Capítulo 14: Argumentos sin sentidos

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El celular de SungYeol sonaba con insistencia encima de su cama haciendo que saliera corriendo del baño ya listo para salir. Aunque para ahora correr era cosa del pasado, él caminó lo más rápido que pudo a causa del peso de su abultado vientre. Tomó su celular y viendo que era MyungSoo, contestó:

—Estoy bajando, amor.

Se miró una última vez en el espejo de su cómoda y pensó cómo diablos había llegado a ser tan grande en tan pocos meses.

SungYeol estaba ahora en su octavo mes de embarazo y aunque la moda para los hombres hoy en día se acomodaba a su status de padres gestantes, sentía que ya nada le quedaba bien. Además, que cualquier cosa que se pusiera encima le daba calor sin importar que estuvieran en pleno enero.

Habían pasado unos tres meses desde que SungYeol y MyungSoo habían comenzado oficialmente a salir, prácticamente el hombre vivía en su apartamento. El embarazarse le había cambiado por completo la vida. Y SungYeol pensaba que para bien.

MyungSoo era un hombre maravilloso. Siempre cuidándolo, siempre pendiente de lo que pudiera llegar a necesitar, incluso se comportaba muy amoroso con su barriguita. Eso lo confundía un poco, pero trataba de no darle mayor importancia.

Al principio de su embarazo había creído que nunca disfrutaría de esa clase de cuidados prodigados por el padre biológico del bebé. Ahora y a pesar de que MyungSoo no lo era, los estaba disfrutando en cantidades exorbitantes, tanto que incluso hoy iría a hacerse su última ecografía junto con él.

Yeol bullía de alegría.

Llegando al primer piso caminó lo más rápido que pudo hasta la bahía del edificio donde estaba estacionado MyungSoo esperándolo.

—No camines tan rápido dulzura, te puedes resbalar.

SungYeol se rio.

—No te preocupes. Mira, llegué a salvo. — SungYeol se metió al auto con mucho esfuerzo y una vez sentado en el asiento del copiloto besó a MyungSoo en la boca. No se habían visto desde la mañana pero Dios, cómo lo había extrañado— . ¿Cómo estuvo todo en la oficina? ¿Lo está haciendo bien mi remplazo?

—Tú no tienes remplazo, pero digamos que hasta ahora va bien. — MyungSoo le guiñó y arrancó rumbo a la clínica del doctor Hashimoto. Desde hoy él había empezado a disfrutar de su licencia de paternidad. MyungSoo había insistido en darle un mes más, aparte de los tres que por ley le correspondían. Ventajas de ser el novio del jefe.

Yeol sacó su celular y le marcó una vez más a SungJong y como de costumbre su llamada fue transferida al buzón de mensajes.Yeol estaba preocupado por su mejor amigo. Durante estos tres meses solo lo había visto en unas pocas ocasiones y siempre se veía realmente agotado. Le había preguntado qué le estaba pasando, pero SungJong siempre le cambiaba el tema o le daba alguna disculpa para irse rápido. Además siempre que quería hablarle acerca de MyungSoo, su mejor amigo estallaba con ira. Estaba confundido. Ni siquiera se conocían el uno al otro. No sabía qué bicho le había picado a su amigo.

MyungSoo notó la cara de tristeza en Yeollie.

—¿Qué tienes dulzura?

— SungJong no me contesta, otra vez.

—Debe estar ocupado. Además siempre te devuelve la llamada, espera a que te llame. — MyungSoo quería borrar esa tristeza de la cara de su amor, no le gustaba verlo así, realmente estaba considerando buscar al imbécil de SungJong y cantarle la tabla.

—Lo sé. Es solo que lo extraño. Es mi mejor amigo y nunca se había comportado de esa manera. Siento que algo malo le está pasando, pero no quiere decirme nada al respecto. Siempre que se lo pregunto sale con evasivas.

MyungYeol | The Sweetest NightmareWhere stories live. Discover now