Toma Todo Mi Dinero

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553 palabras.

- ¡Yo incluí a okuda-san!- dijo kayano animada presentando a su amiga.

Las 6 sillas juntas estaban conviviendo y planeando el viaje que harían próximamente a Kyoto. Mientras todos platicaban amenamente okuda y karma permanecían callados en sus lugares. Karma sonreía imaginando todas las maldades que haría y okuda imaginaba actividades divertidas que podría hacer con kayano y kanzaki.

- ¡Okuda-san puede llevar un veneno!- animo kayano tomando a su amiga.

- Cierto. Okuda-san puede hacer venenos eficientes para Koro-sensei ¿no?- la sonrisa angelical de nagisa causo un sonrojo en okuda.

- P-Puedo crear un veneno pero tal vez no sea efectivo con Koro-sensei.. A menos que..-

Todos observaron como se formaba una sonrisa en okuda y sus lentes se volvían blancos a la luz evitando que se vieran sus ojos. Algo realmente interesante a la vista de karma.

- ¿A.. Menos..?- cuestiono sugino.

- Puedo derretir unos cuantos cuchillos anti-sensei tanto como balines y los puedo encapsular en pequeñas bombas para que al lanzarlas.. Derrita su cuerpo, puedo hacer que se evaporen para conseguir.. Humo anti-sensei- la idea era tan increíble que sonaba algo alocada pero viniendo de manami probablemente es una de las mejores ideas que a proporcionado para un asesinato.

- Impresionante.. - sonrio karma ante ese pensamiento que cruzo por su cabeza.

- Les dije que okuda-san es demasiado buena para esto.- nagisa río ante la pose de madre orgullosa que hizo kayano.

Mientras tanto seguían planeando todas las actividades que podrían hacer para su asesinato en Kyoto.

Okuda estaba callada, pensando en todas las formulas y como podría derretir los cuchillos y balines.

Karma también estaba en silencio, pero.. Sin pensar nada. Solo observaba a sus compañeros entusiasmados charlar del viaje.

Okuda aun temía de Karma era peligroso estar cerca de el según decían todos los del aula y la escuela, era por eso que no hablaba con tal demonio.

No era intención de okuda desviar la mirada descuidadamente para encontraste con la de Karma también pero el destino así lo quiso.

Mientras el miedo comía a manami por dentro, su rostro se tornaba azul del susto y una gota de sudor caía por su mejilla dándole una imagen tierna a Karma.

- T-Toma todo mi dinero Akabane-kun..- una sonrisa nerviosa se asomo por el rostro de okuda mientras ofrecía a karma un pequeño monedero morado con una cerradura dorada.

Esta acción causo diversión en el pelirrojo.

- Okuda-san.. Tan tierna e inofensiva..- sugino río al ver a su amiga así.

- No es necesario que hagas eso Okuda-san. Karma-kun no te hará daño. Y de ser así.. Yo misma lo matare.- amenazo kayano. Okuda maldijo por dentro que todos sus compañeros tuvieran una mirada asesina y ella no.

- Por supuesto que no le haré daño.. Es una chica.- un suspiro de alivio se escucho por parte de manami. - Aunque..- el alivio se fue - No me gusta que okuda-san tenga tan mala imagen de mi.- se hizo el indignado.

- L-Lo la-lamento Akabane-kun..-

- Solo llámame Karma.- el pelirrojo le ofreció una sonrisa llena de amabilidad que causo un gran sonrojo en la azabache.

- ¿Kar-Karma-kun?-

- Excelente Okuda-san.- los dos chicos sonrieron, aun sin saber la buena amistad que les esperaba y tal vez.. Algo mas.

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