2-Accident in the hallway

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                                                                    (Accidente en el pasillo)



Aún discutieron un buen rato antes de bajarse del coche. Y siguieron discutiendo entre las paredes de Thornhill. Cheryl los seguía, todavía con la mirada fija en la tecnología. La pelirroja tampoco vio al pájaro color dorado que se encontraba en una pequeña jaula en la esquina del pasillo ¿Sería eso otra señal?  

—¡Al fin! -exclamo Cliffor, su padre, abriendo la puerta de la habitación de Cheryl-

Arrastraron las maletas dentro. Cheryl se quedó en el pasillo, concentrada en la pantalla con sus ojos enrojecidos. Una mano tiro de ella hacia el interior de la habitación. 

—¡Cheryl, deja ese cacharro y mira que vistas tan bonitas! -dijo Kira, la Blossom mayor- ¿Porque mi habitación no es así? -reprochó-

Con desgana, Cheryl contemplo los muebles antiguos. Lo único que llamo su atención fue un pequeño bombón que había encima de la mesita de noche. Sin pensarlo, lo cogió y se lo metió en la boca. Después contemplo que la cama encajonada contra la pared fuera a su gusto. 

—¿Podría remodelar un poco la habitación? -pregunto observando con pocos ánimos el resto de la habitación-

—Claro, cariño, podríamos ir a comprar algunas cosas -contestó Penelope, su madre, dejando un pequeño y delicado beso en la frente de Cheryl, a lo que está respondió con una leve sonrisa-

La habitación de Cheryl parecía que habían cambiado de siglo. La disgustaban aquellos muebles rancios, la moqueta blanda, los cortinajes caídos como colas de novias. Desde la ventana que se veía toda la ciudad. Pero dejando todos los defectos que Cheryl le había encontrado a esa casa, a Kira la había gustado. 

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El sol se metió en sus pestañas tratando de abrirse paso. Cheryl apretó con fuerza los párpados y se dio la vuelta en la cama. 

—Vamos, hermanita, tenemos un largo día por delante -dijo Kira moviendo a Cheryl de lado a lado, a lo que está contesto con un quejido-

—Pero es sábado -se quejó enterrando más su cuerpo en las sábanas revueltas-

—Me da igual Cheryl -se escuchó como abría un poco la ventana- Tenemos que visitar muchas cosas, como por ejemplo; South Sight High. Riverdale High, oh si, iras a ese instituto. También tenemos que visitar un restaurante del que he oído hablar, se llama Pop's 

Cheryl se tapó las orejas con la almohada y volvió a caer en el sueño. Pasaron pocos minutos cuando sintió que la volvían a mover 

—¡Venga, Cheryl, levántate!

Ambas desayunaron. Cheryl, aún medio dormida, ni si quiera se tomo el zumo de naranja.

—Luego tendrás hambre -aviso Kira-

—Soy mayor, déjame en paz -se levantó de la mesa con mal humor- ¿Y mamá y papá? -pregunto, mirando a su al rededor, dándose cuenta de que ninguno de los dos se encontraban en la casa-

—Han salido -respondió, imitando la acción anterior de su hermana pequeña, pero está guardando los platos sucios en el lavaplatos-

Cheryl no contestó y camino por los grandes y oscuros pasillos de Thornhill. Al llegar al final se encontró con el pájaro, pero esta vez si le presto más atención que antes. ^Lindo pájaro^, Pensó para seguir caminado rumbo a su habitación

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(A partir de aquí será todo un poco menos narrado, porque mi vocabulario no da para tanto, sorry besties)

Cheryl se encontraba andando y contemplando los pasillos de Riverdale High. Kira la había dicho que valla allí, ya que el director, Weatherbee, la había llamado para decirla que hoy, una chica se había puesto voluntaria para enseñarla el instituto a Cheryl. La pelirroja rezaba porque al menos la chica no fuese insufrible. 

Sin siquiera darse cuenta de lo sucedido, ya se encontraba encima de una chica. Pelo moreno con las puntas rosadas, piel color beige y ojos almendra. Rápidamente, Cheryl se apartó de ella y volvió a su postura original. 

—¡Podrías tener más cuidado! -exclamo terminado de quitar la suciedad que se había quedado en su ropa de marca. A diferencia de la chica, quien usaba ropa de segunda mano-

—Tu podrías estar más atenta -respondió aquella chica de ojos al almendra con total tranquilidad-

Cheryl, se quejó y salió casi corriendo hacia el despacho del director, para ser sábado, había alguna que otra persona andando por ahí. Al llegar allí solo se encontró al director, se sorprendió al no ver a la chica que iba a enseñarla todo. 

Pasaron algunos minutos y la misma chica con la que se había chocado antes, entró por la puerta. 

—Disculpe, director, me tropecé con una chica antes, lo siento -se disculpo por cuarta vez, sin siquiera ver a la chica pelirroja que se encontraba ahí-

𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora