Parte 2

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|Chaeyoung|

Luego de aquel primer encuentro Mina me dejó entrar a la casa, traté de no emitir un chillido de asombro al ver el desorden que era la casa, habían trapos tirados en todas partes, nada estaba simétricamente correcto y habían muchas botellas de vino en cada rincón, si mi madre o Jihyo vieran esto les daría un infarto y luego volverían a la vida para partirle las nalgas al responsable.

-Sé que no es la mejor bienvenida, olvidé por completo tu llegada -Mina apareció ya vestida de mejor manera por así llamarlo, se había puesto un pijama de cuerpo entero de un pingüino-

-No te preocupes, nisiquiera noté el desorden -hasta un puto ciego podría ver esta mugrosidad, ¿se atreve a decir que se olvidó?, la contacté un día antes del vuelo-

-Entonces...Son Chaeyoung, ¿no?, tu japonés es muy bueno -asentí- en realidad no necesito que aportes económicamente en los impuestos de la casa -me sorprendí de nuevo y la miré confundida-

-No entiendo, ¿entonces por qué aceptaste mi solicitud? -pregunté nerviosa, espero que no me eche-

-Tranquila, no te voy a echar, quiero que vivas aquí, necesito que aportes en limpieza y orden de la casa, 2 veces a la semana -la japonesa sonreía de forma inocente, casi imposible en decirle que no- ¿no te parece una buena oferta?, no tendrás que pagar alquiler u otra cosa que no sea de tu personal -me quedé callada para pensar, es cierto que este lugar necesita una pasada de fabuloso y mister limpio-

-Esta bien, acepto -le sonreí amistosamente, este era un buen negocio, claro, tendría que comprarme bastante paracetamol y vibaporu para el dolor de culo que me va dar limpiar pero era dinero bien ahorrado-

-Dios, me alegra escuchar eso, siempre ponía que quería alguien que limpie la casa en mi oferta de compañero de casa, pero me decían sádica o loca -la chica río suavemente ocasionandome reír, pero de nervios, porque si me daba aura de loca, pero no sé de que tipo-

-Disculpa que pregunté esto Myoui, pero ¿acaso eres tatuadora? -pregunté curiosa al recordar que también pedía tatuajes en su compañero de casa-

-Puedes de decirme Mina y en cuanto a tu pregunta, no pero me fascinan los tatuajes, diría que demasiado -al decir lo último Mina lamió sus labios haciéndome sonrojar- seguro estás cansada, te llevaré a tu cuarto -asentí aliviada, tenía bastante sueño-

Caminamos por un pasillo donde estaban 4 puertas, había una entre abierta, traté de visualizar que había dentro pero Mina lo cerró.

-Este es el baño, aquella es mi habitación y aquí la tuya -la japonesa abrió la puerta, era un cuarto suficientemente grande para mi, había una cama enorme que me sorprendió que estuviera ordenada-

-Muchas gracias, dormiré de inmediato así que buenas noches y hasta mañana -hice una pequeña reverencia a la cual Mina sonrió y finalmente entre a mi cuarto-

Suspiré lanzando mi maleta a la cama y luego a mi cuerpo, diablos, tenía demasiado sueño pero en esta ropa no podía dormir, no pensaba bañarme así que directamente me comencé a quitar la ropa empezando por mi camiseta.

No tenía corpiño puesto, me parecen muy incómodos, para alguien plana como tabla de surf que soy, como culo caído de abuela, como plancha, como, bueno, ya se entendió mi cero tetas.

Estiré mis brazos y espalda para relajar mis músculos pero mi cuerpo se tenso de inmediato al sentir una mirada clavada en mi cuerpo, con mis pulgares cubrí mis pezones (era suficiente con eso) y miré a todos lados, noté que la puerta estaba un poco abierta, rápidamente me asome por esta, pero no había rastro de Mina o alguien más, asustada cerré la puerta con seguro y corrí a las sabanas apretando las nalgas.

Sexo en Japón •MICHAENG G!P•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora