An Explosive Family [KiriBaku Mpreg]

Capítulo 12: Final (10 meses)

40 semanas/10 meses

— A- amor...

El pelirrojo lo nombró tímidamente, no quería enojar más de lo que ya lo había hecho a su pareja.

— ¡¿QUÉ?!

— Ah... ¿D-dónde voy a dormir? — Eijiro preguntó observando las bastantes almohadas por toda la cama. Literalmente el rubio estaba en un fuerte de almohadas durmiendo plácidamente, sabía que era su forma de estar cómodo con esa enorme panza pero esto era demasiado.

Katsuki tenía 10 meses de embarazo, tenía su fecha estimada fue hace 6 días y se negaba a una cesárea. Su terco y abultado novio...

— Ah, cielo... ¿Y si sacamos unas almohadas y me dejas un espacio para dormir acurrucados? — El ojirrubí observó a su pareja en uno de los agujeros "para respirar" que hizo. Movió a su cabeza en negación, Eijiro dormirá en el sillón. — Bien... te amo, buenas noches.

El pelirrojo besó la frente de su novio y se llevó una pequeña almohada y una frazada. Katsuki se sentía mal pero que importa, tenía toda la cama para él solo... y sus dos diablillos.

Katsuki derrumbó su fuerte y caminó hacia su pareja a la sala de estar. Lo vio tan solitario en el sillón que se acercó y le besó sus labios.

— Lo siento... fui algo pesado — El ojirrubí dijo dulcemente mientras su novio acariciaba su vientre.

— Tranquilo, Kat, si yo tuviera ese vientre por ya 10 meses estaría igual de irritado. Yo también he estado un tanto irritado y algo preocupado por tu embarazo. No me he podido teñir el pelo porque siento que estaré haciéndolo y tú romperás la fuente y no podré estar para ti en ese instante...

Katsuki río y besó las raíces de su Eijiro.

— Mañana, te las pintó amor... ¿Te cuento algo? El mes pasado intenté ser menos explosivo porque sabía que en el parto sería algo pesado contigo, no quería hacerte mal todo ese tiempo — Rieron juntos — Perdón por echarte de la cama y reemplazarte con 20 almohadas.

— Está bien, cielo... Descansa. Buenas noches, mis diablillos — Besó el vientre del rubio antes de que se fuera a acostar.

— Ah... Eijiro... — El rubio intentó despertar a su pareja sin asustarlo. El pelirrojo empezó a despertar después de algunas sacudidas. Estimaba por el brillo del sol que eran las diez u once de la mañana — Eijiro...

— ¿Qué pasó, cielo...? — Preguntó algo somnoliento.

— Ah... creo que los bebés ya están listos para salir. — Respondió bastante tranquilo.

Se quedaron unos segundos procesando la información. El rubio solo lo miraba pasivamente agarrando su panza, mientras el pelirrojo abría los ojos como platos.