amor un tanto psicópata (yaoi-zodiaco)

capítulo 3

Géminis, un chico común y corriente de 17 años, va al instituto y vive con su madre de 40 años. Su vida es normal como la de cualquier otro chico, excepto por el hecho de que Géminis sin siquiera saberlo fue el mejor amigo en la infancia de uno de los miembros de los asesinos más buscado en todo el país.

Géminis no sabía esto por lo que vivía tranquila y despreocupadamente sin saber que su mejor amigo en la infancia había vuelto para protegerlo, para quererlo, para matar por él.

Él seguía creyendo que todo estaba bien y que siempre iba a estarlo, hasta que un día se dirigía al instituto y se encontró con cierta persona a la que no apreciaba mucho.

—hey, pero mi a quien tenemos aquí —Géminis rodeó los ojos ante tal estupidez logrando que el bully se molestara por su acción.

—ahora mismo no quiero hacer esto —dijo el más bajo para que su agresor lo dejara en paz, cosa que no funcionó.

—que mal, porque yo sí quiero hacer esto, pero, lo dejaré pasar si me das todo el dinero que llevas encima —nuestro protagonista suspiró rendido y tal como le habían ordenado le entregó todo el dinero que llevaba a su compañero y enemigo antes de dedicarle una mirada de rencor.

—buen chico, puedes pasar —Géminis logró llegar a su clase aunque un poco tarde debido a ese pequeño percance. Todo iba bien, hasta que se dió cuenta que en su clase había alguien que no conocía ¿Había un chico nuevo? Esperó a que llegara el primer receso y se acercó al asiento de su mejor amigo con el fin de aclarar su duda de quien era ese chico nuevo.

—oye, Sam ¿Quien es —no pudo terminar de formular su pregunta ya que un emocionado y adorable Sam lo abrazó con fuerza.

—¡GÉMINIS! ¡Vamos a comer! ¿Por qué llegaste tan tarde? ¿Cómo está tu mamá? ¿Quieres que hagamos las tareas juntos? ¡Ven a mi casa! —Géminis se sintió algo aturdido debido a el bombardeo de preguntas que estaba recibiendo de su mejor amigo Sam.

—Sam cálmate, te iba a preguntar por ese chico de allá —señaló al extraño para que su amigo entendiera a quien se refería.

—ahhh, él es Virgo, es nuevo llegó hoy —tal y como pensaba el chico era un nuevo alumno, uno en el que Géminis extrañamente tenía algo de interés, ya sea por su físico o por el simple hecho de que era un chico nuevo.

Luego Sam y Géminis fueron a disfrutar de su receso en su lugar favorito, la azotea. A Géminis le gustaba mucho la azotea porque era tranquila y no había nadie, a nadie le gustaba pasar el receso allí por lo que siempre estaba solo.

—¡Géminis, mi amigo! —se escuchó decir a Luke.

—lo siento, pero no me bastó con el dinero, creo que prefiero darte una paliza —Sam miró a su amigo confundido y de regreso el más bajo le dedicó una mirada de ayuda.

—Luke ve a hacer mierda la vida de otra persona —si, Sam era un chico adorable y eléctrico, pero no le gustaba cuando alguien se metía con sus amigos daba algo de miedo.

—Sam te aconsejo que no te metas esto no es problema tuyo —Luke empujó a Sam y se acercó a Géminis quien pensaba en cómo salir de ahí. Antes de que él pudiera idear su plan el más alto lo golpeó en la mejilla desconcertandole  completamente, y al momento en que iba a por la otra mejilla una mano desconocida detuvo el puño de Luke provocando que éste lo mirara rápidamente.

—pero si es el nuevo, lárgate si no tienes ganas de morir —desafió arrogantemente.

—deja en paz a Géminis... De lo contrario no me importará que me expulsen por haberle fracturado un brazo y por haberle roto la cara a un compañero —todo quedó en silencio luego de esa inquietante amenaza, Luke tragó saliva y se alejó un poco.

—esto es... Una pérdida de tiempo —se alejó luego de decir eso. Tanto Géminis como Sam se sentían algo desconcertados por la intervención del chico nuevo, no lo conocían, nunca lo habían visto, entonces ¿Por qué lo defendió como si Géminis fuera lo más importante para el chico en ese preciso instante?

—¿Estás bien? ¿Te duele mucho? —preguntó mientras examinaba la mejilla del más bajo quien aún estaba desconcertado y gracias a eso solo asintió con la cabeza para dar a entender que estaba perfectamente bien.

—avísame si ese imbécil vuelve a molestarte —ambos se quedaron mirándose uno a otro por un pequeño y corto tiempo hasta que el más alto se levantó y se fue como si nada hubiera pasado.

—¿Lo conocías? —pregunta un confundido Sam a su amigo que yacía en el suelo aún en shock, algo en ese chico alto y delgado lo había atrapado, algo le decía que de alguna u otra forma lo había visto antes y claramente no sabía que era eso, porque según él nunca en su vida lo había visto antes.

—¡Géminis! —sacándolo de sus pensamientos Sam le gritó para que su amigo al fin le prestara atención.

—¿Lo conoces? —le repitió esperando esta vez obtener una respuesta.

—no, no lo conozco, por eso te pregunté esta mañana, porque no sé quién es —ambos seguían en el dilema de quien era ese tal Virgo y porque trató a Géminis como si fuera algo tan frágil y delicado, como un diamante al que si lo perturban se rompe, como si fuera un muñeco de porcelana. Ese chico era simple y sencillamente un misterio tanto para Sam como para Géminis.

Regresaron a clases y en lo que quedó de día no hubo nada que perturbara la paz, salvo por una que otra mirada amenazadora de Luke dirigida a Géminis, fuera de eso todo estaba en orden cosa que extrañó a Géminis, pero él sabía que Luke le tenía algo de miedo a Virgo.

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