𝐑𝐞𝐞𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐞 𝐄𝐧 𝐇𝐢𝐧𝐚𝐭𝐚 𝐇𝐲𝐮𝐠𝐚 | ✓

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La mansión Hyuga fue bendecido por una hermosa niña hacía ya varios años, seguida del nacimiento hermana menor tiempo después la familia perdió a la madre de ambas niñas, dejando a su padre al cuidado de ambas.

La primera hija de la familia caminaba por los pasillos fríos en camino hacia el jardín para poder tomar el té que siempre degustaba con paz y tranquilidad a su temprana edad. Encontrándose con su padre en el camino.

—Se detuvo con ayuda de sus reflejos, en los que observó la silueta de su padre—Buenos días, padre —Saludo casi en un susurro gracias al manojo de nervios que le provocaba su progenitor

—Tu entrenamiento empezará en unos minutos, ve a calentar —Sin más el hombre siguió con su camino

—Asintió—Lo haré enseguida... —Se sintió mal por no poder hacer lo que se propuso hace unos momentos, otro mal inicio de semana

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—Se más ágil, eres muy lenta —Su entrecejo se fruncio

—Sí —Trato de regular su respiración agitada

—Será mejor que progrese si quieres por lo menos tener un futuro, ve a limpiarte —Eso no era una pregunta, era una meta para la pequeña de ojos perlas

Un murmullo poco entendible para el padre se escucho a unos metros suyo.

Dado a su estrés salió de la residencia Hyuga, después de unos minutos caminando su piernas se desplomaron en medio del camino, y sin un motivo claro según la infante sus ojos brillaron aún más por las inmensas ganas de llorar que la obligaron a caer sin apoyo alguno.

—¿Por qué lloras? —Una sombra se posó frente suyo

-—Y-yo —Tartamudeo la ojiperla limpiando sus lágrimas

—¿Estás bien? —Preguntó el niño

—Sí... —La niña se levantó de la nieve con la vergüenza atormentandola

—Ven, te voy a acompañar a tu casa —Sonrió, aquella sonrisa fue la más hermosa que la niña había precenciado después de la de su madre antes de fallecer

—No hace fal-...

—¡Vamos! —Alegre él niño agarró la pequeña mano de la niña

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—Oye —Habló el varón

—¿Mm?

—¿Cómo te llamas?

—Me llamo Hinata Hyuga...

—Es un bonito nombre, ¡Yo me llamo Naruto Uzumaki! —Funcio el ceño y sonrió

—El tuyo también es un bonito nombre —Dijo la niña con su voz un tanto tranquila—Oh... Ya hemos llegado

—Tu casa es muy grande... Yo no tengo padres, pero no lloro —dijo el rubio sonriendo

—Lo sien...-

—¡Hinata! —El padre llamo a su hija

—L-lo siento debo irme, muchas gracias Naruto —Sonrio para después ir apresurada hacía su padre

Ya dentro de la casa él padre se encontraba con su entrecejo aún más tenso de lo que normalmente estaba.

—Que hacías con ese niño, te he dicho que no te le acerques —Hablo serio

—Lo siento padre, él solo me ayu-...

—No quiero que lo vuelas a ver —Dejo de nuevo sola a su hija

Su hija miro a su padre dar media vuelta e irse, como siempre, sin dejar que ella respondiera.

–Reescrito ✔️