Broken [Jinsoo]✔

Capítulo 23.

Viernes.

Jin se encontraba en su habitación, con sus ojos puestos en el aburrido techo mientras que sus oídos eran llenados de su música favorita. 

Eran las cuatro de la tarde y el dolor en su pecho aún no cesaba.

Y no cesaría hasta que hablara con su madre.

Mordió su labio inferior y cerró sus ojos por unos segundos, muy lentamente.

Hoy en la escuela se la pasó con Jisoo en las gradas mientras ella le aconsejaba algunas cosas con respecto a su situación.

Ya que, para su gran mala suerte, la menor le había encontrado un leve hematoma en su brazo izquierdo.

"Es tu mamá Jin, ella te escuchará y entenderá ¿Y sabes por qué? Porque ella te ama más que nada"

El labio inferior de SeokJin empezó a temblar y su vista a nublarse.

Se reincorporó en la cama, apoyando su espalda en el respaldo de ésta y se dedicó a pensar por varios minutos.

Hasta que decidió salir de su habitación...

Bajó lentamente las escaleras, escuchando ruidos de platos y cubiertos en la cocina.

Se adentró allí luego, teniendo como vista la espalda de su madre mientras lavaba algunas ollas, platos y demás.

Sus manos empezaron a sudar y un nudo empezó a aparecer en su garganta, haciéndole doler.

Cuando estuvo a punto de salir de ahí, la melodiosa voz de su madre detuvo todo tipo de movimiento.

—Hola mi cielo. ¿Se te ofrece algo?—Momo preguntó, sonriente.

Frunció un poco su ceño al ver las mejillas de su hijo un poco rosas y sus ojos un poco rojos.

—Mi cielo. ¿Estás bien?—La señora Kim preguntó preocupada, sacándose su delantal para así poder acercarse al menor.

—Mamá, debo hablar contigo—Jin agradeció mentalmente que su voz salió normal.

—Por supuesto...—Murmuró un poco confundida.

Ambos se sentaron en la silla del comedor. Yugyeom había ido a la casa de un amigo y el señor Kim estaba trabajando, así que los dos estaban solos en la casa.

Un punto a favor para Jin.

—¿De qué quieres hablar, cielo?—Momo le preguntó, sonriéndole mientras agarraba las manos de su hijo.

SeokJin relamió sus labios, maldiciendo mentalmente debído a que el nudo en su garganta no se deshacía.

—Tengo... algo...—Balbuceó el menor.

Y sus ojos picaron cuando los conectó con su madre, que lo miraba con una leve sonrisa.

Sonrisa que seguramente se borraría cuando le dijera todo.

—M-mamá...—Balbuceó nuevamente, ya sin poder contener las lágrimas—P-perdóname por todo...

Momo pudo sentir como el menor apretaba con fuerza su mano, escuchando levemente sus sollozos.

—Jin, no llores—Le pidió—¿Qué sucede? ¿Por qué debería perdonarte?—Le preguntó, levantando su mentón, obligándolo a que la mirara.

El labio inferior del menor empezó a temblar nuevamente e hipó, tratando de contener sus sollozos.

—Y-yo...

"Es tu mamá Jin, ella te escuchará y entenderá"

Jin cerró sus ojos con fuerza, recordando las palabras que Jisoo le había dicho en la mañana.