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PETER HALE

Al salir del loft, de inmediato me puse a rastrear el olor de Theodore.

Cuando lo conseguí me dispuse a robarme el auto de mi sobrino.

Tome la llave de la guantera, ¿quien diablos la pondría ahí con esta inseguridad?, solo mi estúpido y querido sobrino.

Puse en marcha el auto y mi sorpresa creció al ver que la camioneta estaba estacionada al inicio del bosque.

Estacione el auto y me baje, respire el ambiente y me encamine a donde provenía su aroma.

Al llegar lo ví sentado en un puente que servía para cruzar un lago algo estrecho.

— ¿No te enseñaron a no seguir a alguien?, podría ponerte una denuncia por acoso.

Sonreí de lado al escuchar eso.

— Perdón, es solo que Malia se quedo preocupada.

Él me volteo a ver por unos segundos en silencio para luego ver al lago.

— ¿Theodore?

Él no contesto, me acerque con lentitud, no quería que se sintiera presionado.

— ¿Sabes?, cuando te ví, sentí que al fin tenia un lugar, que al fin Mal y yo habíamos encontrado nuestro sitio en el mundo, quisiera decirte que me alegra saber que tengo un padre, que nunca nos abandonaste pero no puedo, no siento que pertenezca a la manada, solo a ti y a Mal, no quiero que Malia se aleje de ellos o no acepte formar parte de ellos solo por mi.

Lo tome con cuidado del mentón y lo obligue a verme.

— Eres libre de decidir que hacer, no importa si Malia decide estar en la manada, no importa si tu no quieres estar, no importa que no te sientas cómodo estando con los demás y conmigo, esta bien, siempre y cuando tu estés bien con ello.

Sus ojos estaban cristalizados y sus labios los mantenía apretados, seguro quería evitar llorar.

— Theodore, si por mi fuera, tu, Malia y yo hubiéramos estado juntos desde siempre pero el hubiera no existe y Talia decidió por mi, tal vez debería odiarla pero si lo hizo para protegerlos, los coyotes al dar a luz les transfieren a sus cachorros la mitad o mas de sus poderes, algunas se sienten felices por eso, pero otras, otras simplemente matan a sus cachorros al verse débiles, tu madre y la de Malia eran como esas otras, al menos eso Lydia contó que descubrió cuando tomo las garras de Talia.

Él asintió y solté su mentón.

— ¿Mi madre me quería muerto?

Le asentí y el respiro profundo mientras desviaba su mirada al cielo.

— Cuando era un cachorro siempre soñaba con tener una gran familia, una gran manada, nunca creí que eso estuviera mal, cuando mi hermana y casi toda mi familia murió en ese incendio, solo desee venganza, hice cosas de las cuales no estoy orgulloso, mis ojos lo demuestran.

Él volteo a ver mis ojos que ya eran de un azul eléctrico muy intenso.

— ¿Que hiciste?

Preguntó, pero por alguna razón sonó tranquilo, como si no le importara lo que sucedió realmente.

— Asesine a personas, los involucrados en el incendio, también cometí un grabe error, asesine a mi sobrina, la mayor, ella de alguna manera se había robado lo que por derecho me pertenecía, yo no merezco una familia pero con gusto y si me lo permites puedo ser el mejor papá del mundo, al menos uno no tan malo.

El río por lo bajo mientras negaba.

— No necesito que intentes nada, solo actúa como tu, se el padre y amigo que se que estas siendo en este momento.

Le asentí y me tome el atrevimiento de abrazarlo, él no tardo en corresponderme.

— ¿Y tienes pareja?

Me cuestiono al separarnos.

— Si, bueno, algo así, su padre me dijo que hasta que cumpliera los 18 años daría su permiso, si no una bala de acónito entre mis cejas estaría muy presente.

El río ante eso, el muy canijo se estaba burlando de mi.

— ¿Y tu que tal?, ¿tienes pareja?

Él negó de inmediato.

— No pero por allí, Stiles me dijo que el enano de lindos ojos azules andaba tras mis suculentos huesitos.

Dijo y en definitiva era mi hijo, no tenia remedio, este niño era como yo a su edad, todo un egocéntrico coqueto.

— ¿El enano supongo que es Liam?

Él asintió.

— Si, creo que así dijo que se llamaba, y la zanahoria anda tras Mal, no entiendo a las chicas, ¿porque si gustan de ellas, simplemente no se lo dicen y son felices?, son tan complicadas.

Alce una ceja y lo ví con diversión.

— Así como tu no aceptas que al mencionar al enano te brillaron los ojitos como un bobo enamorado.

Él negó.

— Claro que no, a mi no me gusta el enano, es lindo y todo pero no es mi tipo, soy demasiado para alguien como él.

Reí a carcajadas por eso.

— Yo decía lo mismo cuando supe que Stiles gustaba de mi, y ahora mirarme, no puedo ni estar una hora alejado de él, es mi droga favorita.

Él se sonrojo y miro hacia otro lado.

— Que tu hayas caído por él, no significa que yo caeré por Liam, no soy de compromisos.

Asentí.

Espero les guste.

Continuará...
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4-04-21

CachorrosWhere stories live. Discover now