Tabú [Jonix]

Prólogo

Otra mañana, otro despertar. El chico abría sus ojos, dejando ver esas brillantes luces de color verde lima. Se quitó la sábana de encima de su cuerpo, y luego se levantó de ahí para irse y empezar su día. Su aspecto físico algo descuidado, como si le importara poco éste. Sumando a que sus orejas de gato están agachadas, significando notable tristeza. ¿Pero porqué?

Se dirigió a su baño, y se echó un poco de agua para arreglarse. Salió de ahí y se dispuso a cocinarse el desayuno, ya que sentía el estómago vacío. En lo que lo hacía y dejaba la comida cocinarse miró por la ventana, contemplando como los rayos del sol alumbraban pobremente todo a su alrededor

Dirigió su mirada a su teléfono celular, para hacer que el tiempo se pasara un poco más rápido. Estaba checando fotos de su galería las cuales borrar, para evitar tener espacio de más ocupado en el dispositivo. Cambiaba de foto en foto, esperando a algo que según él "no le sirviera"

Tenía fotos con amigos, en algunos lugares que ha visitado, etc. No fue hasta que llegó a una fotografía que una sensación le recorrió por todo el cuerpo. En ésta se podía ver a él mismo, junto a otra persona, otro chico a su lado, abrazándolo. Estaban en medio de la ciudad por lo que se veía de fondo

El misterioso tenía un cabello castaño y ojos púrpuras, vestido con ropa de colores anaranjados y azules. Se quedó contemplando eso por unos pocos minutos, congelado. Luego reaccionó nuevamente, deslizando a la siguiente foto. Ésta no fue mejor, ya que en ésta se veían los dos recostados en el césped verde de algún parque local

De nuevo deslizó, viendo que en ésta alguien más la había tomado. Estaban ellos dos dándose un beso sentados en una banca, de nuevo, en el mismo parque de la imagen pasada. Decidió salir de la aplicación y tomar un respiro, esas cosas le traían recuerdos algo fuertes que no quería tener

Prefirió continuar con su desayuno, el cual estaba muy bien cocinado por todo el tiempo que duró viendo su teléfono. Se había cocinado pescado, como era de esperarse. Se sentó en la mesa y dejó que se enfriara un poco, mientras prendía su aparato y miraba las fotos con las que se había encontrado

No sabía si borrarlas o no, estaba indeciso en si valía la pena o sólo lo haría porque sí. Al final, las dejó ahí y dejó su celular. Apoyó sus brazos en la mesa, para luego apoyar su cabeza en estos. Nuevamente esas emociones revueltas le atacaron, y le prohibían pensar con claridad

Éste híbrido de gato de nombre Acenix, ha pasado por una separación con su antigua pareja, aquél chico que tanto aparece en las fotos de su celular. Todo esto lo ha estado deprimiendo, pero no tanto por el hecho de que tiene su corazón un poco roto, sino porque no pudo hacer nada para evitar que esto ocurriera

Así es, está sintiendo la impotencia por no haber evitado aquél suceso y que los dos siguieran por su propio camino. Al mismo tiempo, quería ir a hablar con él para así tratar de solucionar sus problemas, pero no podía, simplemente no podía. Había algo que le impedía actuar

Acenix no podía empezar, el único que lo podía hacer era su contrario. Él era el único capaz de dar el primer paso para reparar todo