12; Tiempo sabio

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Schlatt no era un buen hombre en esos tiempos.
No tenía una buena currícula para pasar entrevistas, y salvarse de objetivos con tal a su experiencia, después de todo, él hubiera comenzado estudios si tan solo no hubiera tenido tantas aventuras, siendo cobrado por el karma por como de presentaba su situación actual.
Pero no aborrecía su vida de ahora, en comparación a la de antes, el karma podría haberle dado una mala jugada, pero inconsciente supo darse unos empujones día tras día, llegando al futuro radiante y prometedor.
Tenía un hijo a quien amar y un compañero de vivienda a quien con el tiempo llegó a desarrollar un cariño.
No podía quejarse de esta vida, pero si que le gustaría haberle dado unas mejores condiciones a su progenitor.

Algo que siempre lo hirió fue la forma en como no solo jugó con la vida de una mujer, aclaro, el amor es complicado, un sentimiento único en cada uno de nosotros que llega a ser reconfortante o dañino. Este fue su caso lamentablemente, donde existía una cohesión explosiva entre la pareja que era como el aceite y agua.

Se aceptó un hecho, que ambos no eran el uno para el otro, las mariposas solo eran ratas que comenzaban a mordisquear el enamorado corazón de ambos, siendo que la única cura era dejar morir a esas ratas, resultando en un final triste.

Bastandole un hijo para volver a forjar nuevas cadenas, fue un preso de la felicidad.

— Schlatt —.

Escuchó su nombre ser pronunciado, sacándolo de su ansiedad y pensamiento, iba de ropa formal para una obvia entrevista en las instalaciones de un alto edificio, se solicitaba un ayudante de agente cual secretario.
A su lado estaba Quackity, sosteniendo a Tubbo entre sus brazos con su pequeña cabeza en su hombro, dejando que el pequeño descanse pacíficamente, Schlatt apreciaba el detalle de su compañero, sabiendo que las palabras alentadoras no eran suyo, por lo menos la prescencia de quienes más lo reconfortaban sostenían sus nervios y crisis.

— Llegó tu turno —.

Nuevamente vocifero el que se encontraba a su lado, con una sonrisa comprensiva, dio un pequeño palmeo en el hombro de el mayor, alentandolo a seguir el camino como se le había indicado minutos antes de la entrevista, para Schlatt se sentía como ir en escaleras electricas camino abajo que iban hacia arriba, e inconsientemente lo llevaban hacia abajo por cada escalon que subía, su llegaba a abajo, sería tragado por la maquinaría, pero si subía, volvía a bajar en un ciclo infernal.

(...)

Ni que pudiera comparar ese lugar con el infierno, no tenía la osadía de nombrarlo un calvario. Al salir de todas esas preguntas y entrevistas, aún podía ver a Quackity sosteniendo a su hijo.
Suspiró aliviado, luego estiró su espalda un poco hacia atrás haciéndose notar, captando la vista de su compañero quien a un paso preocupado y veloz se le avecinó.

— Vaya, ¿Tan rápido? ¿Acaso usaste alguno de tus encantos para sonar tan agradable? O el milagro en tener un jefe amable —.

— Oh. No lo entenderías, aún eres muy pequeño — bromeó recalcando aquella palabra —.

— No me conoces ni lo que soy capaz de hacer Schlatt, mejor cuida tu espalda y... — pausó un momento para ver la hora por el reloj colgado en el lugar, solo por Tubbo la noción del tiempo paraba, ya que acostumbró a dedicar mucho de tiempo al pequeño, aunque tenía esas diminutas pausas cuando el menor dormía luego de beber leche o su hora de la siesta — ¿30 minutos? Nada mal eh. Parece que le agradaste, has de tener un buen currículo... No fue tan duro como esperabas, ¿Ya viste? — dio una suave palmada en el hombro de el mayor, volteandose hacia la salida con el contrario siguiéndole a su lado —.

Era el tiempo donde el sol se encontraba siendo abrazado por el horizonte con un manto de nubes de colores naranjas y azuladas, la mezcla de el medio día que anunciaba el atardecer, que de igual manera recomendaba a todos que debían ir a su casa lo más pronto posible, o degustar de un tiempo más en las afueras de sus hogares, sin embargo este gusto no podían darselo ellos, por más que les gustara, debían preocuparse por el niño que portaba el menor, pronto sería hora de su siesta luego de haberle dado leche, así que podrían ahorrarse molestias por la noche por si el bebé lloraba en medio de esta... Cuya probabilidad era 6 de 10 al ser aún un bebé aunque ya acostumbrándose al estilo de sueño de sus "padres".

(...)

Una vez habiendo llegado a la casa, lo primero que hizo el menor fue dirigirse a preparar aquella leche para el cabrito, aún con este en un solo brazo mientras que el otro se ocupaba con mucho cuidado no lastimarse con algo caliente, pues debía tener en cuenta la temperatura de la leche para su respectiva edad.
Su otro acompañante no tenía mucho que hacer, más que cambiarse la ropa a la casual de siempre, aquella de trabajo lo mantenía un poco... Apretado e incómodo.
Por otro lado el pequeño abrió los ojos luego de el largo camino que tomaron cuando el sol dejaba salir su última llama en el día, notando donde estaba y solo moviéndose un poco en su lugar, aunque siendo un problema ya que tendría que sostenerlo con ambas manos.

— ¿Está despierto? Damelo para mejor comodidad, puedes quemarte con algo con una sola mano — sin palabra dirigida, poco a poco agarró al niño de los brazos de el contrario, dejando que descanse sobre su hombro pero manteniéndolo despierto para no molestarlo más adelante —.

— Gracias Schlatt, pero no te prepcupes, ya está casi lista, además tienes que prepararte para mañana, puede ser un día más pesado que hoy — volteó sobre su eje mientras agitaba el biberón entre sus manos, luego se lo entregó al mayor, este dándole al pequeño que yacía en sus brazos quien por lo visto estaba con ansias de probar su comida —.

— No sé que hacer... Nunca he trabajado de esa forma, ¿Qué ocurre si algo les pasa a ustedes 2 y no estoy aquí? No tenemos ni forma de comunicarnos... — su miedo era visible al hablar, estresado por la decisión que tomó pero sin vueltas atrás, tenía un debate mental del que no podía escapar —.

— Y eso es lo lindo de una familia, llegar a tu casa y tener el placer en que todos estan bien, sé que lo lograrás, hazlo por Tubbo, ¿Si? — acarició suavemente el hombro de el contrario junto con esas palabras, aunque no fueron tan alentadoras, lo que quería era relajar al mayor. O lo intentaba.

En esa noche Schlatt tenía que dormir sin compañía por el bien de su mente, mientras que Tubbo arropado era acompañado por Quackity, una noche muy tediosa, pero después de la tormenta sale el sol.

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no tengo excusas, pero intentaré retomar este libro
he leído sus comentarios, si que me alientan a seguir escribiendo, aveces me gana la flojera la verdad, pero hago lo posible
aparte sé que esto no lleva mucho al tema, pero vieron que andaban funando libros en wattpad sobre el dsmp? bueno, ahora tengo la inseguridad que me vengan estos randoms a decirme que hago mal en x cosa por x persona no quiere x esto y me cabreo mucho, no digo que dejaré este libro, pero hago saber un pequeña preocupación que tengo al respecto de este

𝐵𝑒𝑎𝑢𝑡𝑖𝑓𝑢𝑙 𝑏𝑜𝑦   ~   Dad!SchlattWhere stories live. Discover now