Capítulo 21: Regreso

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Los días seguían pasando para Hinata. Su tiempo podía haber sido más corto allí, ya que el reciente accidente con el auto no le causó daños graves, pero los profundos cortes son los que lo perjudicaron. Básicamente no se había cuidado apropiadamente.

Seguía la nueva rutina que era permanecer en reposo y realizar innumerables revisiones médicas al día. Pero por suerte sus amigos eran los que lo salvaban dándole alegría.

El pequeño se encontraba recostado en la camilla con sus ojos cerrados. No estaba dormido, pero era un intento de querer sacar a cierta persona de su cabeza, algo que estaba resultando imposible.

Kageyama Tobio.

Esa era la persona que entraba en su cabeza sin su permiso y se quedaba horas ahí. Esto era algo tan difícil para él.

- "De todas las personas existentes en el mundo, me tenía que enamorar de él..."-.

Agarró una almohada y se cubrió el rostro con ella, tratando de no gritar por la frustración.

- "Definitivamente la vida me odia"-.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos haciendo que se sobresaltara por el susto y casi se cayera de la camilla.

- ¡Ahh!- se sentó rápidamente, un error ya que le causó dolor en uno de sus brazos - ¡Auch!, p-pase...-.

Al abrirse la puerta, pudo ver como entraba el doctor que se había encargado de él durante estos días.

- Buenos días Hinata -.

- Buenos días - retomó su posición.

- ¿Cómo te encontrás?-.

- ¡Mucho mejor que antes!- dijo orgulloso.

- ¿Y la comida?-.

- Ahhh...bueno, casi a la normalidad - bajó la mirada al recordar ese pequeño detalle.

Volver a obtener su gran apetito estaba siendo lo más complicado.

- De acuerdo...- respondió mientras anotaba todo en unos papeles.

El peli naranja solo observaba atentamente cada movimiento de este.

- ¡Muy bien!, tengo buenas noticias - le dirigió la mirada - Mañana temprano podré darte el alta -.

Hinata se quedó unos segundos en silencio, ladeó la cabeza y parpadeó varias veces algo perdido.

- ¿Eh?-.

- Que mañana podrás regresar a casa - reafirmó.

No pudo evitar formarse una gran sonrisa en su rostro.

- ¿¡Eh!?, ¿¡De enserio!?-.

- Sí, pero tenés que seguir ciertas condiciones para volver -.

- ¡Claro!- respondió sin pensar - Emm, ¿Cuáles?-.

- Primero, tenés que cuidarte muy bien. Tenés que llevar una alimentación sana y completa, pero tampoco te sobrepases. Tu metabolismo tiene que volver a acostumbrarse a comer correctamente - habló serio.

- ¡De acuerdo!-.

- Segundo, si sentís dolor de cabeza o dolor muscular, podés tomar estos medicamentos - le extendió una pequeña caja - Tercero, podés volver a la escuela -.

- ¿¡Podré volver a jugar vóley!?- lo miró atentamente.

El hombre se quedó en silencio. Poco a poco formó una mueca en sus labios y dejó escapar un pesado suspiro. Esta acción puso nervioso al pequeño.

Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | KᴀɢᴇʜɪɴᴀWhere stories live. Discover now