Dame Tu Mano (ZoroxRobin)

Capítulo 10

Un capítulo romántico
Ja, espero les guste... 😝

Hemos vuelto a la universidad, el sol comienza a destruir las sombras nocturnas y se que me meteré en problemas. Esta amaneciendo. La cabeza me da vueltas y el corazón me late a mil por hora. Es mi primera borrachera; solo bebi dos copas. Los amigos de Ace me hicieron sentir tan viva. Jugue billar de novatos, pero les gané en dominó y damas. Además el viejo bigote me regaló un collar con su emblema; no es nada sofisticado ni elegante: es una cuerda de cuero con el emblema de plata. Me dijo con su voz de tornado que desde ahora pertenezco a su familia. Aparcamos frente a la acera de nuevo.

Bajo tambalenadome, riendo como una boba. Él no ha parado de sonreír toda la noche, se le ve muy guapo aún con pecas. De mis labios sale vaho caliente, por que mi cuerpo está ardiendo por el alcohol y tambien por que siempre al amanecer la noche se hace más fría. Restriego mis manos en el fondo de los bolsillos de mi sudadera y trato de no parecer tan agitada. De verdad mi cabeza está dando vueltas y Ace lo sabe por eso me mira de esa manera tan divertida.

-Gracias por presentarme a tu familia Ace-kun- le digo arrastrando las palabras. Me recargo en la moto para no caer.

El rie de una manera tan infantil y juguetona que me hace preguntarme ¿qué es lo que le duele tanto? Se que en su corazón hay dolor y odio, tiene un rencor añejo que le está amargando la sonrisa de niño que tiene, pero aún así puede todavia sonreír de esa manera. Baja de la moto también y se recarga sobre ella. Me mira de frente. De nuevo me deja ver todo ese odio, pero esta vez no lo hace para intimidarme. Quiere mostrarme quién es. Se quita el sombrero y lo deja sobre el asiento de la motocicleta. Su cabello es hermoso y brillante y sus ojos parecen más obscuros a contraluz.

-Gracias a ti por conocerlos- me responde. Silencio. Levanta la mano y me acaricia la mejilla. Me está quemando, ahí está de nuevo ese odio infernal que sale de sus puños. Recuerdo lo que Oars Jr le dijo en el bar.

-¿Por que te llaman Puño de Fuego?- pregunto dudosa apartando mi cara de su toque.

-Ja, quizá no debas saberlo pequeña Robin... aún no- me dice y siento su aliento juguetear en mi oído. Es cálido y me hace cosquillas.

Algo dentro de mi parece amarlo también. Siento mi corazón bombeando. Mi cerebro batalla por no dejar salir nada de mi caja de Pandora personal, si se abre arrasará con todo. Por mucho odio que tenga Ace, no se si soportará toda la culpa y remordimiento que llevo ocultando desde siempre. Toda la podredumbre podrá poner en riesgo a cualquiera. Lo empujó cuando siento su aliento sobre mis labios. Ríe.

-Entiendo, aún es muy pronto- se aleja y se coloca de nuevo el sombrero. Rebusca en la piernera atada a su cintura.

Menextiende el móvil de Nami. Pone un palillo entre sus dientes y con un saludo de marinero se despide de mi. Sube a la moto y simplemente se aleja. Yo me quedo en la acera, parada y perpleja. Sonrio y pienso en las posibilidades que se me escapan de las manos. Guardo el móvil y rezo por que la intendente no haya llegado aún. Camino con direccion a los dormitorios, a cada paso me tambaleo y el frío ya me esta calando el brazo que no me pertenece. Escucho unos pasos tras de mi.

Me apresuro a llegar, pero el lago artificial ha creado una niebla extraña. Hace mucho que no sentía miedo, pero la hora de las brujas ha pasado, ya no debería de haber ninguna alma en pena por aquí. Los pasos se hacen más rápidos y sonoros. Están más cerca. Camino mucho más rápido y siento mi propio aliento golpeteando mi pecho. Cuando ya veo las puertas de los dormitorios siento como mi chaqueta se enreda con mi brazo. Alguien me está jalando. Quiero gritar.

Los labios en mi frente arden. Hace calor y sus palabras me hacen estallar cada arteria. Hay TNT explotando en mi cerebro. Ace se está quemando y las llamas me están consumiendo también. Es tan placentero saber que alguien sabe que sabor tiene el odio y el rencor.

-¡Ay nena, ya no solo es mi puño el que esta ardiendo... estoy en llamas...todo por ti, Robin!- sus palabras son miel ardiente que está quemando toda mi piel. Me derrite.