Estamos Aquí [Maylor]

Cap. 18: Perpetuo (1/2)

Londres 1998

Peleó contra la manada de fotógrafos que la interceptaron en su salida de compras, ajena a todo lo que pasaba, se lo esperaba por supuesto debido a lo sucedido, lucho por llegar a su taxi más ellos la bloquearon por distintas direcciones

- Anita ¡¿Qué puede decir de él engaño de Brian May?!

- Nada, no hay nada que decir

- ¿Desde cuando viven separados?

- ¿Tuvo contacto con usted la amante?

- ¡¿Acudió a Roger Taylor para saber la verdad?!

- Esas preguntas no me interesan, hace tiempo que dejo de ser mi asunto

Eso atrajo más preguntas, más fotos y una incógnita en el aire

¿A quién concierne?

🔸🔸🔸🔸🔸

En casa de Brian, todo estaba fuera de su lugar, había muebles volteados, cristales rotos y muchas otras cosas tiradas, el dueño de la gran casa dormitaba sobre el sofá donde había colapsado, la ropa sucia de cabo a rabo, allí mismo pero en otra habitación yacía Roger con la puerta cerrada y papeles regados por la habitación, Cartas, tarjetas y fotos de Brian y él, en su esquina escogida por inercia repasaba cada uno de esos presentes, al mismo tiempo que los hacía pelota, rompia o ignoraba, pudo haberse puesto ebrio pero tenía que estar sobrio para lo que pasaría una vez que tuviese el valor de abrir la puerta.

No se encontraba tan mal como el ebrio de abajo, solo estaba desaliñado y con dolor de cabeza, tenía sueño pero estaba más ocupado en descargar "eso" de su cuerpo, fue un golpe tan duro, odiaba sentir pena por el que rogó toda la noche por perdón y al no conseguir nada hizo su rabieta destruyendo todo a su paso, el solo pudo encerrarse en el cuarto. El reloj dio las 10:00 am, era hora de moverse de allí, se levantó arreglandose la ropa lo mejor que pudo, sacudiendo su saco el pendiente del sol se cayó, lo cogio mirandolo por un instante ¿que seguía ahora?

En el primer piso Brian se levantaba tratando de acomodar su cabeza, se sentía incapaz de levantar un pie, recostarse era la mejor opción, Roger bajo las escaleras, pese a que intento llevarse algunas pertenencias dedujo que ya no eran su asunto, si alguien iba a limpiar el desastre de ese lugar era Brian.

Brian captó a Roger parado en el umbral de la sala , intento levantarse pero la resaca lo golpeó duramente que tuvo que sostenerse del mueble

- Sólo quédate allí

- Tenemos que hablar

- Nada de lo que digas va a cambiar algo

- Estas terminando conmigo, no puedo solo dejarlo así

- Por favor ya cállate, no puedo quedarme aquí oyendo a un imbécil

Brian reaccionó ante el insulto y camino rápidamente hasta Roger, quiso jalarlo de la solapa más Roger solo se movió a un lado, claro que tenía razón, Brian no duró mucho en pie y se estampó con la pared esbozando un leve gemido de dolor, Roger contuvo la risa, incluso en el fondo del agujero seguía haciéndolo reír

- Si ya terminaste me voy

- ¡No, no he terminado!

- Yo si, se ha terminado Brimi

Se quedo ahí mismo, tenía razón, todo era su culpa, Roger tenia el pendiente del sol en su mano, ayer por la mañana toda su felicidad estaba en manos equivocadas

De eso ya no tenia dudas.