† [DARRIK] 11 †

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SAGE.

Sabía que solo necesitaba decir esas pocas palabras para desatar y dejar que su mente vuele junto a todas las posiciones en las que me pondría por hacerlo enojar en todo el día, le gusta tener el control de todo, imponerse ante todos y yo no dejé que sucediera, así que sabía que su enojo también estaría presente durante este encuentro... Íntimo.

—No fuiste una chica buena hoy, Evadne. —Sus dedos recorren mis muslos, siento la dureza que trae entre las piernas, bien, joder quería evitar no jadear por su revelación, pero no podría creer que eran 30 centímetros hasta no verlo.

Pero el gran bulto que hacía que prácticamente me mojara con su cercanía me decía que era cierto lo que dijo, y si lo era, no saldría caminando de la cama.

—De todos modos no iba a ser buena, odio ser la buena que obedece y lo sabes. —Llevo mi mano a una de las suyas y la coloco en mi abdomen, está sube lentamente al igual que yo me levanto con suavidad.

—¿Qué crees? —Murmura con la voz ronca, con suavidad logro girarme hasta tenerlo cara a cara, sus ojos observan mi cuerpo. —Puedo tocar tu ombligo, desde el interior.

Jadeo en respuesta ante lo dicho, me arrastro hacia atrás sobre la cama, él regresa por la botella y vuelve a beber de ella, seguido se quita los pantalones hasta quedar en boxer, esa delgada tela no puede ocultar aquello que quiere salir.

La imagen de su cuerpo luego de quitárselo todo, fue gloriosa, su cuerpo estaba totalmente marcado, brillante bajo la luz roja, habían venas claramente visibles en sus brazos, sus manos y otras venas mucho más visibles en la V.

Ahogo un gemido cuando mis ojos se posaron en la bestia que iba a poseerme, el realmente estaba duro, joder.

Vuelve a beber de la botella y luego relame sus labios, se acerca a la cama y lo único que puedo hacer es arrugar las sábanas con mis manos.

Sus tatuajes son hermosos, tiene uno en el brazo derecho, de un dragón que no había podido ver con detalle, por qué él parecía ocultarlo, pero los ojos del dragón....

Mis pensamientos son interrumpidos cuando siento los húmedos labios de Darrik subir por mi abdomen, terminando en mi mandíbula, parecía deseoso, como si hubiese estado esperando por esto mucho tiempo.

Él está como dios lo trajo al mundo, está completamente sabroso, demonios.

Elevo una de mis manos a su costilla derecha y la otra por su cuello, encuentro sus labios en el momento en el que siento algo duro presionar mi muslo derecho, Darrik sabe que lo sentí, sonríe en mis labios para luego mirarme, podía sumergirme en sus ojos por mucho tiempo sin cansarme, su ojo rojo estaba brillante, sus ojos eran demasiado para mi, estaba encantada con ellos.

De un giro rápido y con él sin oponerse, quedo sobre él, busco sus labios durante unos segundos para atraerlo más, en cuando nuestros labios tienen un mínimo contacto, me alejo y él me sigue, ahora se encuentra sentado conmigo sobre él a horcajadas, sus manos no tardan en divagar por mis muslos hasta mis caderas.

—Niemand außer mir kann dich berühren. —Murmura en Alemán.

Nadie más que yo puede tocarte.

—Ich entscheide, wer mich berühren darf. —Contraataqué, no supe de donde y como reuní las palabras en mi mente y logré decirlo en su mismo idioma.

Yo decido quien puede tocarme, Darrik.

Veo su miembro erecto contra mi vientre, él sonríe de lado por mi respuesta, le gusta que lo provoque, y le lleve la contraria, aunque finja que no, le encanta.

EXTRAS #AKDR. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora