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                                            Karina


No es un pecado sentirse mal después de descubrir la verdad, sin embargo, no puedo estar más decepcionada de las personas que me rodean, de mí misma principalmente.

Desde un comienzo sentí que era una extraña en la vida de Mark, como si yo jamás hubiera tenido que poner un pie ahí. Siquiera pude entrar en su corazón lo suficiente para poder convertirme en alguien importante. Al pareces siempre estuve agarrándome de los bordes con tal de no caer.

No es terrible, pienso que pudo haber sido peor, pero al menos fue sincero conmigo. No me mintió con descaro, porque entiendo lo confundido que se sentía. Espero que sin mí su enredo deje de ser tan grande.

Un día esperé para hablar con él, encararlo, decirle que, lamentablemente, lo nuestro no podía seguir. Quise hacerlo esa misma noche, en su cumpleaños, justo cuando lo vi bajar por las escaleras con Donghyuck a su lado.

Creo que esa expresión si era de felicidad. Me alegro por él, solamente que me hubiera gustado mucho no haber sido un impedimento todo este tiempo. Sé que lo fui.

Tampoco me culpo, mucho menos me victimizo, porque los sentimientos son complicados, más si es que tienes dos personas y debes decidir.

Donghyuck es su mejor amigo, han tenido una amistad durante años, yo no soy nadie para compararme con él. Sin pensarlo me hago ver en menos, pero sé que es así en el corazón de Mark.

Fui lo suficientemente ingenua para no notarlo desde un principio, algo que confundí con una amistad especial.

Eso era lo que pensaba, no era tanta ciencia, puesto que me había mentalizado para que pasara.

Verlos dolió, un montón. Donghyuck tuvo todo lo que yo alguna vez quise; esas miradas llenas de un amor inexplicable, hay que ser un despistado para no darse cuenta de lo lindo que se veían los ojos de Mark cuando él estaba cerca; la forma en que le hablaba, dulce, suave, con tanto cuidado; la preocupación, Mark vivía pendiente del bienestar de Donghyuck.

Admito que me gustaría estar en su lugar, en serio.

Tuve mala suerte, puede ser.

Tengo en la mente las palabras de Mark, cuando le dije que quería que habláramos, anticipando que era serio.

En ningún momento trató de justificarse, mi pregunta fue respondida con sinceridad. Mark dijo que sí, que había besado a Donghyuck esa noche, que lo lamentaba por no decirme antes que se sentía confundido.

Habló mucho, incluso, no le negué el abrazo que le di con tal de calmar su pena. Mark es sentimental, un hombre que siente mucho, por eso mismo, a veces no sabe muy bien diferenciar cada emoción.

Aunque le dije que no quería escucharlo decir sus sentimientos por Donghyuck. Guste de él o no, iba a dejarlo a fin de cuentas. No seguiría con alguien después de lo que vi en su cumpleaños.

Él entendió.

Ambos lo hicimos.

Llegando a la conclusión de que quizás nos apresuramos en salir juntos. En mi caso no era así, porque no hubo ocasión en la que dudara sobre mi amor por él.

Al final del día le agradecí, pidiéndole que no se sintiera culpable. Tengo razones para enojarme con Mark, pero no lo hice. Pude insultarlo y mandarlo al demonio, pero no creí que fuera apropiado.

Estoy triste, sí, pero puedo superar el amor de alguien que nunca lo hizo de vuelta.

Es difícil, pero no imposible.

Solamente espero que ahora esté tranquilo, cómodo, feliz a lo menos. Estar confundido es una basura.

Lo único que le pedí es que no le haga esto a alguien más. No le tengo rencor a Donghyuck, sé que está enamorado de Minhyung, incluso más de lo que yo podría estarlo. Enamorarse consta en amar cada detalle, yo no conocía tan bien a Mark como para hacerlo.

Sin embargo, durante la noche, horas después de verlo y terminar nuestra relación, pienso, retomo la idea y la estrujo hasta que, por fin, las lágrimas estancadas se desbordan de mis ojos.

No tienes idea de cuánto me gustaría ser él.

Heather [markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora