✿Peonies [KiriBaku Week 2021]✿

Día cuatro

Corazón roto
°•.∞.•°
*

_Ambos con 25 años

_AU sin quirks

°•★•°

- Kiri, por favor, esto no es normal -dijo con preocupación Ashido, obligando al reacio pelirojo a mantenerse sentado en los no muy cómodos asientos de la sala de espera del hospital

- Si, amigo. ¿Qué pasa si tienes algo grave? -preguntó Sero, sentándose al otro lado de Kirishima, colocando una de sus manos encima del hombro ajeno, transmitiendole su sincera preocupación

Pero el pelirojo sonrió confiado, aún algo nervioso por estar faltando al trabajo- Chicos, vamos, seguro no es nada -tranquilizó, mirando ahora a Kaminari, quien parecía estar a punto de hablar

Sin embargo, entonces, como alguna especie de lección ante su "despreocupada" conducta, un repentino dolor en su pecho hizo a Kirishima formar una mueca adolorida que arruinó su intento de sonrisa.

De pronto está sintiendo que no puede respirar. El aire simplemente no llega a sus pulmones. Y es completamente sofocante.

- A-amigo, ¿Qué te pasa? -preguntó con exaltación Denki, acercándose al pelirojo que sostenía su pecho con una de sus manos, arrugando su camisa bajo su palma- ¡A-ayuda! ¡Necesitamos ayuda! -exclamó el rubio, viendo a su alrededor a un par de personas (incluida una enfermera) que se acercó para ver lo que estaba sucediendo

Uh... Qué extraño... Se lamentó Eijirō, haciendo una mueca con sus labios al sentir que, poco a poco, volvía a recuperar la capacidad de poder llevar oxígeno a sus pulmones

°•★•°

- Oh, ¿Entonces esto es como ese síndrome del corazón roto? -preguntó con exaltación Kirishima, viéndose emocionado por la mención de aquella situación que, según lo que el doctor le dijo, muy probablemente tenía

Principalmente porque, en su tiempo de adolescente, creyó aquel síndrome como algo demasiado extraño que jamás ocurría.

Irónicamente, no tiene nada que ver con temas específicamente románticos. Como pensaba antes.

- Si quiere ver su vida como una novela melodramática, entonces si -respondió con seriedad el joven doctor, mirando de manera neutra hacia la expresión ajena

Bakugō, con toda la cordialidad que pudo sacar de su amargado sistema, procuró ser correcto y formal con el tonto paciente frente a él.

Aunque, bueno, todos los pacientes eran tontos, en realidad.
Agradecía que este, al menos, era un tonto calmado.

Odiaba a los tonto eruditos que venían al maldito hospital creyendo saber más que él.

Uhg, que se jodieran esas perras malagradecidas.

- Jajaja, ok -rió Kirishima, sonriendo con diversión por el término utilizado por el profesional frente a él- ¿Cuánto tiempo deberé quedarme aquí? -preguntó, ahora un poco más serio que antes

Sinceramente preocupado por ese tema en concreto.

- Al menos un mes, dentro de ese tiempo iremos chequeando su condición y qué tan factible será su retorno a casa -contestó el rubio, leyendo una última rápida vez el expediente médico del joven que lo miraba con resignación

Entonces, repentinamente, Eijirō soltó un pequeño bufido disconforme- Sabe, doctor, no es necesario que me trate como un anciano -murmuró- Estoy seguro de que soy más joven que usted -explicó, señalándose a sí mismo de manera confiada con su pulgar de la mano derecha