Cuatro

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Entonces después de un mes de espera, finalmente llegó el día de la boda, todos en el dominio estaban felices, la mayoría de las mujeres prepararon a Itadori Yuuji, lo bañaron en aguas con esencias exquisitas, luego lo secaron suavemente para no dañar su sedosa piel, para finalmente vestirlo con una yukata roja con dorado dorado y flores gravados, decidiendo no maquillar su rostro por qué siendo sinceras Yuuji tenía un bello Rostro y al que no había nesesidad de maquillar.

Y así la ceremonia se realizó, en la que ambos dijeron lo que tenían que decir el uno para el otro, prometiendo un amor sincero y duradero, en el ambos se apoyarían mutuamente en la enfermedad, salud, las situaciones buenas y las desgracias.

Siendo está la primera y única ceremonia verdadera de bodas, por qué a diferencia de las otras en el que la mujer prometía servirle para siempre y Sakuna simplemente las aceptaba. Aquí Sakuna estaba prometiendo un amor sincero a la parte contraía y viceversa.

—Ahora si Sakuna Sama, puede besar a la esposa Oficial —dijo quien era el encargado de volverlos esposos.

Haciendo sonreír al mencionado, quien tomo con sus brazos inferiores la cintura del menor para atraerlo contra su cuerpo, tomando suavemente con una mano superior su mentón para levantar su mirada y finalmente empujarlo por la espalda con la otra, besándolo en un principio suave y cuidadoso para terminar siendo un beso profundo y apasionado delante de los ojos de todos que rápidamente apartaron sus ojos al sentir la mirada  de advertencia que Sakuna les daba.

Haciendo sonreír al mencionado, quien tomo con sus brazos inferiores la cintura del menor para atraerlo contra su cuerpo, tomando suavemente con una mano superior su mentón para levantar su mirada y finalmente empujarlo por la espalda con la otra,...

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Cuando finalmente cayó la noche, ambos se entregaron mutuamente, en un acto de no solo placer, si no también de amor sincero y eterno.

Y aún que Itadori se encontraba nervioso por lo que iba a pasar a continuación, las caricias que daba a su pecho y los besos a su cuello y hombros lograban calmarlo.

—Yuuji, voy a entrar —susurro Sakuna en el oído del menor, sacando sus dedos del interior para poner la punta de su miembro en la entrada— Dime si duele —volvio a susurrar mirando como el menor acostado contra la cama asentia.

Así que metiendo de manera lenta y cuidadoso su miembro al interior del menor, poco a poco este fue entrando mientras escuchaba los jadeos y gemidos ahogados que su esposa soltaba al hacerlo, hasta que finalmente estubo todo adentro.

—¿Estás bien Yuuji? —pregunto preocupado mirando al menor que temblaba aferrándose a las sábanas.

—S-si Sakuna Sa-sama... —respondió entrecortado, con su rostro contra las sábanas tratando de calmar su agitada respiración, sintiendo el palpitante pene del mayor en su estómago, tan grande y duro que por poco y volvía a correrse una vez más—¡A-ah! —Jadeo sorprendió cuando el mayor embistió levemente— ¡Sa-sakuna, e-es—! —quiso reclamar, pero antes de siquiera terminar la oración el mayor lo embistió otra vez provocando que nuevamente dejara escapar un jadeo aferrándose aún más a las sábanas con la visión nublada.

El recuerdo de una Vida Felíz (SakuIta)Where stories live. Discover now