𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

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VOLVÍ a mirar aquella foto del único álbum que tenía, con un poco de molestia y recelo

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VOLVÍ a mirar aquella foto del único álbum que tenía, con un poco de molestia y recelo. En ella, pude solemnemente detallar el rostro de mi difunta madre junto a otras personas... O más bien, otras criaturas. Su anhelado y disfuncional grupo de amigos más preciado, a quiénes había llegado a considerar y llamar su familia.

Abrazándola por la cintura con fuerza notable, se encontraba la pequeña Alice Cullen. Un poco detrás de ellas dos, Rosalie Hale apoyaba su perfecta y blanquecina mano en los hombros tanto de mi mamá como de la vampira más chica. Y, parada junto a la rubia de infarto, se encontraba la tía Becky con su cabecita descansando en el hombro de la Hale. Becky fue la que se encargó de cuidarme, protegerme y atesorarme cuando nadie más lo hizo. Cuando sus presuntas mejores y más íntimas amigas la abandonaron a ella y a mi mamá a su suerte. Sin embargo, la foto no solamente se limitaba a dos vampiresas, una hija de la luna y una bruja. Al lado de las muchachas, descansaban tranquilamente mis...

Ah, aquí empieza lo complicado.

Mis cuatro presuntos padres.

Emmett Cullen era el primero que mis ojos visualizaron pues era quién más sobresalía en aquella foto de los años ochenta. El más grande y el más pícaro, había comenzado siendo un pequeño y gran insignificante amorío de una noche de mi mamá, según la tía Becky. Y luego, aquello comenzó a hacerse usual pues al parecer él sabía exactamente cómo divertirse. Si había algo que era mi mama, era divertida y atrevida. Conocer a Emmett había sido como cuando el fuego y la gasolina se encuentran. Una maravillosa explosión que llevó a ambos a compartir romances y encuentros que no duraban más allá de aquellas noches sin luna. Y por supuesto que ambos terminaron quemándose hasta las entrañas a causa de sus jueguitos.

Jasper Hale tenía un porte recto y serio que lograba intimidarme incluso a través de una vieja foto. Según Becky, así era él en verdad, pero me imaginé que alguna vez mi madre lo había hecho sonreír durante los largos y divertidos años en los que habían arrastrado al aquelarre Cullen a un sinfín de aventuras. Mi madre tenía esa especie de magia que hacía que todos la amaran... Sin embargo, había sido el soldado quien sentía en carne propia la angustia que con la que mamá cargaba gracias a aquella bestialidad con la que lidiaba durante las lunas llenas. Una bestialidad que vivía en él, también, pero absolutamente todos los días... Había sido Jasper quién notaba lo vacía y sola que podía llegar a sentirse y cómo necesitaba que la amaran. Y al parecer, no pudo amar a mi mamá más allá de lo físico.

Decir que Carlisle Cullen también formaba parte de una lista los amoríos de mi madre siendo que él estaba felizmente casado me daba un poco de vergüenza, pero a fin de cuentas lo que el vampiro mayor y la mujer lobo habían tenido (según mi tía, un error que ambos pagaron demasiado caro) había sido consensuado por ambas partes. Él también la había deseado con devoción y extrañamente por más monogámicos que fuera la naturaleza de los vampiros, estuvo dispuesto a arruinar su matrimonio por la excelencia lobuna de Eleanor Woods. Tenía entendido que al final, su esposa lo había perdonado y me molestaba de sobremanera que mi madre hubiese sido pintada como la villana. No lo era.

Por último, también estaba Edward Cullen. Irónicamente, él era un cachorrito inocente y trémulo que como todos los hombres o criaturas, sucumbió ante los encantos de mi mamá. Por ella se dejó llevar, compungido e impulsado por el deseo que sentía por aquella alta rubia que se convertía en una bestia, pero que tenía un corazón noble y una mente tan brillante que solamente él llegó a conocer. Lo cierto es que, según las malas lenguas, Edward llegó a amar a mi mamá. Llegó a amarla mucho, al punto en que verdaderamente le pidió matrimonio... Y ella lo rechazó. Mi mamá era un espíritu libre y en sus planes jamás estuvo casarse o asentarse en una vida matrimonial. Ella tenía otras ideas y una visión muy diferente a la de aquel tradicional vampiro.

De acuerdo con la versión de la tía Becky, los Cullen se marcharon sin adioses ni explicaciones un buen día luego de la propuesta de matrimonio fallida de Edward, la cuál conllevó como un efecto dominó a que saliera a la luz el amorío de una noche de Carlisle y Eleanor Woods. Y unas semanas después de su partida, Eleanor se enteró que estaba embarazada de alguno de aquellos vampiros. Fue un largo y complicado embarazo...

Y entonces, nací yo. Audrey Woods. El milagro del mundo sobrenatural. La prueba viviente del choque de especies. La única híbrida de vampiro y lobo que ha existido jamás. Mi existencia era un mito que sólo se había visto en la ficción. Mito, gracias a que la tía Becky se había encargado de mantenerme a salvo de las decenas de amenazas que pueden existir para mí si alguien se entera de qué soy.

Bekcy lo ha hecho muy bien, ha sido madre, amiga, maestra y confidente el insignificante tiempo que se nos otorgó juntas. Sabía que algún día ella dejaría este mundo y yo, como media inmortal, tendría que arreglármelas sola por el resto de la eternidad. Sin embargo, no creí que su partida fuera a pasar tan pronto. Y mientras nuestra pequeña, hogareña y tranquila villa en el bosque se sentía fría y vacía sin su presencia humana, recuerdo la promesa que le hice en su lecho de muerte.

—Prométemelo, Aud. Prométeme que buscarás a tu padre. Tendrás una familia con ellos. Es lo que tu madre hubiese querido, y es lo que yo quiero.

Entre lágrimas amargas ante el desalentador y solitario futuro que me deparaba, manejé asentir y prometerle que encontraría a mi papá. Así que eso estoy haciendo; no porque me interese que ellos sepan de mí. No porque quiera algo de su parte; sin embargo, hay mucho que no sé de mi madre, de este mundo del que soy parte ni de la historia de los Cullen y Eleanor Woods. Hay muchas cosas que no me cierran... ¿Por qué mi madre rechazó a Edward? ¿Por qué sufrió tanto ante la frialdad de Jasper? ¿Por qué se conformó con la diversión que le brindaba Emmett? ¿Por qué decidió entrometerse en el matrimonio de Carlisle?

Y lo más importante, ¿por qué ellos se fueron y jamás volvieron a buscarla?

Muchas incógnitas se abrían cada vez que pensaba en aquella extraña historia... Y yo planeaba encontrar una respuesta para todas.


 Y yo planeaba encontrar una respuesta para todas

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⏰ Недавно обновлено: Oct 03, 2021 ⏰

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