Marco fue el primero en notarlo. Mientras volaba pudo divisar un extraño abordo. El conocía a todos por nombre y cara, pero nunca había visto a ese mocoso antes. El recordaría un sombrero naranja tan llamativo como ese. Entonces, ¿quién era? y ¿qué...
Marco voló por los cielos sobre el Moby Dick, como suele hacer por las mañanas. El océano y el cielo eran hermosos a esta hora del día, llenos de rojos y amarillos, mientras los primeros rayos del amanecer atravesaban el horizonte. Miró hacia el barco de abajo, este se iba despertando lentamente. Las primeras personas que se despertaron siempre eran los chefs, tenían que tener el desayuno listo antes de que alguien más estuviera allí. Todos los demás se despertaron por su propia cuenta. Curiosamente, cuando miró hacia abajo, sus ojos se fijaron en un sombrero de color naranja brillante. Sus ojos podían ver, incluso estando tan distando, que el sombrero tenía dos caras, una sonriente y una con el ceño fruncido. Pero esto no es lo que más le interesaba, no realmente.
Estaba más intrigado por la persona que llevaba el sombrero. Tenía el pelo azabache sin camisa y un par de pantalones negros. Sobre sus hombros llevaba una gabardina, de color naranja brillante a juego con el sombrero, y en su mano había un pequeño martillo de madera. Pero esta no es la parte más intrigante del extraño.
No, en absoluto.
Marco se enorgullece de conocer los nombres y rostros de cada miembro de la tripulación a bordo del Moby Dick, una habilidad que le llevó años desarrollar. Él lo recordaría, es algo difícil olvidar una cosa naranja brillante como esa.
No. Lo que más le interesa del extraño es que no lo conoce.
No han estado en una isla en aproximadamente un mes, parte de la razón por la que ahora van a una, por lo que no puede ser un polizón. Se habrían dado cuenta antes si así fuera. No ha habido un ataque de una tripulación pirata diferente en aproximadamente una semana, por lo que probablemente no sea un enemigo, además, no parecía que quisiera matarlos a todos, no con la expresión de calma y paz que tenía.
Marco no puede pensar en ninguna otra razón por la que el mocoso estaría en su bote, no parecía un enemigo, pero tampoco era parte de su tripulación. Eso lo desconcertó.
Decidiendo mirar más de cerca, el fénix voló hacia abajo, acercándose al bote. Planeaba aterrizar justo en frente del mocoso y preguntarle quién diablos era. Ese plan se arruinó cuando el extraño lo noto.
El mocoso con sombrero naranja lo miro y sonrió, incluso tuvo la audacia de saludarlo. Ahora Marco realmente quería saber quién diablos era, porque la gente solo lo saludaba si sabían quién era o si eran un gran fanático de los pájaros, todos los demás normalmente lo ignoraban. Marco parpadeó ante la acción, deteniendo su vuelo descendente para sentarse allí confundido. No pasó mucho tiempo antes de que volviera a mirar hacia abajo para encontrar al chico.
No estaba ahí.
El mocoso se había ido.
Marco voló hacia abajo y se transformó, escaneando con su haki para leer sobre alguien cercano. No había ninguno. Miró a su alrededor, como si eso fuera a ayudar cuando su haki había fallado. El mocoso todavía no estaba allí.
El fénix arqueó una ceja confundido, estaba seguro de que el mocoso estaba aquí.
No fue solo su imaginación, ¿verdad?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
