Prueba de aprehensión de dones pt. 1

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Caminaba con rapidez hacia mi cuarto, tensando mi mandíbula y apretando mis puños con fuerza, sin siquiera mirar atrás.

—¡mocoso, más te vale que me des una explicación! — oí el grito del idiota de Mizu, pero solo seguí caminando.

Al llegar a mí cuarto, intenté cerrar la puerta, pero me detuvo su brazo.

Bufé.

—quita tu brazo, o juro que te lo arranco — murmuré entre dientes.

—no, no, tú me debes una explicación, así que, te guste o no, abrirás la puerta.

Le miré fijamente, para luego abrir la puerta con pesar y darle la espalda, tomando una carta entre mis manos.
—¿y bien? aquí estoy, esperando tu explicación — le sentí cruzarse de brazos y su mirada en mi nuca.

—no tengo porqué explicarte nada, así que, pierdes tu tiempo.

—¡¿cómo se te ocurre hackear a la mismísima UA para cambiar tus datos y que tengas que hacer el exámen de admisión?! — alzó la voz.

Yo simplemente guardé silencio, no porque me sintiera regañado, sino porque estaba tratando de calmarme.

—sabes bien que no me gusta aprovecharme de nada ni nadie — respondí con simpleza, abriendo la carta en mis manos.

—santa madre, si serás... — inhala profundo — terco como tu padre.

Alcé la mirada al oírle decir aquello y mis músculos se tensaron.

—¿qué... has dicho? — volteé lentamente, para verle a los ojos.

—¡¿por qué no puedes simplemente aceptar tus privilegios y aprovecharte de ellos como cualquier otra persona con un quirk de rango alto lo haría?! — volvió a alzar la voz, pero yo estaba a punto de enloquecer.

Comencé a caminar hacia él, a pasos firmes, pero algo inestables, sintiendo como mi interior ardía.

—no vuelvas a mencionar a mi padre — murmuré, sin quitar mis ojos de los suyos.

—vamos, solo superalo de una vez, realmente no puedo entender lo difícil que eres de tratar — él respondió, para luego suspirar — ¿entonces, cuál es tu resultado?.

Yo apreté la carta en mi mano.

—no es de tu incumbencia — y dicho eso, le empujé fuera del cuarto, para luego cerrar la puerta y colocarle el seguro.

–¡oye, imbécil, abre! — le oía golpear la puerta con sus puños.

Pero yo me había dejado caer en el suelo, con mi espalda en la misma puerta, cerrando mis ojos y tensando mi cuerpo.

—Mizu, basta — susurré, pero él no me oía, seguía golpeando la puerta — Mizu, dije que ya basta — alcé un poco la voz, pero el ruido seguía.

Comencé a inhalar y exhalar profundo, intentando tranquilizarme, tratando de anular el sonido, a través de mis oídos, pero era algo difícil.

—¡eres un imbécil, ahora entiendo por qué mamá no te soportaba! — le oí gritar nuevamente, para luego sentir sus pasos alejarse.

—lo sé... — susurré, abriendo la carta arrugada y sacando el papel que había dentro — sé que tu madre no me soportaba, idiota — desdoblé éste mismo, comenzando a leerlo — ¿o acaso crees que ella en algún momento lo disimuló, siquiera?.

Y al leer, "aprobado" solamente solté todo el aire que tenía retenido.

Al sentir cómo mi cuerpo comenzaba a enfriarse, me levanté rápidamente, sacando de mi armario un peluche de un oso panda, enorme, era casi de mi tamaño.

Boku No Hero Academia × Male ReaderDove le storie prendono vita. Scoprilo ora