➧3.

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𝓜𝓾́𝓼𝓲𝓬𝓪 / 𝓥𝓲𝓭𝓮𝓸𝓳𝓾𝓮𝓰𝓸𝓼 / 𝓜𝓪𝓼𝓬𝓸𝓽𝓪𝓼.

Su corazón latía como nunca y temía que mis padres se despertaran, era la una de la madrugada y suficiente había tenido ha con sus gritos por no haber termino mi tarea, pero él... Valía la pena un millón de veces, solo para escuchar su risa, para leer sus estúpidos mensajes, me fastidiaba no poder ver su rostro, pero lo habían acordado, hasta que no se pudieran ver cara a cara. Tenía que ser paciente, era normal que no nos vieramos tan pronto, ni siquiera somos mayores de edad, no puedo irme así sin más solo para ver a una persona que nunca he visto su apariencia. Ese pensamiento me hizo reír, teniendo que ponerme la mano contra mi boca para no hacer mucho ruido, sus padres se volverían locos si se fuera para ver a un "desconocido". ¡Ellos ni siquiera saben que llevo casi dos años jugando con gente que no conozco en la vida real!

Suspiré y volví a mi tarea olvidada, necesitaba terminarla para mañana, no quería ganarse otro regaño de parte de su maestro por no hacer la tarea a tiempo y todavía menos ser el receptor de la ira de sus padres cuando volviera del colegio. Tan solo el pensamiento hizo que me diera un leve dolor de cabeza y un escalofrío envolviera todo mi cuerpo.

Seguí un rato más, estaba apunto de terminar, pero seguía atascado en el mismo ejercicio desde hace diez minutos y por mucho que pensara, mirara en el libro, nada estaba bien, todos los cálculos eran o demasiado altos o demasiado bajos. Tiré mi lápiz contra la libreta de frustración y retiré un poco la silla del escritorio, observé mi teléfono en una esquina del escritorio con la duda de si llamarlo o no. Él ya había dado esto, podría ayudarme, ¿no?

— Que tonterias estás diciendo, Alejandro, él ya estará dormido. Mejor me voy yo también a dormir.

Guardé todas mis pertenencias en mi mochila y la dejé sobre la silla, a rasque una de las orejas de Jimmy sin despertarlo, apagando las luces de la habitación y me metí entre las cálidas y suaves sábanas con una sonrisa al recordar que mañana habíamos quedado para poder jugar en el servidor de minecraft. Y con eso en la mente me adentré al mundo de los sueños.

『』


Los gritos continuaban, temía que de repente interrumpieran en la cocina y pertubaran mi almuerzo, solo esperaba que mi puerta y las paredes del cuarto fueran lo suficientes gruesas para evitar que los gritos y los objetos rotos llegaran a los oídos de Fargan cuando jugara con él, no sería cómodo explicarle, tampoco quería ser molesto, no podía perderlo, no a él, todos menos él. Mordí mi labio inferior reprimiendo un sollozo ante el pensamiento de que se fuera lejos de mí, la cuchara temblaba entre mis dedos, la dejé de vuelta en el plato y me retiré, necesita estar en mi habitación, mi lugar seguro.

Jimmy me siguió, jugando entre mis piernas como el cachorro que era, haciendome reír las veces que se tropezaba con sus propias patitas. ¿Rambo y Jimmy se llevarían bien? ¿Piolín también se subiría a la cabeza de Jimmy como lo hacía con Rambo? Estaría bien, sería lindo y seguro que Fargan tendría toda su galería llena de fotos así, típico de él.

Cuando me sentí en mi silla Jimmy se subió a mi regazo, recostándose en él y mirándome feliz, no podía quitarlo de ahí, sus ojos me lo impedían, por lo que acaricié el pelaje de su espalda y le di una pequeña sonrisa mientras encendía el ordenador, iniciando sesión en minecraft y mientras esperaba a que cargara el servidor me adentré en discord, viendo como Fargan estaba en uno de los canales del servidor solo.

"I can dim te lights anda sing hoy songs
Full of sad things
We can do the tango just for two
I can serenade and
Gently play on your heart strings
Be your valentino just for you
Ooh, love
Ooh, lover–"

→𝑭𝒂𝒓𝒈𝒆𝒙𝒃𝒚 𝑾𝒆𝒆𝒌.Where stories live. Discover now