EL INICIO

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Somos una raza muy codiciada por el ser humano, ya que nuestra leche es rica en propiedades curativas y con un sabor excepcional. El primero en aparecer fue en el 2027 a causa de una mutación genética, la cual afectó al color del pelo convirtiéndolo en un verde esperanza, también nos caracteriza una marca dorada con forma de rombo que rodea el ombligo, como si tratase de protegerlo.Éramos vulnerables, vulnerables por lo fácil que era identificarnos, pero no fue hasta medio siglo más tarde que empezaron a discriminarnos por no dejar prosperar a la humanidad, según su manera egoísta de pensar. No hacía más de dos años que se hicieron públicos los beneficios de nuestra leche, pero no dejamos de ser humanos y, al final nuestra leche tiene como fin amamantar a nuestros hijos durante la época lactante, pero cuando la gente tiene oportunidad de ganar con algo hacen todo lo posible para conseguirlo, hasta el punto de aprobar una ley donde se nos obligaba a donar nuestra leche después de un mes amamantando a nuestro bebe, pero no éramos los suficientes para abastecer a la demanda global, ya que suponíamos menos del dos por ciento de la población. Hacía bastante tiempo que dejaron de vernos como humanos, lo que provocó una especie de exilio con respecto a la sociedad, gente de otras razas no querían juntarse con nosotros y nuestras familias nos ignoraban todo lo posible y al cumplir la mayoría de edad nos echaban de casa.Pero eso era antes, porque a día de hoy nuestra vida es un infierno, la mayoría estamos en unas especies de residencias delimitadas, apartadas de ciudades y pueblos. En esos lugares se siguen unas rutinas muy estrictas y no podemos hacer nada sin supervisión. Las mujeres están separadas de los hombres, y los niños también están aislados. Nosotras estamos obligadas a parir un mínimo de ocho niños y nos hacen empezar a los 18 años, después de eso nos dan a elegir si queremos seguir teniendo niños a cambio de dinero para nuestra familia humana de sociedad común, y si no tenemos nos dan beneficios en la residencia como una semana de descanso para hacer lo que queramos (siempre con restricciones) la otra opción que nos dan es salir de la residencia. Los hombres están como productores de semen, pero a la mayoría los asesinan a una edad temprana y a otros los envían a trabajar a las fábricas de la residencia y los usan de mano de obra gratis.Bueno ahora que ya conocéis la historia y el presente de mi raza os voy a contar mi historia. Yo nací como todos en el sistema residencial, en conclusión podemos decir que tenga padres, ya que mi padre es anónimo y no me dejaron conocer a mi madre, tampoco conocí a mis hermanos, ya que nos dan identidades. Pasé mi infancia en una especie de internado, que tenía como fin controlarnos y convencernos de que no podemos aspirar a otra cosa que no sea contribuir a la evolución del sistema. La mayoría del tiempo estábamos sedados para no suponer ninguna amenaza seria y en esa etapa de mi vida solo llegué a aspirar a la libertad que nos prometieron una vez llevados a cabo los ocho partos, como yo pensaban muy pocas, la mayoría se había rendido, no querían luchar por sus derechos, aunque cualquiera que viva sus vidas también caería en depresión y viviría sumida en una eterna impotencia.Yo decidí luchar hasta alcanzar mi objetivo y no acostumbrarme a la masacre que sufre mi gente diariamente.Cuando iba por el sexto embarazo sentía que estaba obligada a rendirme, que no podría soportar la pérdida de otro hijo y mucho menos aceptar el lúgubre futuro que les esperaba. Lo único que rondaba por mi cabeza era el suicidio, ya no lo podía soportar más, no podía seguir viviendo aceptando que le daba el relevo de mi detestable vida a lo único que formó parte de mí, a lo único que amaba, a mis hijos. Y justo en medio de mi colapso emocional rompí aguas y me llevaron directa a las salas de parto, si es que se las puede denominar de esa manera. Luego de arrebatarme a otro hijo me enchufaron a las máquinas para extraer la máxima cantidad de leche, fue la primera vez que quise luchar contra todo, y yo tan ingenua para creer que me había acostumbrado a esa maquinaria después de haberla soportado durante ocho largos y angustiosos años. Mi afán de justicia recorrió todo mi cuerpo para hacerme recordar cuál era mi objetivo, y ya te digo que cumplió con éxito su deber.Cuando volví en mí tomé la determinación de tener la mente fría hasta salir de ese infierno disfrazado de necesidad humana. En mi séptimo embarazo me confirmaron que estaba embarazada de trillizos, fue