oyen los pasos de los caballos y el sonido de algunas ramas al acariciar el techo del vehículo. Diriges de nuevo la mirada al exterior, aunque no hay nada que ver debido a la oscuridad y a la lluvia, que amenaza en convertirse en una tormenta si no cambia mucho la situación en la horas siguientes.

No pasa mucho tiempo hasta que unas luces se distinguen frente a ti, a medida que el carruaje gira en una especie de rotonda, frente a la mansión más grande que has visto en tu vida. Por un momento piensas que quizás tu madre no vaya tan mal encaminada, que no estaría mal vivir en un lugar así. Sacudes la cabeza al darte cuenta de que tus pensamientos van en contra de tus principios. Recuerdas que se supone que estas enfadada y recuperas el semblante serio, que por unos momentos se había encendido de ilusión al observar aquella majestuosa vivienda.

Kuroshitsuji One-ShotsМесто, где живут истории. Откройте их для себя