¡QUE BUENO ESTÁ EL NERD! | Park Jimin

Capítulo 4.

- No quise que pensarás eso- Dijo avergonzado y con un ligero sonrojo en su rostro.

Solté una risita burlona al ver que mi pregunta lo había incomodado.

Al parecer, pensé el voz alta, soltando de mi boca la pregunta "¿Acaso me imaginaste en bikini?"

-No te preocupes, no serías el primero en hacerlo- Le dije de lo más normal que pude, intentando no reír.

-Si, lo supuse- Contestó el chico quien sonaba más tranquilo ante mi respuesta- ¿Eres ____, no? ______ Wilson.

-Si! Así es, ¿Cómo sabes?- pregunté extrañada, aunque ya sabía la respuesta.

-Todos hablan de ti y de lo linda que eres- dijo el chico con su mirada puesta en la ventana.

Sentí el calor subir por mis mejillas, ¿Él pensaba que yo era linda?

- Aparte, no creo que me hayas notado, pero, tomamos clases juntos- esta vez dijo mirándome.

- Oh, ya veo- dije y le dedique una sonrisa rápida para volver a mi tarea de conducir- ¿Cuál es tu nombre?

Lo sabía perfectamente, quería escucharlo una vez más.

-Soy Jimin, Jimin Park- dijo mientras extendía una mano hacia mi en forma de presentación.

Su gesto se me hizo tan adorable y formal que sonreí como tonta.

-Un gusto, Park, soy _____, espero que seamos amigos- le dije estrechando una de mis manos que quite de volante para tomar la de él.

-¿Enserio quieres ser mi amiga?- me miró sorprendido pero su tono de voz se escuchaba emocionado.

-¡Claro!- reí un poco al notar su reacción- Siempre es bueno hacer amigos

-En realidad no soy muy bueno en eso- Dijo un poco avergonzado, bajando su mirada- Oh, por cierto, es en la siguiente cuadra.

- Está bien Jimin.

Conduje hasta donde me indico y pare en una casa linda y pequeña color nude con blanco.

- En verdad estoy agradecido, no te hubieras molestado, espero vernos de nuevo- Dijo el rubio para después bajar del auto

-Hasta pronto- sacudí mi mano en forma de despedida.

El chico imitó mi acto y continuo su camino.

Tocó la puerta de la casa, que al parecer era la suya, y probablemente había olvidado sus llaves.
Espere un poco a qué le abrieran para asegurarme de que entrara a su casa, pero por más que tocaba no le abrían.

Jimin volteó hacia mi, quien se avergonzó al saber que aún seguía ahí esperando su entrada a la casa.

- ¡Ven aquí!- le grité desde mi auto.

El chico escuchó y obedeció, se acercó al auto y asomó su cabeza por la ventana

- Olvide mis llaves- soltó una risa nerviosa- y no me abren, mi mamá tal vez no está en casa.

- Sube, te invito a mi casa, en lo que tú llamas a tu mamá para avisarle- dije sonriendo

El chico se sonrojo ante mi invitación, lo pude notar por qué sonrió disimuladamente antes de subir de nuevo al coche.

- No tienes que hacerlo, puedo esperar aquí- Dijo ya una vez dentro del cálido auto.

- No te voy a dejar ahí, puedes resfriarte- dije avanzando el auto con mi mirada en el camino- no creo que te guste faltar a clases, ¿O si?

Lo último lo dije en un tono divertido.

- Para nada, luego es difícil ponerse al corriente con los temas- respondió el chico quien peinaba su cabello húmedo y rebelde hacia atrás.

La lluvia me había hecho el favor de despeinarlo, dejando atrás el típico peinado de niño bueno.

-Tienes razón- dije mientras asentía con mi cabeza- ¿Te gusta la pizza?

El chico me sonrió. Lo ví de reojo y al notar eso, yo también sonreí.

- Si, es mi comida favorita- contesto sin dejar de hacer notar su bella y gran sonrisa.

- Genial, por qué eso es lo que vamos a comer hoy.

~

-¿Jimin?- pregunto Kookie al ver al chico sentado en el asiento del copiloto.

-Oh, hola Jungkook!- saludo el rubio a mi hermano, dejandolo aún más extrañado.

- ______, como es que conoces a Jimin?- dijo el pequeño mientras subía al auto en la parte trasera.

- Es un compañero de clase, lo ví bajo la lluvia y decidí invitarlo a comer, ¿cierto, Jimin?

Asintió rápidamente al escuchar mi versión de la historia, sabía que sería un poco vergonzoso para él si le decía a Kook que lo habían olvidado afuera de su casa.

- Oh ya veo- cerró la puerta del auto y miro hacia un lado de él- ¡Wow, pizza!

Jimin y yo reímos por en tono de emoción de mi hermano. Sabía que le encantaba la pizza.

- Bien, vamos a casa.