una muy buena noticia porque al ser tres convalidó mi función allí dentro, pero no podía dejar de sentirme mal por ellos tres, pero había decidido no pensar mucho en ello para no recaer en ningún estado de trance maldecido por malévolas emociones que consiguen abrirse paso entre las fortalezas más sólidas existentes. Ya podía sentir lo cerca que se encontraba mi libertad, solo me quedaba dar a luz y extraer toda la leche que me quedaba. Por primera vez en mucho tiempo sonreí, creí que quedaba poco para firmar tregua con la vida.Cuando llegó aquel momento pensé que por fin, era el día, el día que había estado esperando toda mi vida. Faltaban tan solo tres horas para tomar la decisión de si quería seguir con el plan de, más niños iguales a recompensa interna o sin duda alguna la que será mi elección salir de ese martirio de lugar. Era la hora, me hicieron entrar en una sala donde se encontraban cinco humanos de distinta raza, con aspecto poderoso, como si fueran importantes y superiores. Me hicieron la pregunta y les di mi respuesta, pero ellos no parecían de acuerdo conmigo, intentaron hacerme cambiar de parecer, argumentando que si salía de allí no tendría una buena vida, ya que nadie podría aceptarme, no entendía cómo mi sueño resultaba ser un mal destino para mí, pero yo decidida les di la misma respuesta, a lo que me contestaron que eso no sería posible, pero que me ofrecían una buena vida yendo a cuidar de los niños del internado, les pregunté si la decisión dependía de mí, pero como no, se empezaron a reír y llamaron a otro humano corriente para ayudarme a instalarme en el internado infantil. Me pusieron a cargo de un grupo de niños de tres años, y al entrar al espacio de adoctrinamiento pude identificar a un grupo de trillizos idénticos, y por alguna razón un rayo de esperanza alumbró mi alma diciéndome que luchará para ser feliz. Le pregunté a una compañera que si había más trillizos en este internado, me contestó que ellos eran los únicos, y ella sin saberlo me confirmó que estaba enfrente de mis hijos, en lo único que era capaz de pensar como podía hacerlo para salir de esa especie de granja junto a mis hijos. Armé un plan que consistía en ganarme la confianza de esas tres criaturas, después de eso salir de allí utilizando los pases que habríanlas puertas de emergencia, ya que esas no solían estar vigiladas por la noche, lo complicado era conseguirlos. Los únicos que tenían esos pases eran cuatro encargados que rondaban por allí maltratando a los niños desobedientes.Recordé que una compañera me contó que una vez se acostó con uno de ellos y le dieron un permiso para ir a unas instalaciones de lujo con piscina y todo de artículos lujosos. Así que se me ocurrió aprovechar esa debilidad que tienen al priorizar su placer personal por encima de sus obligaciones. Los observé durante un par de semanas, lo que me permitió identificar al que estaba más salido de los cuatro. Al día siguiente me acerque a él, le pregunté que cuánto hacía que no se acostaba con nadie y me insinué. Como era de esperar me llevó a una especie dehabitación. Todo serio me impuso que me quitara la ropa, y yo como buena actriz interprete el papel de tímida y no accedí a hacerlo, él respondió bajándose los pantalones, agarrándome de la cabeza empujándola hacia su pequeño miembro con intención de que le practicara sexo oral, accedí y después de haber manchado mi dignidad durante aproximadamente cinco minutos cerré mi mandíbula lo más fuerte que pude, con intención de arrancárselo, no lo conseguí, peri si hice que él se desmayara por el inmenso dolor que experimentó. Lo observé durante un instante, después agarré un cuchillo robado de la cocina que había mantenido escondido debajo de mi ropa y lo degollé. Busqué en sus ropas los pases y al encontrarlos los cogí salí de esa sala, dejándola cerrada con llave.Faltaban diez minutos para que las luces se apagaran y todo el mundo se fuera a dormir. Fui corriendo a mi sala asignada para tener localizados a mis hijos. Cuando las luces se apagaron esperé cerca de dos horas para estar segura de que todo el mundo dormía, al comprobarlo desperté a los trillizos y les dije que tenían que venir conmigo sin hacer ruido, ellos me hicieron caso sin decir nada. Cuando llegamos a la puerta que nos separaba del exterior la abrimos sin pensarlo, empezamos a correr para dejar atrás todo aquello. Llegamos a una valla que perimetraba todo aquel conjunto de industria. La escalamos y salimos de allí, por fin éramos libres.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Apr 24, 2021 ⏰

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