Capítulo 13

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Estamos en una reunión de trabajo con un cliente y Mew está sentado justo delante de mí, mirándome de una forma tan intensa que parece la jodida manzana de Edén pidiéndome ser mordida.

—¿Gulf? —pregunta Kao, sacándome de mi ensimismamiento.

Miro al cliente que observa mi gráfico con atención y me regaño por dejar que Mew haya conseguido desestabilizarme de nuevo. Desde que empezamos a vernos fuera de la oficina, esta situación se ha repetido más de una vez. Me da vergüenza admitirlo, porque me resta profesionalidad, pero no puedo evitar pensar en nuestros encuentros sexuales cuando nos miramos, sobre todo cuando me observa de esta manera.

Además, el hecho de que este último mes haya teniendo el sexo más satisfactorio e intenso de toda mi vida, tiene mucho que ver con ello. ¡Un mes, ya!

Un mes viéndonos y seguimos sin poner nombre a lo nuestro. Tampoco es que nos veamos demasiado a menudo, porque él tiene que cuidar a Aim y no puede desaparecer todos los fines de semana para estar conmigo, pero las veces que nos hemos visto, todo ha sido... perfecto. Incluso le presenté a Fluke, y Fluke está encantado con él.

Cuando finalizamos la reunión volvemos a nuestros puestos de trabajo. Kao me ha echado una mirada que parece decir: «A ver si dejas de estar tan descentrado, que pareces vivir en los mundos de Yupi estas últimas semanas», y yo le he echado otra como respuesta: «Tienes toda la razón, prometo dejar de hacerlo».

Por suerte, las cosas entre Kao y yo se han tranquilizado un poco. Después de nuestra charla, el ambiente se ha destensado. Es cierto que ya no nos vemos fuera del trabajo como nos veíamos antes de que todo este lío empezara, pero las cosas parecen volver poco a poco a su cauce.

Enciendo la pantalla del ordenador y espero a que Mew se siente. Segundos después, recibo un mensaje en el chat privado.

Mew: Me gusta comprobar que soy capaz de provocarte amnesia...

Gulf: Deberías dejar de mirarme como si fuera comestible.

Mew: Es imposible que te mire de otra manera, ¿Cuántos días hace que no te pruebo? Demasiados. Tengo hambre de ti...

Gulf: Y yo de ti, ¿este finde al final podrás escabullirte un rato?

Mew: Imposible. Mi madre está fuera y Kaownah tiene una cita.

Gulf: :(

Mew: Lo sé :(

Gulf: Entonces, este fin de semana, mi pequeño Rayancito y yo tendremos mucho trabajo por delante...

Mew:...

Gulf: ¿?¿??¿

Mew: Te espero dentro de dos minutos en el cuartillo de la limpieza

Alzo la mirada y veo como Mew se levanta de la silla y desaparece por el pasillo. Cuento hasta cien y me levanto. Salgo hacia el pasillo y cuando llego a la puerta del cuartillo de la limpieza, miro a lado y lado y entro.

La poca luz que se filtra entre las rendijas me dejan ver a Mew, que nada más entrar, me coge de la nuca y me atrae hacia él. Nuestras bocas chocan y me golpeo la cabeza contra una de las estanterías, aunque nada me importa más que su lengua dentro mi boca inundándome con su sabor.

Suelto un gemido y él me invita a callar con un suave: «shhttt».

—¿A qué viene este recibimiento?

—Me has puesto muy cachondo hablando de Rayancito.

Me río contra su boca y una mano se desplaza lentamente hasta mis glúteos.

Lo que más odio es que no te odio.Where stories live. Discover now