Glicinas | Tsukishima Kei

Prólogo

Hanaichi Fuji siempre fue un chico sereno, pero es un ser humano y existe una persona para su gran suerte que logra sacarlo de sus casillas con sólo verle, ¿Quién es esa persona?.

Su querida madre.

Hanaichi Rumi una hermosa mujer empresaria y muy talentosa, gentil, frente las cámaras claro, es la madre de Fuji y Azami.

Fuji no fue bien tratado por su madre desde una corta edad, ya que está lo obligaba a hacer cosas que el no deseaba, sólo para dar una buena imagen de una familia perfecta hacía el público.

Fuji siempre trato de evitar que su hermana tuviese el tipo de tratos que el vivía día a día. El siempre quiso que su linda hermana menor viviera una buena vida, para eso tuvo que obedecer a su madre, claro su padre siempre lo protegió de ésta

Cuando Fuji cumplió sus trece años su padre la persona que lo protegió y amo, falleció ¿Qué pasó?.

Su madre.

Todos conocen la forma en la que el famoso empresario Hanaichi Katsumoto murió ¿No? Todo fue un trágico accidente automovilístico.

O eso creían ellos.

Fuji lo sabe, Fuji escucho a su madre, el sólo se preguntaba ¿Por qué lo hizo? El era su esposo, el no lo merecía.

Fuji se culpaba, su madre causo ese accidente ¿Por qué? Por que estaba arta de el, no la deja hacer lo que quería con su hijo y claro el que su esposo muriese no le deja sólo su hijo como recompensa si no, también sus grandes empresas. Todo ese dinero para ella sola, ella esa feliz, claro que lo era.

Fuji se guardo todo, todo para el sólo. Evitando que su hermanita querida se enterara de las atrocidades que hacía su madre, el maltrato que el recibía por parte de esa horrorosa mujer.

El era bueno en la escuela, sí, el era popular en la escuela. El era feliz ¿No?

Buenas notas, buena familia, buenos amigos, buena económia, buena salud, buen físico. El lo tenía todo a la vista de los demás, pero el sabía que le faltaba algo, amor.

El sintió eso por una persona pero su madre lo alejo de el.

El estaba cansado, el estaba cansado de fingir.