Al Lado

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No recuerdo la última vez que pude ir a una fiesta o siquiera hablar con mis amigos de la universidad, desde que mamá y papá echaron a mi hermana tuve que cuidarla. Todo siempre estuvo bien nunca pensé en esas cosas hasta ese día.
Un día llegue a casa por la noche como de costumbre, hambrienta y deseosa por probar lo que había cosinado mi hermana, sin embargo en esta ocacion no estaba en la cosina, esta se encontraba con un chico al que nunca antes había visto, joven alto y una sonrisa de los más estúpida, al verlo solo me vino a la cabeza el recuerdo de idiotas con los que había salido, recuerdos de errores de cuando era más joven.
Al notar mi presencia ambos me miraron nerviosos, ella parecía estarse preparando para algo y el solo trataba de dar una impresión de buena persona. En cuanto mi hermana pudo organizar sus palabras  se dirigió a mi tratando de aparentar la madurez que no tenía "Melani, quiero hablar contigo, ya soy una mujer tengo 19 años y no creo que sea correcto que esconda una relación como si fuera una niñita" dijo manteniendose firme o eso quería, podía ver como cruzaba sus dedos nerviosa. Antes de que tratara nuevamente de hablar como si fuera de lo más madura tuve que interrumpirla pues ya no quería escuchar palabras inesesarias "tienes razón ya no eres una niña, así que no entiendo porque le pides permiso, solo trata de que él no te distraiga de tus obligaciones" al terminar la oración pude ver la alegría en el rostro de ambos, sentían que un peso se les había quitado de ensima, pero para mí no era más que ver el inicio de una relación que terminaría mal.
Sintiendo nuevamente hambre me diriji al comedor a buscar la cena y me diriji a mi cuarto no antes sin molestarla un poco como de costumbre, entrea mi cuartodiciendo de forma burla "no olviden usar preservativos" pensé que eso los avergozaria, nunca pensé que lo verían como un permiso.
Esa noche mientras empezaba a cerrar los ojos escuche un pequeño quejido de mi hermana, pero no era de dolor o angustia era diferente, a los pocos momentos empezó, la cama de mi hermana que se encontraba al otro lado empezó a dar pequeños golpes contra la pared poco a poco se hacían más frecuentes en ese momento entendí lo que sucedía, siempre fui de las personas que piensa que espiar es un acto de mal guste, pero algo dentro de mi se sintió tentada a hacerlo, lentamente acerque mi oído a la pared y pude escuchar cada empujón en ese momento no tuve duda del otro lado de la pared pequeña hermana estaba siendo tomada por su galante novio, poco a poco la fuerza y velocidad empezó a aumentar y con ellos los jadeos de ambos, podía escuchar el ruido de palmadas causados por los impulsos rápidos y fuertes, algo dentro de mi empezó a ponerse inquieto, se calentaba y trataba de salir de mi interior. Los gemidos de mi hermana no se hisieron esperar sus quejidos imbadieron mis oídos y el cosquilleo no se hizo de esperar. De repente el ruido paro dejándome en desconsierto y de alguna forma ansiosa. Queriendo escuchar un poco más me arrodillé en la cama y me apoye en la pared, de la nada se escucho un golpe muerto contra la pared y los ruidos volvieron más fuertes que antes, los gemidos intensos y apasionados de mi hermana sonaban claramente, pues ella se encontraba en la misma posición del otro lado, siendo empujada y sacudida por su novio. Algo dentro de mi empezó a dirigir mi cuerpo sin que yo me diera de cuenta pues de repente mi mano se deslizó por mi ombligo bajando lentamente y deslizándose por mi ropa como si se tratase de una serpiente hasta llegar a mi punto más sensible, los golpes contra la pared se hisieron tan fuertes que llegue a pensar que la derribaria, pasado algunos minutos sentía que mis piernas fallarán a cualquier momento, nisiquiera podía imajinar lo que estaría sintiendo ella al otro lado siendo tocada y perforada por ese chico, finalmente tras algunos momentos llegué a mi límite ya sin poder contener más la voz para mi fortuna ambos de encontraban en la misma situación, finalmente hubo el último golpe contra la pared y de alguna forma tanto como ella como yo llegamos a él clímax a la vez, sin poder mas soltamos un largo alarido de sadisfaccion para terminar callendo agotadas, durante unos momentos llegué a preocuparse por mi grupo, pero había sido cubierto por el suyo. Esa noche dormí como no lo había hecho desde hace mucho tiempo.

Tras la paredWhere stories live. Discover now