Capitulo 1

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ELEONOR CLARKE

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ELEONOR CLARKE

—¡No puedes hacerlo! - le gritaba a la querida esposa de mi padre mientras ella sacaba las cosas de mi madre que estaban siendo empaquetadas.

—¡¿Ah si?! ¡¿Y por qué no?!

—¡Por que son las cosas de mi madre! y no tienes derecho a regalarlas ¡Es más! No tienes derecho ni a tocarlas.

—Tu madre ya no esta aquí ¿si? ¡tienes que entenderlo!- dice mi padre al ver que discutía con su esposa.

—Tu más que nadie me debería de estar apoyando en esto, ¡Perdiste a tu esposa!

Mi llanto salia desesperadamente de mis ojos y no podría detenerlo aunque quisiera. Las lágrimas que se escapaban de mis tristes ojos, ya recorrían mis mejillas hasta que llegaron a mis labios y probé su sabor salado.

—¿Que se te ha olvidado todo lo que viviste con ella? ¿Que pasa con todos los recuerdos de su matrimonio?

—Eleonor, entiende que me duele lo de tu madre, pero ya ha pasado un poco más de un año, tienes que dejarla ir.

—Hazle caso a tu padre, Eleonor. Todo esto que está aquí -dijo señalando la ropa de mi madre que se encontraba en cajas de cartón para ir a donarlas- ya no nos sirve y además te hace daño vivir con esto, te aferras a qué tu madre regresará y no será así. Yo como psicóloga te puedo decir que esto no esta bien, no te encierres en los recuerdos de la Difunta.

Lo último que menciono fue la gota que derramo el vaso ¿Por qué no puede decir el nombre de mi madre? Estoy segura que es por qué sabe que arruinó un matrimonio.

—¿Y yo como por qué carajos debería hacerte caso? Si no mal recuerdo ni terminaste la carrera, así que no vengas a decirme todas estas cosas que no sirven para nada.

—¡Eleonora, no voy a permitir que le hables así a tu madre!

—¡Esa loca nunca será mi madre!

¿Que pasaba por la mente de mi padre? Estaba completamente loco y ella aún mas.

—Aunque no lo creas Eleonor, yo soy ahora nueva tu madre y no voy a permitir que me hables de esa manera.

—¡Pero es que a mí me importa una mierda lo que tú me permitas o quieras!

Después de decir eso, sentí como mi mejilla derecha ardía de dolor. Al abrir mis ojos vi a mi padre con una mano en el aire.

Lo único que hice fue levantarme y agarrar la caja llena de ropa y llevarla a mi habitación y encerrarla con llave para que no se la llevaran.

Me dirigí hacía la salida. En la mesa que estaba a lado de la puerta estaban mis audífonos, los agarre, los conecté a mi teléfono y lo metí a la bolsa que tenía mi sudadera

Cuando Deje De LloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora